Vecinos y vecinas de distintas localidades de Chubut marcharon para repudiar las embestidas del lobby minero y en contra del poder político provincial que desconocen la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y pretenden arremeter contra el derecho de vivir en un ambiente sano.
La resistencia organizada contra la megaminería comenzó en Esquel y se fue afianzando a mediados del año 2002, cuando una empresa minera desembarcó en esa ciudad, con el beneplácito de las autoridades provinciales y locales, para explotar el oro del Cordón Esquel, también conocido como Cerro Willmanco. El interés de la comunidad fue creciendo en forma proporcional al intento de silenciarla por parte de los gobernantes, que manejaban un discurso unificado con esa empresa minera.
Diez años después, en 2012, la instalación de una oficina de la empresa minera en la ciudad de Esquel, obtuvo la presión de los vecinos en las calles, quienes movilizados posibilitaron que no se les renovara la habilitación y debieran retirarse de la ciudad. Ese mismo año, se realizó el “Primer Foro de Actividades Productivas a Escala Humana y para Beneficios de las Comunidades” organizado íntegramente por la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el NO A LA MINA, con el apoyo de agrupaciones, asociaciones y profesionales comprometidos con esa lucha.
Al año siguiente, en el 2013, se juntaron 13.007 firmas que se presentaron a la justicia electoral y finalmente el 3 de junio del año 2014 la Iniciativa Popular se convirtió en el Proyecto de Ley Nº 75/14 y de esa manera, por primera vez en la historia de la Provincia del Chubut, este mecanismo de democracia semi directa se cristalizó en un proyecto de ley construido por los vecinos asesorados por expertos que logró ingresar a la Legislatura.
Cabe destacar que la Ley 5001 prohíbe la actividad minera, pero sólo en su etapa de explotación y prácticamente toda la provincia de Chubut, se encuentra explorada y presenta derechos mineros otorgados, estos están distribuidos en casi todas las regiones.
No se puede desconocer que la explotación minera se propone en los países latinoamericanos como una de las alternativas para el desarrollo, a pesar de que se encuentra demostrado que es una de las industrias más contaminantes que existen en el mundo, ya que durante su proceso productivo utiliza o libera elementos altamente peligrosos como el cianuro, cadmio, cobre, arsénico, plomo y otros, los cuales al entrar en contacto con el ambiente contaminan a las personas, el suelo, el aire y el agua, además la actividad tiene generalidades que no todos conocen y que son abarcadas por todos los métodos y minerales a extraer, entre ellas están el uso de toneladas de sustancias contaminantes, explosivos, lubricantes, dispersantes, refrigerantes, productos de descomposición , cianuro y demanda grandes necesidades energéticas que incluyen eléctrica y combustibles fósiles y la utilizaciones de grandes volúmenes de agua por largos períodos de tiempo y esto produce siempre cambios en los patrones socioculturales.
Fuente: Red Federal de Comunicación