Posponen diligencias una y otra vez, y tienen a las víctimas a las vueltas para no avanzar hacia la conformación de un proceso penal. Hace más de tres meses que se denunciaron la mayoría de los casos y todavía no han pedido la apertura de ninguna causa penal contra nadie en las Oficinas Judiciales. ¿Tan endebles serán las denuncias? ¿O alguien les está dando una mano a los Gómez y a Massoni?
En un caso de violencia policial, allanamiento ilegal y amenazas con arma que ocurrió en mayo en las Mil Viviendas de Trelew, por ejemplo, los denunciantes tenían la esperanza de que la Justicia iba a ir a fondo tras una serie de procedimientos que incluyó allanamientos a una comisaría y la individualización de los sospechosos pero se quedó en esas diligencias y no avanzaron más.
Para estos días estaba programada una rueda de reconocimiento con los policías que habrían participado en el hecho y en las últimas horas la pospusieron hasta nuevo aviso.
El pibe que fue víctima de los apremios y las vejaciones hoy tiene problemas de salud y debe operarse de los testículos por los golpes que recibió en ese feroz episodio que se registró en las Mil Viviendas de Trelew. Fue en medio de una de esas verdaderas “razias” que en los primeros meses de la cuarentena encabezaba el ministro de Seguridad Federico Massoni.
El caso de este chico figura entre los enunciados por Amnistía Internacional, en un informe que hizo esa organización mundial mostrando su preocupación por la proliferación en la provincia de los hechos de violencia y abuso institucional.
El jovencito, de 18 años, de nombre Federico, corre el riesgo de quedarse con alguna secuela por aquellas patadas que le dieron en los genitales, aquella madrugada en que allanaron ilegalmente el departamento de un amigo en donde él se encontraba circunstancialmente.
Desde ese lugar momentos antes había visto cómo varios policías corrían a balazos a unos individuos que habían querido usurpar un departamento cercano y parece que eso fue lo que despertó la ira de quienes terminaron agrediéndolo ferozmente.
Mientras lo golpeaban –según denunció– le apuntaron a la cabeza con una de las armas reglamentarias, lo hicieron arrodillar y le exigían que les pidiera perdón.
Por el caso allanaron una comisaría de Trelew y hay al menos diez policías señalados, pero el jefe de la institución, Miguel Gómez y el ministro de Seguridad Federico Massoni nunca hablaron públicamente del tema. Ni siquiera prometiendo una investigación, y eso se puede interpretar como un apoyo tácito a los que actuaron indebidamente.
Así las cosas, ahora la víctima y su madre deberán esperar a que la Oficina Judicial de Trelew les dé una fecha y un horario para que se concrete el reconocimiento en rueda de personas y después de esa diligencia, recién sabrán si se abrirá una causa penal contra los policías señalados o no.