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Ocurrió este domingo en una vivienda de Puerto Madryn. Personal de Criminalística dio cuenta del hallazgo a través de un llamado de un vecino que percibía olores nauseabundos. La víctima tenía 71 años.

Esta tarde, alrededor de las 16 horas, el personal de Criminalista de la Policía de Puerto Madryn halló muerto a un hombre que murió, según fuentes, hace 15 días por inhalación de monóxido de carbono.

Un vecino alertó la presencia de un olor nauseabundo que provenía de la casa de la víctima.

Según Criminalística, el hogar se encontraba invadido por un fuerte olor a gas y las estufas estaban prendidas al máximo. El caso esta en investigación, pero se presume que lo que se cobró la vida de esta persona de 71 años fue la inhalación de letal monóxido de carbono.

«Quiero agradecer a los amigos de Sucesos Argentinos por este video y al querido Carlos Nilson, autor de melodías entrañables de la televisión argentina, por la música que lo acompaña», expresó el presidente.

El presidente Alberto Fernández llamó este domingo a los argentinos a «cuidarse entre todos más que nunca» ante la pandemia de coronavirus.

El mandatario recurrió a su cuenta de Twitter para agradecer un video publicado por la productora de cine y comunicación política Sucesos Argentinos, donde se reafirma el pedido a la sociedad para que cumpla con las normas del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno desde el 20 de marzo para mitigar la propagación de la enfermedad.

Al respecto, el Presidente añadió: «En esta nueva etapa tenemos que cuidarnos entre todos más que nunca».

Quiero agradecer a los amigos de @OkSucesos por este video y al querido Carlos Nilson, autor de melodías entrañables de la televisión argentina, por la música que lo acompaña.

En esta nueva etapa tenemos que cuidarnos entre todos más que nunca. https://t.co/cMlZIdkXei

El video muestra imágenes de ciudadanos en cumplimiento de la cuarentena y el trabajo del personal destinado a actividades esenciales, y cierra con un fragmento de un discurso del Presidente en el que afirma que «cuando todo esto haya pasado, vamos a hacer una sociedad más justa».

Los gremios textiles Setia y AOT a nivel nacional firmaron un nuevo acuerdo con empresarios por el cual los trabajadores que se queden en sus casas percibirán el 80 por ciento del sueldo, que será abonado una parte por el Gobierno Nacional y la otra por las empresas. Rige hasta el 31 de julio, y podría extenderse dependiendo de la evolución de la pandemia del Covid-19.

Este acuerdo implica una mejora respecto de aquel convenio que habían rubricado en abril, por el cual el salario no llegaba a los 20.000 pesos, y motivó una marcha de trabajadores en Trelew rompiendo la cuarentena. En ese momento, los trabajadores repudiaron que la conducción nacional les había dado la espalda, y pidieron mayor presencia de la conducción provincial. Setia a nivel nacional, en cambio, no firmó el convenio que representaba un 65 por ciento del sueldo, aproximadamente.

El convenio mejorado entró en vigencia en las últimas horas, y es retroactivo al mes de abril, por lo que las empresas tendrán que liquidar las diferencias adeudadas con respecto a los sueldos liquidados desde esa fecha. Según fuentes gremiales, los trabajadores textiles de Trelew que tengan que cumplir con el aislamiento verán consolidada una mejora de entre 4.500 y 5000 pesos en sus haberes. Estas mejoras salariales comenzarán a verse reflejadas los primeros días de junio, cuando se liquidan la segunda quincena de mayo, y también comprenden la primera mitad del mes y abril completo.

Desde el sector de textiles, indicaron que en líneas generales la aparición de nuevos casos positivos de Covid-19 en Trelew no resintió la actividad en las fábricas del Parque Industrial, que siguen produciendo como lo habían acordado. En los casos de Tendlarz y Pelama, indicaron, están operando con un grupo reducido de personal en la pandemia, mientras que Unilán y Soltex están con los planteles casi completos.

Víctor Fratto, Especialista en Áreas Protegidas, Comunicación Estratégica y Desarrollo Sustentable, explicó, que la pandemia del COVID-19 trajo aparejada una serie de cuarentenas con diferentes modalidades según cada país. La cuarentena supone menos movilidad de personas, por ende de vehículos, así como también una caída en la producción y el consumo de petróleo. Esta situación repercute principalmente en la economía, pero también en el ambiente. En este artículo nos ocuparemos de lo segundo.

AHÍ VIENEN LOS ANIMALES

Quizás una de las manifestaciones ambientales que más difusión ha tenido, es la aparición de animales dónde antes no se los veía. Esto de que los animales recuperaron su espacio, es relativo. Ver guanacos o carpinchos paseando por playas que habitualmente estarían ocupadas por humanos, efectivamente tiene que ver con la ausencia de personas. Estos grandes herbívoros no encuentran peligro ni razones para no transitar y allí van. Pero a decir verdad, la novedad es ver a esta fauna por playas usadas regularmente por la gente, y no que estén en la playa, ya que esto es algo común de observar en costas menos frecuentadas por personas.

Luego, observar zorros, ciervos, jabalíes, monos, etc. en calles de distintas ciudades del mundo puede deberse a diferentes factores, no siempre relacionados con el “recuperar el espacio”. Está claro que no hay más animales que antes, sino que ahora se dejan ver. Algunos componentes de la fauna silvestre frecuentan la periferia de las ciudades, alimentándose de lo que se desecha en basurales, desperdicios que quedan a la vera de las rutas, o áreas silvestres utilizadas con fines recreativos en las que algunas especies se habituaron a comer de los restos de comida que quedan en los tachos, o que la gente ex profeso les da.

Al disminuir la circulación, los animales deben buscar nuevas fuentes de alimento y recurren a la zona urbana. De ahí que se observaron jabalíes en las calles comiendo de bolsas de residuos.

En algunas localidades se detectó un cambio de hábito y comportamiento más agresivo de las ratas. La alimentación de estos roedores depende en gran medida, de los desperdicios de bares, pubs, hoteles, centros comerciales y restaurantes. Al dejar de funcionar estos locales, las ratas modificaron sus hábitos principalmente nocturnos y fueron por residuos urbanos a plena luz del día.

CALIDAD DEL AIRE

Las emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2) han aumentado considerablemente en los últimos 120 años, lo cual está sujeto al aumento de la población mundial y los procesos de industrialización. De aproximadamente 2 millones de toneladas anuales de CO2 a principios del siglo pasado, llegamos al 2020 con algo más de 35 millones. Este aumento en las emisiones se ha visto frenado, y hasta disminuido, por eventos mundiales como la Gripe Española en 1918, la Gran Depresión en la década del 30, el fin de la Segunda Guerra Mundial, el colapso de la Unión Soviética y está sucediendo ahora con la pandemia del COVID-19. La Agencia de Energía Internacional estima que en 2020 el mundo usará un 6% menos de energía, lo que a su vez lleva a una caída de las emisiones de CO2. También ha disminuido la emisión de dióxido de nitrógeno que es un gas nocivo emitido por motores de vehículos, plantas de energía y complejos industriales.

Es posible que en algunas ciudades del mundo estén respirando un aire un poco más limpio, sin embargo, los expertos son cautelosos con este cambio y lo llaman reducción “temporal” de gases de efecto invernadero, ya que como ha ocurrido en el último siglo, las emisiones, en algún momento se estabilizarán y luego volverán a aumentar.

DE LOS CANALES DE VENECIA AL RIACHUELO

Una cosa es que los peces hayan regresado, y otra muy distinta es que siempre estuvieron pero ahora los vemos. Esto es lo que se ha observado en los canales de Venecia y en el río más contaminado de la Argentina. En ambos casos el factor común ha sido un cambio en la turbidez del agua. En los canales más famosos del mundo, una paralización del tráfico náutico significó menos movimiento del agua, lo que provocó que los sedimentos decantaran y el agua se volviera traslúcida, permitiendo observar el fondo, los peces y moluscos que nunca se fueron de ahí.

Algo similar ocurrió en el Riachuelo, tristemente conocido por su altísima contaminación. Sin embargo, algunas especies de peces y tortugas resisten el embate químico proveniente de las descargas industriales y viven en estas aguas. Aquí no se ha llegado a ver el fondo, pero la disminución de descargas industriales permitió observar a estos animales nadando cerca de la superficie.

CUANDO LA PANDEMIA TERMINE

Cuando esta crisis sanitaria y económica termine, la contaminación ambiental, de a poco, volverá a la normalidad. No hay razones para pensar que las emisiones de gases de efecto invernadero van a seguir en caída. Los animales regresarán a los lugares donde se los encuentra corrientemente y las aguas volverán a enturbiarse.

Pero quizás el cambio más importante es que en nuestras mentes y corazones quedarán grabadas las imágenes y sensaciones de que otro mundo es posible. Que independientemente de la contaminación provocada por las grandes industrias y movimientos económicos, los cambios comienzan por casa, intentando cada uno ser un poco más amigable con el ambiente que nos rodea, el único que tenemos.

El Ministro de Educación, Nicolás Trotta, adelantó hoy que «en las próximas semanas vuelven las clases en algunas provincias», en tanto que remarcó que esa decisión se postergará en el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires para agosto o septiembre.

Trotta subrayó que se «están analizando con los gobernadores» las posibles fechas de reinicio de clases, al señalar que «hay un nivel de circulación distinto en cada provincias del país».

«Entonces frente a eso, hay gobernadores que manifestaron su voluntad de iniciar un período escalonado del reinicio de clases», explicó el funcionario nacional.

En tanto, el ministro afirmó que la determinación de regresar a las clases «es del Gobierno Nacional», pero aclaró que «la decisión final la va a tener cada gobernador, siempre cumpliendo dos conceptos básicos: cumplir los protocolos y tener consenso social con toda la comunidad educativa.

«Estamos analizando con cada gobernador la posibilidad de que vuelvan las clases en cada provincia», sostuvo en declaraciones radiales.

A la vez, advirtió: «Hay que ser muy cuidadosos, porque a veces perdemos de vista que estamos frente a una pandemia, no hay que relajarse y hay que convivir con el distanciamiento social y cierta modificación de conductas que antes eran normales y ahora no los son».

En cuanto a un estimativo de tiempo para el regreso a clases en el AMBA, el ministro aseguró: «Nos gustaría pensar que en agoto o septiembre podríamos volver, pero no tenemos esa certeza».

«Sí tenemos la certeza que vamos a garantizar el cuidado de la salud», remarcó.

Además, Trotta se refirió a la baja en el pago de las cuotas en los colegios privados: «Cada vez se paga menos, nos preocupa la situación de las familias, citamos a las 4 asociaciones y acordamos con ellas que se pueden posponer los pagos y que eso no tenga impacto en el acceso a la educación de los chicos».

Sobre cuál será el comportamiento luego de la pandemia, el ministro enfatizó que hay que «mantener el distanciamiento social en el aula, los espacios comunes».

«El propio hecho que no haya contacto entre distintas aulas, el ingreso al aula y el uso del transporte público, que a pesar que no es nuestro ámbito, tenemos que tenerlo en cuenta», indicó.

Y agregó: «Esta pandemia permitió que la sociedad en su conjunto tome conciencia de la profunda desigualdad, que no nació con la pandemia pero también está en el campo educativo. Nosotros desplegamos una agenda analógica, no el uso de la tecnología, porque hay grandes niveles de desconectivdad y profunda desigualdad».

La pregunta ya no es «si» habrá una segunda ola de contagios por coronavirus, sino «cuándo y qué tan devastadora» será, dice la bióloga celular Jennifer Rohn, quien ha estado siguiendo de cerca el desarrollo de la pandemia en Asia y su propagación por todo el planeta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el nuevo coronavirus puede haber llegado para quedarse y que mantenerlo bajo control requerirá un «esfuerzo masivo».

Incluso los países con estrategias efectivas para hacer frente a la pandemia a través de pruebas, rastreos y confinamientos, como Corea del Sur y Japón en Asia, pero también Alemania en Europa, han visto nuevos picos en las infecciones después de que se relajaran las restricciones.

Esta semana, el equipo de respuesta covid-19 de la Unión Europea sugirió que Europa debería prepararse para una segunda ola.

La pregunta es cuándo y qué tan grande», dijo la directora del equipo, Andrea Ammon, según un informe del periódico The Guardian.

Los gobiernos de todo el mundo ahora tienen que tomar medidas contra una posible segunda ronda del virus y sus ojos están puestos en Asia Oriental.

¿Qué lecciones podemos sacar de los países que tuvieron que lidiar con la covid-19 primero y que están por delante del resto en la curva de coronavirus?

Cada caso, cada contacto

La principal lección que Asia Oriental tiene para el resto del mundo, según los expertos en salud de la OMS que monitorean la región, es que es crucial «encontrar, aislar, evaluar y atender cada caso, y rastrear y poner en cuarentena a cada [persona con la que un infectado entró en] contacto», dice el el director general de la OMS, Tedros Adhanom.

Jennifer Rohn, experta en virus y células del University College London, está de acuerdo: «Teniendo en cuenta los datos procedentes de Asia, hemos visto que la única forma de controlar una segunda ola es mediante pruebas agresivas, rastreo y luego, cuarentena».

Por ejemplo, Corea del Sur fue una vez un punto de acceso de la covid-19, pero al principio el gobierno introdujo pruebas exhaustivas al tiempo que confiaba en aplicaciones y tecnología GPS para rastrear los casos.

Esta estrategia les permitió «establecer sistemas de alerta locales, por lo que incluso si la situación general está bajo control pero surge un nuevo enfoque, esa ubicación particular puede ser aislada», agrega Rohn.

Su eficacia se confirmó recientemente cuando un grupo de nuevas infecciones registradas a principios de mayo, después de semanas sin casi ningún nuevo contagio doméstico, fue rápidamente rastreado y vinculado a lugares específicos en el popular distrito de clubes nocturnos de Seúl.

Una tarea que implicó rastrear a hasta 11.000 personas.

Análisis de datos

La lección número dos, dicen los expertos, es que es necesario recopilar e interpretar datos e investigaciones de lugares como China, Japón y Corea del Sur para comprender cómo se comporta el virus.

«Ahora sabemos algo sobre la tasa de recuperación [el tiempo que toma desde la infección hasta la recuperación], pero todavía tenemos mucho que aprender sobre la tasa de contacto [la probabilidad de contagio durante el contacto]», dice el profesor Alistair McGuire, presidente de Economía de la Salud del Departamento de Política de Salud de la London School of Economics (LSE).

Este es un nuevo virus que se comporta de manera diferente a otros que han surgido en los últimos años, como el SARS en Asia o el ébola en África, por lo que la recopilación y el contraste de información para llenar la mayor cantidad de vacíos posible es crucial.

Luego, una tercera lección proviene de la triste comprensión de cómo se comporta el virus una vez que se relajan las restricciones: «No seas demasiado optimista», advierte el profesor McGuire a la luz de la experiencia asiática.

Un confinamiento exitoso no significa que un área estará libre de coronavirus. La región de Hokkaido, en Japón, fue una de las primeras en imponer un encierro severo a finales de febrero.

Coronavirus en Japón

las 3 lecciones que deja la segunda ola de contagios de covid-19 en la isla de Hokkaido
A mediados de marzo, el número de casos nuevos se había reducido a uno o dos por día. El éxito de las medidas fue tal que se levantó el estado de emergencia y, en abril, las escuelas habían reabierto sus puertas.

Pero menos de un mes después, el estado de emergencia tuvo que volver a imponerse, ya que la isla luchaba contra una segunda ola de contagios abrupta.

Esto por ahora, no debería sorprendernos, dice Rohn: «Incluso en países donde la epidemia parece estar bajo control, a medida que las políticas se relajan, las infecciones aumentan. Esto es algo que va a suceder en todo el mundo».

No una, sino dos pruebas

Hay un mensaje simple que los expertos en salud repiten: «Lo realmente importante que hemos aprendido de Asia es que las pruebas son cruciales», dice Rohn.

«Una de las razones por las cuales Corea del Sur fue tan efectiva para contener el virus es debido a su política agresiva de pruebas, rastreo y cuarentena», agrega la experta.

Al principio, los casos en Corea del Sur se dispararon. Pero el país desarrolló rápidamente un sistema para realizar alrededor de 10.000 pruebas diarias de forma gratuita desde febrero, basándose en la experiencia que habían reunido durante el brote del Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (MERS por sus siglas en inglés) de 2015.

«La forma en que dieron un paso adelante y examinaron a la población fue realmente notable», le dijo a la BBC en marzo Ooi Eng Eong, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad Nacional de Singapur.

Los países occidentales que tomaron en cuenta el enfoque de pruebas masivas del Este de Asia, como Alemania, lograron mantener su número de muertos mucho más bajo en comparación con otros países europeos que no lo hicieron, como Reino Unido y España.

«No solo necesitamos saber quién tiene el virus, lo cual se puede descubrir con una prueba de hisopado, también necesitamos una prueba de anticuerpos para saber quién lo tuvo», dice el profesor McGuire.

En Taiwán y Japón, por ejemplo, se rastreó y confinó a quienes daban positivo y a aquellos con quienes habían entrado en contacto, por lo que surgió un mapa de quién se había contagiado y de dónde se había propagado la infección.

Los «coronadetectives» de Singapur llegaron a los titulares de todo el mundo, ya que localizaron a miles de personas que habían estado en contacto con el virus, utilizando imágenes de videovigilancia y otros métodos y les ordenaron que se autoaislaran hasta que salieran los resultados de las pruebas.

A los aislados se les contactaba varias veces al día y, a veces, se les pedía que enviaran pruebas fotográficas de su ubicación.

Hong Kong estableció sistemas aún más intrusivos, con brazaletes electrónicos para quienes llegaban del extranjero.

Expertos advierten que los países que no hayan realizado pruebas y rastreos masivos carecerán de datos esenciales a la hora de contener olas posteriores.

«Sabemos que esta es una enfermedad realmente infecciosa», agrega McGuire, «solo hay que mirar lo que sucedió en Corea del Sur, un país con políticas eficientes… una vez que se relajaron, una sola persona logró contagiar más que otras 100 en un solo fin de semana».

Y el país se está preparando para otro posible grupo de infectados, ya que se detectaron 13 nuevos casos de covid-19 el 18 de mayo en uno de los principales hospitales de Seúl.

Pero como han sido consistentes con su recopilación de datos, los Centros Coreanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (KCDC por sus siglas en inglés) pudieron establecer el origen de nueve de esos nuevos casos casi de inmediato, según la agencia de noticias Yonhap.

Reinventar la salud pública

También es importante observar lo que los servicios de salud pública pueden aprender de su propia experiencia, dice la profesora Judit Vall, quien ha estado monitoreando cómo los sistemas de salud están lidiando con el coronavirus desde la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona.

«En esta pandemia, el sector de la salud ha demostrado que puede reinventarse y adaptarse rápidamente», le dice a la BBC.

China construyó un hospital de 1.000 camas en Wuhan, la ciudad donde se originó la pandemia de covid-19, en solo ocho días, y abrió el camino sobre cómo planificar y organizar hospitales de campaña de emergencia.

«Los hospitales y centros de atención primaria en todo el mundo han aprendido mucho de otros, pero también de ellos mismos», dice Vall, «y estarán en una mejor posición para manejar la próxima ola cuando esta llegue».

Y hay otro consejo muy importante antes de lo que parece una batalla prolongada contra la enfermedad, dice Vall: «Cuidar la salud mental a corto y largo plazo de los trabajadores de salud».

«Hay estudios en Asia que muestran cómo después de una experiencia como esta, los trabajadores de la salud pueden sufrir trastornos de estrés postraumático», afirma.

«Al observar los datos anteriores, nos dimos cuenta de que incluso tres años después del brote de SARS a principios de la década de 2000, alrededor del 10% del personal en ese momento todavía informaba de síntomas de depresión».

Olas sucesivas durante muchos meses

A medida que los epidemiólogos monitorean el desarrollo de la pandemia en el tiempo y el espacio, ya han establecido que el virus se mueve «en olas».

«Pero solo son olas porque estamos bloqueando y reduciendo las posibilidades de contagio», dice Rohn. «De lo contrario, experimentaríamos un frente destructivo masivo».

«Las infecciones regresan cuando levantamos el confinamiento. Esto es lo que sucede cuando tienes un nuevo virus y no hay inmunidad en la población», agregó.

Por más aterrador que pueda parecer para la población en general, las segundas olas son un escenario común en una pandemia, como lo revela la historia y la OMS afirma que «las olas de actividad se extendieron durante meses», por lo que señales inmediatas de «tranquilidad» pueden resultar prematuras.

«No es solo lo que podemos aprender de otros países, sino también lo que podemos aprender del pasado», le dice a la BBC Laia Maynou, del departamento de Política de Salud de la LSE, «y especialmente de lo que sucedió con la gripe española en 1918, que es la única otra experiencia que tenemos [registrada] comparable a la pandemia actual».

«En ese momento, se recopilaron muchos datos detallados sobre cómo se relajaron los confinamientos. Nuevos estudios basados ​​en las viejas cifras nos están dando información valiosa sobre cómo las segundas olas golpean a diferentes poblaciones», dice Maynou.

«En 1918, hubo una ola tras otra en todo el mundo, dependiendo de lo estrictas que eran las políticas», agregó Rohn.

«Somos optimistas por naturaleza pero ahora los gobiernos necesitan gestionar las expectativas de la gente».

Y como hemos visto en Asia, «lo más probable es que sea un escenario de ‘mirar, esperar y responder’ y podríamos encontrarnos en esta situación hasta 2022», afirma Rohn.

Juego de espera

Pero tal vez, la principal lección a tener en cuenta sea que «no hay una sola medida o táctica que haya marcado la diferencia» por sí sola, dice Naoko Ishikawa, gerente de incidentes covid-19 de la OMS para la Región del Pacífico Occidental.

«No se trata solo de las restricciones físicas o de distanciamiento físico. Muchos de los países y áreas de esta región han hecho todas estas cosas, a través de un enfoque integral de todo el gobierno y toda la sociedad», agrega.

La capacidad de responder a las segundas olas parece depender de una combinación de medidas articuladas juntas, así como de grandes datos para evaluar y ajustar la respuesta.

«Muchos de estos enfoques son lecciones aprendidas del brote de SARS de 2003», mientras que otros se han aprendido en los últimos meses, afirma Ishikawa.

La OMS ha advertido contra el intento de predecir cuándo desaparecerá el virus.

La experiencia de Corea del Sur y Japón es una historia de advertencia sobre cuán precarios son los mecanismos de control contra este virus.

«Aunque actualmente no estamos viendo transmisión comunitaria a gran escala en esta región, tampoco podemos bajar la guardia», dice Ishikawa.

Gonzalo Belloso, Director de Desarrollo de la Conmebol, anticipó que la «FIFA tiene la voluntad de comenzar las eliminatorias para el Mundial de Qatar en septiembre», y que las dos fechas pendientes que iban a tener lugar en marzo pasado «pasarían al mismo mes de 2022».

«La FIFA tiene la voluntad de iniciar las eliminatorias mundialistas en septiembre y es el organismo que toma la decisión, porque la Conmebol lo que hace es producirlas, poniendo los escenarios, los árbitros y, por supuesto, los equipos», le explicó a TyC Sports el ex futbolista de Rosario Central y Lanús.

«Si las condiciones están dadas se podrá jugar, lo mismo que la Libertadores y la Sudamericana, y en todos los casos con los formatos ya establecidos, porque puntualmente en lo que a las eliminatorias se refiere, la FIFA no quiere modificarlos, ya que están predeterminados para todos los continentes», afirmó.

El también ex Racing Club y Colón anticipó también que las dos primeras jornadas del 26 y 31 de marzo pasados que fueron postergadas por la pandemia de coronavirus «si se puede empezar efectivamente en septiembre, pasarán para las mismas fechas, pero de 2022, por lo que pasarían a ser la últimas de la clasificación».

Esta última afirmación del «Pejerrey» Belloso cambia sustancialmente el panorama para el seleccionado argentino, ya que el debut del 26 de marzo iba a ser como local frente a Ecuador, un seleccionado que venía en un proceso declinante de su rendimiento en ese momento, mientras que el 31 de ese mes iba a visitar a Bolivia en la altura de La Paz.

Eso significa entonces que, a menos que lo haya conseguido con antelación, el seleccionado dirigido por Lionel Scaloni se estaría jugando el pasaje a Qatar en los 3.600 metros de altura del estadio Hernando Siles. Para ir a Rusia lo hizo en los 2.850 metros de Quito, frente a Ecuador, al que superó 3-1 con triplete de Lionel Messi.

Y justamente Messi es el otro eje de esta modificación en el calendario, ya que el capitán albiceleste debe purgar una fecha de suspensión pendiente de la Copa América de Brasil (también se desarrollará el año próximo, entre junio y julio, con organización conjunta de Argentina y Colombia), y en ese caso el partido en que estaría ausente no sería frente a los ecuatorianos sino ante Paraguay.

Ese encuentro ante los dirigidos por el argentino Eduardo Berizzo estaba programado originalmente para el jueves 3 de septiembre, si se cumple el deseo de Scaloni, supuestamente en la Bombonera.

La jornada siguiente será cinco días más tarde, el martes 8, de visitante ante otro seleccionado dirigido por un argentino como el Perú de Ricardo Gareca.

Pero sería octubre el mes más complicado para Argentina, ya que en esa ventana primero será local de Uruguay el jueves 8 y luego visitante nada menos que de Brasil en un día justamente no abonado a la suerte por los más cabuleros como los es el martes 13.

Y el cierre del año, con las fechas 7 y 8, tampoco será de pronóstico sencillo para el equipo nacional, ya que el jueves 12 de noviembre Argentina recibirá a Chile y el martes 17 será visitante de Colombia.

La primera rueda terminará el 25 de marzo del año próximo con Argentina visitando a Venezuela y se abrirá la segunda el 30 de ese mes con la décima, en la que recibirá a Bolivia. Después llegaría el parate previo a la Copa América, siempre pandemia mediante.

El rosarino Belloso, de 46 años, fue en consonancia con su superior inmediato, el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, quien sostuvo en estos días que el organismo avala desde la logística de todo tipo, sanitaria y deportiva, en ese orden, el retorno de la actividad internacional en Sudamericana para cuando llegue la primavera a la región.

Según manifestaron a Télam distintos economistas, luego de que se fijara el 2 de junio como un nuevo límite para llegar a un entendimiento.

La llegada a un acuerdo entre el Gobierno y los acreedores por la reestructuración de la deuda externa podría llegar «en el corto plazo», según manifestaron a Télam distintos economistas, luego de que se fijara el 2 de junio como un nuevo límite para llegar a un entendimiento.

El viernes pasado el ministro de Economía, Martín Guzmán, expresó que existe una «comprensión mutua cada vez mayor» entre el Gobierno y los acreedores y que, si bien «todavía hay una distancia importante que recorrer», lo más importante es que «todos los lados permanecen en la mesa para encontrar una solución».

«Seguramente el 2 de junio se pueda llegar a un entendimiento de entre el 50 y el 60 por ciento de la masa a reestrucutrar. Eso sería un paso inicial muy significativo para luego, en un par de meses más, terminar de alcanzar las mayorías en cada bono para un canje completo», aseguró Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.

En ese sentido, afirmó que «está claro que el Gobierno ha dado muestras de flexibilizar su oferta» y que «la Argentina y los acreedores han entendido que una situación de default abierto y una ruptura de negociaciones es el peor escenario para ambas partes».

La Argentina y los acreedores han entendido que una situación de default abierto y una ruptura de negociaciones es el peor escenario para ambas partes”

RICARDO DELGADO

Matías Rajnerman, economista Jefe de Ecolatina, aseguró: «En el corto plazo se va a poder llegar a un acuerdo. El mercado está descontando eso con la baja del Riesgo País, la suba de los bonos y la estabilidad cambiaria».

Para Guido Lorenzo, director de LCG Consultora, «lo más razonable sería que se esté cerca de cerrar un acuerdo» con una propuesta de «entre 53 y 57 dólares» por cada 100 lo cual «si bien no es una quita del 65% como la primera oferta del Gobierno, sí es importante».

«Seguramente se resuelva en los próximos días y van a quedar holdouts que, de a poco, se pueden ir sumando. Es importante que ingresen primero los de los títulos de (Mauricio) Macri ya que, como tienen las clausulas de acción colectiva más baja los de la reestructuración de 2005 y 2010, van a arrastrar a los demás bonistas», dijo Lorenzo.

En lo que respecta a los cambios que hará el Gobierno a su propuesta inicial, sostuvo que «sacar la quita de capital sería lo adecuado» y que «no debería ofrecer demasiado cupón (de interés) porque eso repercutiría en el alivio de la deuda a largo plazo, comprometiendo la sustentabilidad de la deuda a futuro».

Seguramente se resuelva en los próximos días y van a quedar holdouts que, de a poco, se pueden ir sumando.”

GUIDO LORENZO

Eva Sacco, economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), sostuvo que «es posible que se cierre el acuerdo» y que el eje de la discusión pasará por el período de gracia que demandó el Gobierno en su primera oferta.

«Algún tipo de oferta como, por ejemplo, comenzar el pago de capital o intereses en 2022 la vuelve muchísimo más atractiva, aunque ofertas más atractivas para los bonitas vuelven más difícil el afrontarlas a futuro», sostuvo Sacco.

Sin embargo, la economista del CEPA marcó que, de resolverse este escollo, el eje pasará por el vencimiento de la deuda con organismos multilaterales que habrá que afrontar en los próximos años.

«En 2022 vence mucha deuda de organismos multilaterales. El objeto del gobierno es diseñar la oferta más atractiva posible sin que la misma se vuelva en contra nuestra a futuro. Lo cual no es fácil», aseguró.

Por su parte, el analista Christian Butteler sostuvo que «tarde o temprano, la deuda va terminar arreglándose» y que hoy «la pelota está en la cancha del Gobierno» ya que «en la medida que se acerque a las contraofertas habrá chances de cerrar antes».

«Es una pena que se haya desperdiciado tiempo y que se haya caído en default. Eso no ayuda en nada», lamentó Butteler, para quien ahora se corre el riego de que algún fondo pida la aceleración de los pagos, lo cual «cambiaría absolutamente todo» y pone a la Argentina en una posición » de mucho menos ventaja».

Es una pena que se haya desperdiciado tiempo y que se haya caído en default. Eso no ayuda en nada.”

CHRISTIAN BUTTELER

En esa misma línea opinó Leandro Marcarian, economista jefe de Fineco advisors, para quien hoy existe «una carrera contrareloj» antes del próximo vencimiento de deuda a finales de junio y «en la medida que no se encuentre un punto intermedio, la posición del Gobierno se debilita», agregó.

«Cuanto más cerca estamos de un nuevo vencimiento más presión hay sobre le gobierno para acordar. Los bonistas están en una situación más cómoda», aseguró.

En una reunión que compartió esta tarde en la quinta de Olivos con los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller, titular de la Comisión de Presupuesto, el presidente Alberto Fernández dio luz verde para que el proyecto de ley que propone gravar los grandes patrimonios sea debatido cuanto antes en la Cámara baja.

«Métanle para adelante», enfatizó el jefe de Estado durante la reunión luego de que los diputados le expusieran, en detalle, los alcances de la iniciativa, que aún no fue presentada formalmente. Heller y Máximo Kirchner, presidente del bloque del Frente de Todos, se reunirán este fin de semana para definir el comienzo del debate del proyecto, que arrancará en la Comisión de Presupuesto.

«Con la cuarentena, el Congreso adoptó una nueva mecánica por medio de un sistema de debate remoto: este es un proyecto complejo que demandará mucha discusión. Eso es lo que tenemos que calibrar», indican fuentes legislativas.

El proyecto en cuestión propone aplicar un tributo extraordinario (por única vez) sobre las personas físicas con fortunas mayores a los 3 millones de dólares; según los cálculos preliminares del diputado Heller, alcanzaría a 12.000 personas que ostentan este nivel de riqueza. La recaudación, según las estimaciones, oscilaría entre los 3000 y 4000 millones de dólares, la cual se destinaría específicamente a afrontar los problemas sanitarios, económicos y sociales que provoca la pandemia de coronavirus en el país.

«No tenemos ningún obstáculo, ni límite ni condicionamiento para avanzar con el proyecto», celebró el diputado Heller en diálogo con LA NACION, a la salida de su reunión con el Presidente. «Desde que irrumpió la pandemia de coronavirus en el país, el gasto público está siendo financiado con emisión monetaria. Con este tributo se pretende generar ingresos fiscales con el objetivo de achicar el impacto de la emisión», sostuvo.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, ha estado monitoreando la cantidad de recursos que los gobiernos en 168 países han invertido para enfrentar la pandemia de coronavirus.

Enormes paquetes fiscales de emergencia están inyectando dinero a la economía para mitigar los efectos de una crisis económica global que, según los pronósticos de expertos y organismos internacionales, será la peor desde la Gran Recesión de los años 30.

En estas inéditas circunstancias, el dogma de mantener el equilibrio fiscal y no incurrir en gastos fuera del presupuesto quedó en el pasado, en la medida que los contagios y las muertes se expandieron rápidamente casi a todo los rincones del planeta.

«Es un nivel de gasto extraordinario», le dice a BBC Mundo Ceyhun Elgin, director del Programa de Master en Economía de la Universidad de Columbia, Nueva York.

Hasta ahora, el monto total del gasto fiscal a nivel global se acerca a los US$7,2 billones, equivalente a unos US$1.152 per cápita, según Elgin.

El ranking del gasto fiscal por covid-19

Para poder hacer una comparación sobre el tamaño de los paquetes de rescate, la investigación de Columbia los presenta en relación al PIB de cada país.

Así entonces el primer lugar lo ocupa Japón con un 21% del PIB, seguido por Luxemburgo (20%), y Bélgica (19%).

En el otro extremo, entre los países que -por distintas razones- no han invertido recursos adicionales a los que tenían contemplados en su presupuesto fiscal están Turkmenistán, Yemen, Omán o Argelia.

¿Por qué hay tanta diferencia entre los paquetes?

Sin duda los países más ricos tienen más posibilidades de aumentar su gasto fiscal, pero no es el único factor.

Elgin explica que los países con menos camas de hospital han tenido que desembolsar más recursos, algo que está directamente relacionado con la calidad y la cobertura del sistema de salud de cada país.

El nivel de exposición a la pandemia también juega un rol clave, en la medida que los países con un mayor número de contagios, tienen mayor presión para inyectar más recursos.

Otro elemento relevante es el acceso al crédito o la ayuda internacional, dado que si un país tiene bloqueadas las vías de oxígeno financiero, no tendrá muchas opciones de aumentar su gasto.

Por ejemplo, países como Estados Unidos o Japón no solo son más ricos, sino que además tienen más facilidades para endeudarse, ya que hay más inversores dispuestos a comprar sus bonos.

Perú lidera el ranking en América Latina

«Latinoamérica presenta un gasto menor que el promedio a nivel mundial», dice Elgin.

Mientras la región ha gastado cerca de un 2,4% del PIB, el mundo ha desembolsado un 3,7%.

Y en el caso de los países ricos -aquellos con más de US$10.000 per cápita- el gasto fiscal adicional por la emergencia es de 6,7% del PIB.

«En América Latina el sector informal es muy grande. Eso hace que la recaudación de impuestos sea baja y por lo tanto, el tamaño de los paquetes más reducido», apunta el economista.

El país que lidera la lista regional de mayor gasto fiscal frente a la pandemia es Perú (9% del PIB), mientras que en el otro extremo está Nicaragua, con un nivel de gasto igual a cero.

«Más grande no es mejor»

«No hay que confundir el tamaño del paquete con la efectividad», advierte Elgin.

«Lo más importante es cómo se gasta el dinero, el contenido del paquete, no sólo la cantidad de dinero».

«Un paquete más grande no significa un paquete mejor», dice Elgin, agregando que se van a requerir otros estudios que permitan analizar en profundidad los contenidos específicos del gasto fiscal frente a la pandemia.

«¿En qué estás gastando el dinero?, ¿en darle crédito a las empresas pequeñas?, ¿en rescatar a empresas grandes?, ¿en los desempleados?, ¿en los informales?, ¿en los bancos?. Esto es muy importante», dice Elgin.

El seguimiento hecho por el equipo de Columbia incluye el gasto adicional al presupuesto aprobado por los países para este año.

En ese sentido, incluye en sus datos recursos frescos y deja fuera reasignaciones dentro del mismo presupuesto.

Eso podría explicar en parte por qué en otras investigaciones sobre los paquetes económicos para enfrentar la pandemia, los valores son distintos.

Por ejemplo, un análisis hecho por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), «Política y gestión fiscal durante la pandemia y las post-pandemia en América Latina y el Caribe», centrado en los recursos totales anunciados por los gobiernos (incluyendo gasto directo, reasignaciones, préstamos a los bancos y otros factores) arroja que el costo de estos paquetes llega al 4,1% del PIB en Latinoamérica.

Con estos parámetros, Chile ocupa el primer lugar de la lista con un 15,1% del PIB, seguido por Perú (11,1%), y el El Salvador y Colombia con cerca de 8%.