Un proyecto de ley busca crear un pasaporte sanitario que sirva para hacer turismo interno, en el cual el turista deberá pagar un testeo y reunir una serie de documentos que certifiquen que no tiene coronavirus. La propuesta se presentó en un contexto en el que se acercan las vacaciones y la posibilidad de viajar se ve cada vez más lejana ante el aumento en los números de contagios de coronavirus.
La impulsora del “Pasaporte Sanitario Argentino” es la diputada nacional Lorena Matzen y el principal propósito es que los argentinos puedan viajar, cumpliendo estrictos controles sanitarios que quedarán respaldados en este documento, mientras se continúan las investigaciones para una vacuna contra la COVID-19.
La legisladora de la UCR-Río Negro que redactó el plan fundamentó en el texto: “La reapertura lenta pero efectiva de la movilidad y conectividad interjurisdiccional es indispensable, porque la situación económica no resiste más encierros, porque de todos modos vemos todos los días como se transita discrecionalmente, según el grado de acceso a algún permiso nacional o provincial”.
Y agregó también unas definiciones consideradas por la Organización Mundial de la Salud: «Tal como expresa la OMS, la definición básica de Salud es el ‘estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades’”.
El Pasaporte Sanitario Argentino fue diseñado como una medida permanente de control de la salud de los argentinos alrededor de las provincias, que tendrá una calificación temporal y que podrá cambiar dependiendo las características de la enfermedad y el desarrollo de los casos a nivel nacional así como la existencia de una vacuna.
Entre las indicaciones que se detallan, propone que los ciudadanos que decidan viajar no tendrán que tener enfermedades o síntomas relacionados con el coronavirus las 48 horas antes de la fecha de la salida. Además se deberán realizar los tests RT-PCR para asegurar cualquier tipo riesgo, se necesitará un certificado médico firmado y quedará todo asentado en una declaración jurada.
Un punto importante de este proyecto es que impactará en el bolsillo: el costo del mismo correrá por parte de los viajeros. El otro punto polémico está en los dos hisopados -de partida y de llegada- a los que deben someterse las personas y que también deberán pagar. En la actualidad, un hisopado ronda entre los $5000 y los $7000.
Ante el posible rechazo por el precio de los hisopados, la diputada Matzen indicó que esto reemplazaría la obligación que existe de cumplir con 14 días de cuarentena en un hotel, lo que tendría un costo superior. Otra opción sería que se les devuelva un 50% del gasto a través del Bono Fiscal de Promoción Turística creado para impulsar la reactivación del sector.
También el proyecto busca la creación de un Registro de Laboratorios Químicos públicos y privados habilitados para realizar los testeos y que no se vean desbordados. El mismo deberá ser elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación.