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Joe Biden

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El candidato demócrata Joe Biden ganó este miércoles en el estado clave de Michigan, asestándole un duro revés al presidente Donald Trump que en 2016 se impuso en este estado frente a Hillary Clinton, según las cadenas de televisión CNN, NBC y Fox y el periódico New York Times.

Michigan, un estado que albergó durante años la industria automotriz de Estados Unidos, suma 16 votos para el Colegio Electoral, lo que le da a Biden un saldo de 264 electores frente a 214 de Trump. Biden ya ganó en Wisconsin y Arizona, dos estados donde Trump se impuso hace cuatro años.

Todavía están en suspenso los resultados de cinco estados, incluyendo Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte.

La Presidencia de Estados Unidos depende de un puñado de estados donde aún se contaban los votos, con ambos contendientes disputando la elección cabeza a cabeza, en unos comicios históricos con la mayor participación en más de un siglo.

No está claro cuándo podrá conocerse el ganador, pero con la victoria de Biden en Michigan se acorta la distancia hacia los 270 electores, que en gran parte podría definirse por el resultado de otros dos estados, Wisconsin y Pensilvania, todos ellos ganados por Trump en 2016 luego de haber votado por los demócratas durante dos décadas.

Biden se quedó con Michigan y obtiene una leve ventaja en Wisconsin, luego de estar por detrás de Trump en el escrutinio durante casi toda la noche, mientras que la diferencia a favor del mandatario en Pensilvania podría evaporarse al contarse el más de millón de votos emitido por correo en ese estado, lo que daba renovadas esperanzas a los demócratas.

Desde el año 2000 que los estadounidenses no despertaban sin saber quién será su presidente los próximos cuatro años, pero en aquella ocasión la incertidumbre giraba en torno a un solo estado, Florida, mientras que hoy la indefinición se ampliaba a seis, incluyendo Carolina del Norte, Georgia y Nevada.

La situación se volvió más dramática aún esta madrugada cuando Trump, en una declaración poco común desde la Casa Blanca, se proclamó ganador, denunció un fraude y anunció que elevará un pedido de detener el recuento de los votos a la Corte Suprema, dominada ahora por una nueva mayoría conservadora.

Biden, en una breve aparición ante sus seguidores en Delaware, pidió paciencia y dijo que «esto no se termina hasta que cada voto se cuente, hasta que se cuenten todos los votos».

La campaña de Biden consideró «indignantes» y «sin precedentes» las declaraciones de Trump sobre frenar el recuento y aseguró que su equipo legal estaba «listo para actuar».

El presidente republicano, de 74 años, se impuso en Florida, el más grande de los estados decisivos, pero Biden, de 77, dio vuelta Arizona, un estado que no votaba por el candidato presidencial demócrata desde hace un cuarto de siglo, según proyectaron los principales medios.

Sin embargo, ninguno alcanzaba aún los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ser proclamado presidente, según el sistema de elección indirecta de Estados Unidos.

Las elecciones de ayer, al igual que la campaña, estuvieron marcadas por la histórica pandemia de coronavirus que ya dejó más de 232.000 muertos y devoró millones de empleos en Estados Unidos.

Los candidatos pasaron meses ofreciendo a los votantes visiones radicalmente diferentes sobre los problemas y el futuro de la nación, y el electorado respondió con enorme fervor, con un récord de más de 100 millones de votos por anticipado y millones de personas más desafiando al coronavirus para sufragar ayer de manera presencial, la mayoría a favor de Trump, según analistas.

Sin cifras oficiales aún de participación, la respetada web de monitoreo Elections Project afirmó que la concurrencia fue la más alta en 120 años, desde 1900, con un 66,9%, o unos 160 millones de votos -contra 137,5 millones en 2016- en un país donde el sufragio es voluntario.

Pese a la fuerte denuncia de fraude de Trump, no quedó claro qué tipo de acción legal argumentará frente a la Corte Suprema federal.

El recuento de votos siempre sigue después del día de las elecciones en Estados Unidos, y la mayoría de los estados tiene sus propias reglas sobre cuándo debe terminar.

Para el caso de las presidenciales, esto debe ser siempre antes de la fecha de diciembre en que se reúne el Colegio Electoral, que se fija por ley federal.

Varios estados aceptan votos por correo después del día de las elecciones, incluyendo Pensilvania, donde esos sufragios se reciben hasta tres días después de los comicios.

El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, tuiteó hoy que en su estado había aún 1 millón de votos por ser escrutados y prometió contar cada uno de ellos.

Trump pareció pedir que no se escrutaran esos votos de Pensilvania y que para ello recurrirá a la corte, aunque la práctica habitual es primero iniciar acciones legales en los estados en disputa y que éstas recién después lleguen al supremo tribunal.

El presidente nombró a tres de los nueve jueces de la Corte Suprema, con lo que el tribunal tiene ahora seis integrantes conservadores y solo tres progresistas.

Los demócratas históricamente superan a los republicanos en la votación por correo, mientras que los republicanos suelen recuperar terreno el día de la votación.

Algunos estados cuentan primero los votos presenciales y luego los emitidos por correo, como Michigan y Wisconsin, lo que explicaría por qué Biden ganó en uno y pasó al frente hoy en el otro, luego de que Trump sacara allí una gran ventaja inicial anoche al comienzo del escrutinio.

Biden sumaba ya 264 de los 270 votos del Colegio Electoral y Trump, 214.

El presidente conservó varios estados clave, entre ellos Texas, Iowa y Ohio; pero Biden se quedó con otros también competitivos, como New Hmapshire y Minnesota.

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, acumuló ya más votos de los que logró Barack Obama en las elecciones de 2008, en las que obtuvo su primera victoria electoral, superando así el récord establecido por quien fuera el primer presidente negro de Estados Unidos.

Según el recuento que ofrece la cadena Fox News, Biden recabó hasta ahora más de 69,77 millones de votos, frente a los 69,49 que obtuvo Obama en sus primeras elecciones, en las que se impuso al republicano John McCain, que sumó 59,94 millones.

En opinión de Nate Silver, director del portal Five Thirty Eight, especializado en asuntos electorales, es muy probable que Biden termine obteniendo «en torno a los 80 millones» si la participación total es de unos 155 millones.

Unas 101 millones de personas votaron por correo o de forma anticipada, citó la agencia de noticias Europa Press.

A su vez Trump, que según la cadena Fox News cuenta con 67,16 millones de votos, podría terminar con «entre 73 y 75 millones», escribió Silver en su Twitter, pronosticando que así ambos terminarían batiendo el récord de Obama.

No obstante, ser el candidato más votado no significa ser elegido Presidente, puesto que la elección en Estados Unidos es indirecta y el sufragio de los ciudadanos va para sus representantes en el Colegio Electoral, que es el que finalmente elige al mandatario.

En la historia de Estados Unidos hubo cinco candidatos que llegaron al poder sin haber ganado el voto popular.

El último de ellos fue el propio Trump.

En 2016, la demócrata Hillary Clinton obtuvo casi 2,9 millones de votos más que el republicano Trump, pero éste superó los 270 delegados necesarios en el Colegio Electoral.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata Joe Biden se dividieron los primeros estados en los que se proyectaron resultados en la carrera por la Casa Blanca, con los candidatos codo a codo en Florida y otras zonas vitales para definir la contienda, como Georgia y Ohio, sin un resultado claro.

A medida que las urnas comenzaron a cerrar en más de la mitad de los 50 estados del país, Edison Research proyectó que Trump ganaría Indiana y Associated Press dijo que Kentucky sería para el republicano, mientras que Fox News proyectó que Biden se impondría en Vermont y Virginia.

En Florida, un estado imprescindible para Trump en su búsqueda de los 270 votos electorales necesarios para quedarse en la Casa Blanca, los candidatos estaban empatados con un 49% de los votos con un 81% del total de los sufragios escrutados.

Millones de votantes, muchos con mascarillas y respetando el distanciamiento social, hicieron filas en todo el país para sufragar, sin señales de interrupciones en los lugares de votación que algunos habían temido tras una prolongada campaña marcada por una retórica provocativa en un país profundamente dividido.

Pero autoridades federales y estatales estaban investigando una serie de misteriosas llamadas automatizadas que instaban a la gente a no salir de sus casas.

El ganador de la carrera, que podría determinarse recién después de varios días, gobernará un país sacudido por la pandemia, que ha matado a más de 231.000 estadounidenses y ha dejado a millones más sin trabajo asolando a la economía.

Un tercio de los votantes estadounidenses mencionaron la economía como el asunto que más les importa al decidir su candidato a presidente, según una encuesta a boca de urna de Edison Research realizada el martes.

Biden, de 77 años y quien ha enfocado la contienda como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte de Trump, prometió esfuerzos renovados para combatir la pandemia, arreglar la economía y salvar la división política de Estados Unidos. El demócrata ha mantenido a lo largo de toda la campaña una ventaja relativamente estable en los sondeos.

Pero Trump, de 74 años, está lo suficientemente cerca en los estados indecisos como para reunir los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia. En 2016 derrotó a la demócrata Hillary Clinton a pesar de perder el voto popular nacional por unos 3 millones de papeletas.

El candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó en Flint, Michigan, que con las elecciones del martes se habrá terminado «con el caos, los tweets, la ira, el odio, el fracaso, la negativa a asumir cualquier responsabilidad» en alusión a su rival republicano, Donald Trump, quien durante un acto en Pensilvania se defendió de las críticas por su gestión de la pandemia de coronavirus y aseguró que el país está «sólo a unas semanas de la distribución masiva de una vacuna segura».

La elección de los lugares a visitar durante el último sábado de campaña no fue azarosa. Biden se concentró en Michigan, en las ciudades de Flint y Detroit, para consolidar el voto de los afroamericanos, mientras que Trump se concentró en Pensilvania, considerado un estado clave para la elección del martes 3 de noviembre, donde hoy agendó cuatro actos.

En Flint, Biden estuvo acompañado en el primer acto de la jornada por el expresidente Barack Obama, a quien acompañó como vicepresidente entre 2008 y 2016.

«Este martes, todo está en juego. Nuestros trabajos están en juego, nuestra atención médica está en juego. Si tenemos o no esta pandemia bajo control está en juego. Pero estas son las buenas noticias. El martes, usted puede elige el cambio», dijo Obama. «El martes, te pueden gustar Joe Biden y Kamala Harris. Puedes elegir un mejor Estados Unidos», agregó el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos antes de cederle la palabra a su candidato.

La presencia de Obama «me recuerda lo que podemos ser cuando tienes un presidente de carácter, un presidente respetado en todo el mundo, un presidente al que nuestros hijos admiran», dijo Biden al tomar la palabra. «Quiero decir algo que no decimos con suficiente frecuencia y lo digo desde el fondo de mi corazón; Barack Obama fue un gran presidente de los Estados Unidos de América», agregó.

Biden continuó diciendo que es hora de que el presidente Trump «haga las maletas y se vaya a casa», porque «hemos terminado con el caos, los tweets, la ira, el odio, el fracaso, la negativa a asumir cualquier responsabilidad».

«Tenemos mucho trabajo por hacer» y «si soy elegido su presidente, lo haremos. Vamos a actuar y también vamos a necesitar su ayuda para hacerlo», agregó Biden.

Casi al mismo tiempo, en Newton, Pensilvania, primera de las cuatro paradas en ese estado que ganó por apenas 50.000 votos en 2016, Trump dedicó 85 minutos a tratar de convencer al electorado.

Trump volvió a afirmar que Estados Unidos estaba «dando media vuelta» en lo que respecta a la pandemia del coronavirus, aunque ayer estableció un nuevo record mundial de casos reportados, que lo consolida como el país más afectado tanto en cantidad de casos como en muertos por la enfermedad.

El mandatario, elogió la respuesta de su administración a la pandemia, afirmando que una vacuna «acabaría con la pandemia de una vez por todas» y que el país está «ahora a solo unas semanas de la distribución masiva de una vacuna segura».

Durante los últimos cuatro meses, el presidente que minimizó los riesgos de la pandemia, insistió con frecuencia en la posibilidad de que una vacuna estaría disponible para el día de las elecciones.

Marcando las diferencias

A diferencia de los actos republicanos, los demócratas organizaron sus dos actos en Michigan con el formato «drive-in” en la que los seguidores acompañarán sin bajarse de sus autos. Una modalidad que se repitió durante toda la campaña por respeto a las recomendaciones sanitarias.

El objetivo demócrata es incentivar la participación del votante afroestadounidense, que en los comicios del 2016 cayó al 15% en ambas ciudades, lo que le permitió a Trump imponerse en ese estado y llevarse los 16 votos electorales que tiene Michigan.

A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años, los sondeos prevén un triunfo demócrata, pero Trump no abandonó la puja política y esta semana encabezó dos actos allí, incluyendo uno en Lansing, capital estatal.

El republicano se concentrará hoy en Pensilvania con cuatro actos en distintas localidades, en sintonía con el ritmo acelerado que le dio a su campaña para intentar revertir las encuestas que lo dejan afuera de la Casa Blanca.

El magnate realiza mitines con una multitud, sin distanciamiento social ni tapabocas, enmarcados en su discurso de minimizar la gravedad del coronavirus, que él mismo se contagió y se recuperó.

Incluso fue más allá y durante un acto en Michigan culpó al personal sanitario por las cifras de fallecidos: «Nuestros médicos obtienen más dinero si alguien muere a causa de la Covid-19. Quiero decir que nuestros médicos son personas muy inteligentes. Entonces lo que hacen es decir ‘lo siento, pero todos mueren de Covid-19”.

Los resultados de la votación en Pensilvania, estado natal de Biden, serán particularmente esperados el 3 de noviembre, después de la sorpresiva victoria de Trump en 2016, la primera de un candidato republicano desde 1988.

Más de 89 millones de estadounidenses emitieron ya su voto anticipado, una cifra récord que anticipa una participación histórica, según un conteo difundido por el grupo de monitoreo US Elections Project.

Esta mayor asistencia preliminar refleja el enorme interés que este proceso electoral suscita entre la población y el llamado, especialmente de los demócratas, a sufragar por correo para evitar las aglomeraciones ante la pandemia de coronavirus.

La Comisión de Debates Presidenciales descartó el encuentro planeado la próxima semana entre el presidente Trump y el candidato demócrata Joe Biden, según dijo al diario The Wall Street Journal una persona familiarizada con el asunto, después de que el presidente dijera que no participaría en un debate virtual.

El organismo organizador había dicho anteriormente que estaba cambiando el formato para el segundo debate planeado para el 15 de octubre en Miami a una reunión virtual. La decisión se tomó después de que el presidente y varias personas en la Casa Blanca dieron positivo por coronavirus.

El presidente dijo que no se uniría a un debate virtual y su campaña pidió que los dos debates restantes se retrasaran. La campaña de Biden, sin embargo, se opuso a cambiar las fechas.

A través de Twitter, el líder demócrata pidió que haya “unidad como Nación” ante las complicaciones de salud del presidente de los Estados Unidos.

El candidato a presidente del Partido Demócrata, Joe Biden, pidió unidad a sus seguidores ante la novedad de que el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, fue trasladado a un hospital por complicaciones en su salud luego de haber sido diagnosticado con coronavirus.

“Este no debe ser un momento partidario. Debe ser un momento estadounidense. Tenemos que unirnos como nación”, escribió Biden, en un escueto mensaje en Twitter.

Por recomendación médica, Donald Trump deberá pasar “los próximos días”, según informaron desde la Casa Blanca, en un hospital militar. Durante la tarde de este viernes el mandatario experimentó síntomas como aumento de la fiebre y tos persistente que obligaron a tomar esta determinación.

Esta noche, partirá en helicóptero desde la Casa Blanca hacia el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. Oficialmente se informó que la visita es preventiva y que Trump trabajará desde la suite presidencial del hospital, que está equipada para permitirle continuar cumpliendo con sus tareas.

Por su parte, Biden, resultó negativo en la prueba de COVID-19, tres días después del debate con Trump. El candidato demócrata a la Casa Blanca, decidió mantener un viaje programado a Michigan, un estado clave en la puja con el mandatario republicano. Cuando supo que Trump se había contagiado, le deseó a su adversario y a la primera dama, Melania Trump, también con COVID-19, una “pronta recuperación”. “Vamos a seguir rezando por la salud y la seguridad del presidente y de su familia”, había comentado en Twitter en un mensaje en nombre suyo y de su esposa.

El candidato republicano Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden se miden esta noche de martes 29 de septiembre en el primer debate presidencial en Estados Unidos, previo a las elecciones que se disputarán el martes 3 de noviembre de 2020.

A 35 días de las elecciones y con los votos anticipados que ya se están emitiendo en algunos estados, el primer debate presidencial de USA llega en un contexto de agitación marcado por coronavirus y las acusaciones cruzadas entre ambos contendientes.

El debate entre Trump y Biden comienza a las 22:00 horas de Argentina.

Claves y detalles del debate

De acuerdo al Presidente de la Unión Americana, Donald Trump, su contrincante, Joe Biden, emitió una solicitud para tener descansos a lo largo del debate, asimismo, el mandatario asegura que el demócrata pidió auriculares y se negó a hacerse una prueba de dopaje.

Sin embargo, el equipo de comunicaciones del ex-vicepresidente afirma que esto no es verdad, además, señalan que Trump tampoco ha dado a conocer si se hará un antidoping. «Por supuesto que no va a usar un auricular y nunca pidió tener descansos”, expresó el equipo de Biden.

La solicitud de Trump para que se realicen antidopings antes del debate llega luego que el Presidente señalara que el demócrata hace uso de narcóticos para debatir, mismo mito con el que inculpó a Hillary Clinton en el debate presidencial del 2016.

Un poco de contexto sobre el ‘fracking’:

El líder de la Casa Blanca asegura que Biden se encuentra en contra del fracking, también conocido como «fracturación hidráulica»​ o «hidrofracturación». Esto​ es una técnica para aumentar, o bien, facilitar, la extracción de gas y petróleo del subsuelo. Sin embargo, Biden no ha dado a conocer abiertamente ninguna propuesta para prohibir completamente el fracking.

Aunque claro, el demócrata sugirió que estaría bien «establecer un mecanismo de aplicación para lograr emisiones netas cero a más tardar en 2050», acto que involucraría una reducción significativa del fracking, hecho en el que Donald Trump se encuentra en contra debido a que se perderían empleos.

Al llegar a Ohio, uno de los primeros actos de Donald Trump fue tomar su cuenta oficial de twitter para afirmar que se encuentra muy por delante de su contrincante en las «verdaderas encuestas», esto, únicamente en el estado de Ohio.

«Recién llegado al Gran Estado de Ohio. Las verdaderas encuestas nos tiene a la cabeza incluso más que en 2016. Con Biden en contra del fracking (energía y empleos) y su Segunda Enmienda, ¡Deberíamos estar en muy buena forma!», señaló el actual líder de la Casa Blanca a través de la ya mencionada red social.

Falta poco para que el debate dé inicio. Mientras tanto, ambos candidatos ya han llegado a Cleveland, Ohio. Lugar en el que se llevará a cabo el encuentro.

A diferencia de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, los candidatos a la vicepresidencia, Mike Pence, y la senadora, Kamala Harris, sólo contarán con un solo debate, mismo que será moderado por Susan Page, jefa del buró de Washington para USA Today. Este único debate se llevará a cabo el próximo 7 de Octubre en Salt Lake City, Utah.

Temas 

La duración de este primer debate será de 90 minutos, mismos que se dividirán en seis segmentos de 15 minutos cada uno y no se tendrán pausas comerciales. Cada segmento abordará un tema diferente, los cuales son los siguientes:

– Los registros de Trump y Biden
– Corte Suprema
– Pandemia de coronavirus
– Protestas raciales y violencia en las ciudades
– Integridad electoral
– Economía

Al inicio de cada segmento, cada candidato contará con dos minutos para externar sus respectivos puntos de vista, una vez que estos hayan terminado se seguirá con la ronda de ida y vuelta hasta que terminen los 15 minutos. El moderador de este primer encuentro será Chris Wallace, presentador de Fox News Sunday.

Cabe mencionar que el debate de esta noche será el primero de tres encuentros que se tienen preparados de cara a las elecciones del 3 de Noviembre. El siguiente debate entre Donald Trump y Joe Biden se llevará a cabo el próximo15 de Octubre en Miami, Florida, mientras que el último tendrá lugar en Nashville, Tennessee el 22 de octubre.

El Servicio Secreto, la Guardia Nacional y la Policía de Cleveland comenzaron a resguardar las inmediaciones de la sede del Primer Debate desde muy temprana hora, pues se estima que se desaten protestas fuera del recinto.

Joe Biden aceptó oficialmente la candidatura presidencial del Partido Demócrata.

En su discurso en Delaware, Biden dijo que «unidos podemos y superaremos esta temporada de oscuridad en Estados Unidos«.

«El presidente actual ha cubierto a Estados Unidos de oscuridad por mucho tiempo», aseguró el ahora candidato durante sus palabras de apertura que apuntaron a Donald Trump.

«Demasiada rabia, demasiado miedo, demasiada división. Aquí y ahora, les doy mi palabra: si me confían la presidencia, recurriré a lo mejor de nosotros, no a lo peor. Seré un aliado de la luz, no de la oscuridad. Es hora de que nosotros, la gente, nos unamos «, añadió.

Antes de su intervención, Biden fue presentado en un video que repasó la vida y carrera del exvicepresidente, y destacó su papel como padre, esposo y líder político.

Los hijos de Biden, Ashley Biden y Hunter Biden, hablaron antes de que su padre aceptara la candidatura.

«Queremos decirte qué tipo de presidente será nuestro padre. Será duro. Y honesto. Cuidadoso y con principios. Él escuchará, estará allí cuando lo necesites. Te dirá la verdad incluso cuando no quieres escucharlo. Él nunca te defraudará «, dijeron juntos.

«Ha sido un gran padre y creemos que será un gran presidente», continuaron.

Joe Biden luchará por la Casa Blanca junto a Kamala Harris. El candidato demócrata a la presidencia anunció este martes que la senadora por California será su número dos en la campaña contra Donald Trump de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

El veterano político ya había adelantado que sería una mujer y había más de una decena de nombres en juego.

«Tengo el gran honor de anunciar que escogí a @KamalaHarris -una valiente luchadora en defensa de los menos poderosos y de los mejores funcionarios públicos del país- como mi compañera de fórmula [presidencial]», señaló Biden en Twitter.

Biden destacó además la labor de Harris como fiscal general de California, donde se puso frente a «los grandes bancos, levantó a la clase trabajadora, protegió a mujeres y niños del abuso».

Harris, de 55 años, se convertirá en la primera mujer negra y la primera de ascendencia asiática en ser candidata a la vicepresidencia del país.

La elección era crucial en un momento de crisis política, social, sanitaria y económica en Estados Unidos.

Y tenía que ser alguien a quien los demócratas consideraran «presidenciable», dada la avanzada edad de Biden, 77 años, y la posibilidad de que, de ganar, opte por no presentarse a la reelección en cuatro años.

«Me siento honrada de unirme [a Joe Biden] como la candidata de nuestro partido a vicepresidente, y haré todo lo posible para convertirlo en nuestro comandante en jefe», aseguró Harris en Twitter.

¿Quién es Kamala Harris?

La política demócrata nació en Oakland, California, en una familia de inmigrantes: una madre originaria de India y un padre nacido en Jamaica.

Tras el divorcio de sus padres, Harris fue criada principalmente por su madre, que profesa la religión hindú y era una investigadora especializada en el cáncer de mama y activista de derechos civiles.

Harris creció ligada estrechamente a su herencia en el sur de Asia, acompañando a su madre en sus visitas a India.

No obstante, la californiana ha subrayado que su madre adoptó la cultura afroestadounidense de Oakland, sumergiendo en ella a sus dos hijas, Kamala y su hermana menor, Maya.

«Mi madre siempre entendió muy bien que estaba criando a dos hijas negras», escribió Harris en su autobiografía The Truths We Hold.

«Sabía que su país de adopción vería a Maya y a mí como niñas negras y estaba decidida a asegurarse que nos convertiríamos en mujeres negras orgullosas y con confianza en nosotras mismas».

Harris estudió en la Universidad Howard, uno de los prominentes e históricos centros afroestadounidenses de estudios superiores del país, algo que ella describió entre las experiencias más formativas de su vida.

La destacada política asegura que siempre ha estado cómoda con su identidad y se describe a sí misma como «estadounidense».

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tildó de «desagradable» a la senadora negra Kamala Harris, quien fue elegida este martes por el precandidato demócrata como su pareja electoral para aspirar a la Vicepresidencia del país en los comicios del 3 de noviembre.

«Me sorprendió un poco que la eligiera», respondió Trump a los periodistas en la Casa Blanca durante su conferencia diaria sobre coronavirus.

«Es la más mala, la más horrible, la más irrespetuosa de todos en el Senado», agregó.

Pero ya antes en Twitter, Trump había reaccionado al colgar en su cuenta un video de su campaña electoral en el que califica a Kamala de «falsa» y a Biden de «lento», e indica que juntos son perfectos, pero «incorrectos para Estados Unidos».

La pieza, de 30 segundos, sitúa a la senadora afroamericana como parte de la izquierda radical, al apuntar que respaldó el plan de seguro médico para todos del ex aspirante a la nominación demócrata Bernie Sanders, pidió nuevos impuestos e incluso atacó a Biden por sus políticas racistas.

«Los votantes rechazaron a Harris. Detectaron inteligentemente a una falsa. Pero no Joe Biden. No es tan inteligente, se llama a sí mismo un candidato de transición», se escucha en el anuncio electoral, en el que se advierte que el virtual candidato demócrata está «entregando las riendas a Kamala».

Ya en la rueda de prensa, el gobernante aseguró que Harris, quien fue fiscal general de California, fue «extraordinariamente desagradable» con el magistrado del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh durante las audiencias para su confirmación en el puesto.

El juez nominado por el presidente estadounidense fue acusado en 2018 por una mujer de haberla violado, pero ella misma reconoció después que mintió para evitar su confirmación en el cargo.

Durante las deliberaciones para confirmar al magistrado, Harris indicó que Trump entiende el nombramiento de jueces del Supremo «como una herramienta para cumplir con su agenda».

Trump además apuntó que a Harris, quien formó parte de la abultada lista de aspirantes demócratas a la nominación, «le fue muy mal en las primarias».

Biden anunció este martes formalmente su decisión de escoger como aspirante a la Vicepresidencia a Harris de cara a las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.

Hija de padre jamaicano y madre india, la aspirante a la Vicepresidencia de EE.UU. fue previamente fiscal general de California antes de ganar su escaño en la Cámara Alta del Congreso estadounidense en 2016.

Asimismo, Harris, de 55 años, se presentó a las primarias demócratas en las que generó grandes expectativas en el arranque de la batalla, en las que tuvo de hecho varios choques con Biden, pero luego fue perdiendo impulso a medida que avanzó la campaña.

El que fue vicepresidente en los Gobiernos de Barack Obama (2009-2017) había anunciado desde hacía tiempo su intención de escoger a una mujer como compañera de candidatura.