El ministro de Salud aseguró que “mientras haya circulación del virus, se mantendrá el distanciamiento social”.
Desde el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus, los especialistas alertaron sobre la necesidad de evitar contagios masivos para que el sistema de salud pudiera responder. Fundamentalmente, por la escasez de respiradores, un elemento clave para salvar vidas.
Por eso, la afirmación que hizo este viernes Ginés González García, el ministro de Salud de la Nación, cobra mayor fuerza a raíz de la cantidad de empleados de la salud infectados en las últimas semanas: «Le tengo mucho más miedo al problema de que nos quedemos sin gente capacitada para atender a los enfermos que a que nos falten respiradores».
El funcionario señaló que la vestimenta de médicos y enfermeros es un «factor crítico» y remarcó que antes de que estallara la epidemia «ninguna indumentaria se fabricaba en el país», algo que se modificó en las últimas semanas lo que permitirá aportar mayores insumos en los próximos días.
«De entrada salimos a comprar todo lo que se podía afuera. Lo hizo la Nación y también las jurisdicciones, porque los hospitales dependen de ellos. Los aviones que vinieron de afuera trajeron básicamente ropa. La industria local después de tres semanas empezó a producir y a entregar, lo que estamos empatecando ahora para distribuir a las provincias. Estamos mejor que hace 20 días», explicó.
Y agregó: «Los trabajadores de la Salud son los más expuestos y tenemos que cuidarlos aún más y enseñarles a que se cuiden. Estamos intensificando eso porque en casi todos los casos el tema central de contagio no fue la ropa, sino los hábitos y las conductas. Le tengo mucho más miedo al problema de que nos quedemos sin gente capacitada para atender a los enfermos que a que nos falten respiradores, porque respiradores tenemos y vamos a tener más».
Además, el ministro aseguró que se siente «más firme hoy en la capacidad de respuesta». «Cada día la mejoramos y aprendemos cosas que tenemos que hacer y también cosas que no tenemos que hacer. Hay cosas que hicimos mal», dijo. E insistió en «extremar los cuidados sobre los trabajadores», por lo que hubo diálogos con «los gremios para que intensifiquen la capacidad de los trabajadores en términos de cuidados».
«Estoy orgulloso de pertenecer a un Gobierno en el que las medidas de salud pública tuvieran tanto consenso, construcción y jerarquía política», consignó.
«La tragedia es mundializada, no se puede evitar. El que dice que acá no va a haber enfermos o muertos macanea, lo que nosotros estamos buscando es que haya menos cantidad», siguió en el programa de Ernesto Tenembaum en Radio Con Vos. Al tiempo que concluyó que «hasta que no haya una vacuna el distanciamiento social va a seguir», aunque no descartó que una mutación del virus pueda cambiar ese panorama y permitir un relajamiento de las medidas.
«El distanciamiento social seguirá hasta que aparezca un sistema de inmunidad, a lo mejor puede ser el mismo virus. Pero mientras haya evidencia de circulación del virus, la medida efectiva es el distanciamiento social. No puedo decir una fecha, sí que hay un plan estratégico para liberar a la población gradualmente, que será distinto por zonas. Pero no se puede hacer masivamente y no es el mismo riesgo el del AMBA, que por su densidad de población y mayor cantidad de casos exige un cuidado distinto», profundizó.
González García consideró que «quizás cuando esto termine , la vida tendrá una nueva normalidad», como podría ser con los «hábitos de higiene».
«Soy optimista y, aunque cuándo no sé, creo que en la medida que hagamos las cosas mejor será antes. Pero en el antes tenés otras cuestiones: encontrar una medicación que sea más efectiva o la vacuna. Hay 80 centros internacionales a toda máquina por la vacuna, que encima es un negocio monstruoso. Por eso, ganar tiempo no es broma, es lograr la preparación del sistema de salud», amplió.
«Y en la medida que te vaya menos mal -continuó-, porque bien no le va a ninguno porque hay enfermos y muertos, la sociedad se dará cuenta de que el esfuerzo tiene que ver con tu salud y la salud de quienes tenés al lado. Hay un cumplimiento extraordinario de medidas que no son fáciles por eso soy optimista en que vamos a volver a la normalidad. Posterguemos el abrazo mientras tanto, no quiere decir que nunca más lo vamos a hacer. Seguimos un camino que construimos viendo lo que hacen los otros y haciendo lo que nos parece mejor, con un gran compromiso de la sociedad, comunicándoles con transparencia».
La vacuna antigripal y los riesgos de contagio
La vacuna antigripal se transformó en un bien preciado. Muchas personas, algunas que no están en los grupos de riesgo, desean aplicársela y no la pueden adquirir. Al respecto, el ministro de Salud confirmó que seguirán ingresando dosis al país, que se compraron más de 12 millones y que comenzaron a llegar 20 días antes de lo que suelen hacerlo.
«La vacuna antigripal se fabrica con la cepa dominantes en el hemisferio norte, donde se empieza a trabajar al final del invierno. Ahora, acá hay muchas más personas que se quieren vacunar y se quiere vacunar gente que no está en los grupos de riesgo. No hay para todo el mundo ni tiene que haber porque nunca hubo. Pero estamos distribuyendo las nuevas compras semana a semana», argumentó. Sobre el ámbito privado, se limitó a responder que «por la demanda en algunos lugares está agotada».
Por su sobrepeso y su edad (74 años), Ginés González García integra el grupo de riesgo. Si bien contó que cambió ciertos hábitos, también mostró orgullo por atravesar esta situación como ministro de Salud. «Tengo riesgo aumentado pero toda mi vida me dediqué a esto y es un honor estar en un lugar como este en este momento. Me cuido con el distanciamiento y voy de casa al trabajo y de vuelta a casa. Nos juntamos mucho por teleconferencia y en el ministerio solo hay un 8 o 9 % del personal, con distancia de cinco metros», argumentó.
Sobre los recaudos que toma Alberto Fernández , el ministro destacó que se hizo un protocolo pero los problemas están en la «gente que lo quiere saludar». «Cuando fuimos al ANLIS Malbrán, donde nunca había ido un presidente, los investigadores estaban contentísimos y se querían acercar, uno no sabe qué hacer», contó.
Por último, dijo que en las cárceles «es peligroso» el virus porque «hay personas agrupadas». Por ese motivo, tampoco volverán los chicos a las escuelas ni otras actividades masivas. «Hay consenso en que las clases sigan suspendidas, en que haya limitación del ingreso de personas extranjeras al país y en que no hayan reuniones y eventos masivos», determinó Clarín.