El subalférez, quien participó en la represión a los mapuches el 1 de agosto, aseguró además que «si lo hubieran visto ahogándose, lo habrían auxiliado».
El caso de Santiago Maldonado conmocionó a la opinión pública en los 78 días que pasaron desde su desaparición y hasta que lo hallaron ahogado en el Río Chubut, dando lugar a múltiples hipótesis.
Tras la confirmación de que el artesano se ahogó y permaneció todo el tiempo en el mismo lugar donde fue encontrado, Emmanuel Echazú, uno de los gendarmes que participó del operativo en la ruta, afirmó que si el joven «se hubiera entregado, estaría vivo”.
“Si lo hubiéramos visto ahogándose, lo habríamos auxiliado. Si se hubiera entregado, lo habríamos aprehendido y puesto a disposición de la Justicia. Estaría vivo”, señaló el subalférez.
Ecuazú, que fue el primer sospechoso que barajó el juez Federal Guido Otranto, contó su versión de lo sucedido, en un caso que dejó muchas dudas, a pesar de que los peritos coincidieron en que el cuerpo de Maldonado permaneció en el agua, no fue arrastrado y no presentaba lesiones que se correspondan con golpes.
«Siento el impacto y no sentía que estaba sangrando. Me toco y estaba sangrando. En el momento la situación era bastante tensa, el clima era adverso. Por la adrenalina no lo sentí», indicó, a la vez que relató que fue golpeado por una piedra y que eso es el motivo de la herida en que se lo ve en las fotografías.
Echazú sufrió doble fractura en la zona del pómulo y necesitó más de dos meses de recuperación. Para acomodarle los huesos debieron abrirle en un área superior de la cara.
Su relato, sin embargo, tiene algunas lagunas que generaron sospechas en los investigadores.
Al momento de dar detalle del momento en que persiguen a los manifestantes, el gendarme aseguró que “cuando llegó al río no veía a ninguno» por la vegetación tupida. Y luego dijo que «no sabe que le pasó» al momento de regresar del río, cuando sus compañeros le preguntaron por el corte. «No tengo registro», señaló.
Al referirse al accionar de la fuerza durante el operativo, Echazú evaluó: “Para mí fue un procedimiento habitual, normal”. Finalmente, el gendarme dijo que no hubiera cruzado a nado el río Chubut. «No lo hubiera hecho, no hubiera cruzado. Es peligroso, más para el que no conoce la zona. Tiene sus características particulares”, concluyó.