Cordillera

Por un paro, vecinos de El Hoyo y Lago Puelo hace 24 días que están sin luz y sin agua

El fuego pasó y quedaron las promesas, la solidaridad de la gente y las ganas de tener que empezar de nuevo. La Comarca Andina chubutense quedó devastada por los incendios y los vecinos que fueron afectados, siguen esperando respuestas.

“Hoy jueves se cumplen 24 días desde que pasó el fuego y seguimos sin los servicios esenciales, estamos desesperados”, relató Jonatan Huerta, uno de los afectados por los incendios, a El Cordillerano.

Relató que una vez extinguidas las llamas, personal de la empresa del servicio eléctrico provincial comenzó a trabajar en el tendido. Incluso, levantaron muchos postes en tiempos récord, tanto de alta, media, como de baja tensión. Todo ello, en la zona de El Hoyo, Las Golondrinas y Lago Puelo. Esto significó que dotaran de electricidad y agua al centro de Puelo y El Hoyo.

Sin embargo, un hecho puntual modificó toda la recuperación. “Hubo un día, que mientras trabajaban los operarios, se produjo un accidente donde un operario sufrió una descarga debido a que una persona puso un generador y no lo desvinculó de la red. Fue un susto importante, pero por suerte no pasó a mayores”, indicó Huerta.

Y agregó: “A partir de ahí comenzó un paro por parte de los trabajadores de Luz y Fuerza, quienes le reclaman a la provincia de Chubut por los salarios adeudados, condiciones dignas de trabajo y otras cuestiones. A partir de ahí, no hubo más trabajo. Incluso, quedaron los transformadores y postes tirados o casi cayéndose. Es un paro total de actividades y no hay avances de ningún tipo, mientras tanto, nosotros seguimos sin energía eléctrica y sin agua, porque el bombeo es mediante la energía”.

En nombre del resto de sus vecinos, Huerta expuso que todos entienden el reclamo de los trabajadores, porque ven que el gobierno chubutense no da respuestas y que los municipios en cuestión, no median en este conflicto. Sin embargo, ellos siguen tratando de levantar sus viviendas, sin los servicios básicos.

“Nosotros sentimos que nos tienen de rehenes de esto, en medio de un conflicto gremial. Quieren que nos enojemos, que nos quedemos sin los servicios, con trastornos psicológicos. Es inhumano que nos dejen sin servicios después de una catástrofe como la que sufrimos. Después de 17 días sin luz y sin agua, logramos que nos manden un camión cisterna y un voucher de nafta para quienes tienen generadores que funcionan con combustibles. Encima, un día nos dieron los vouchers y en la estación de servicio los rechazaron porque no había fondos. Después lo subsanaron”, continuó contando Huerta.

El camión cisterna ahora pasa regularmente, pero claro, no es agua potable, sino solo para uso doméstico.

“Somos más de 500 familias en esta situación, que ya no sabemos a quién recurrir. La Provincia no da respuestas. La asistencia del Estado no llega. Incluso, estuvimos distribuyendo las donaciones que nos llegan casa por casa y ahí nos enteramos que nadie del gobierno los ha visitado, por eso nos sentimos desprotegidos y totalmente abandonados por el gobierno de Chubut”, concluyó.

La voz de los obrerosEl delegado gremial de Luz y Fuerza del noroeste del Chubut, Mauro Palma, confirmó el plan de lucha que llevan adelante los 60 empleados de la Delegación de Servicios Públicos de Chubut porque “nuestra realidad laboral se sigue agravando. Seguimos en caída libre y con una situación que ya no podemos sostener. Hasta el momento, fue con recursos de los propios trabajadores, pero no da para más”.

“Ahora estamos pensando en recurrir al Poder Judicial con una medida de amparo y una denuncia por incumplimiento de los deberes de funcionario público contra el gobernador Mariano Arcioni, ya que los otros dos poderes no nos escuchan”, advirtió en declaraciones al diario Jornada.

Graficó que “en Rawson, Servicios Públicos está prácticamente acéfalo y de allí depende nuestro sistema administrativo. En consecuencia, no podemos ejecutar ningún tipo de compras, la decadencia de infraestructura es absoluta y tampoco se puede dar respuesta a ningún compañero en cuanto a seguridad e higiene”.

Según Palma, “estamos prestando nuestra función en medio de una total precariedad: no hay vehículos en condiciones de salir y no están los seguros. Hace pocos días, uno de nuestros trabajadores sufrió un accidente en El Hoyo y la camioneta estuvo secuestrada 10 días porque no tenía los papeles en regla. El resto de las unidades no frena, tenemos que andar como los Picapiedras, sacando la pata para poder parar. Así no podemos mantener el servicio eléctrico ni el agua potable en los pueblos de la cordillera”, insistió.

En tal sentido, subrayó que “lamentablemente, a partir de ahora tenemos que profundizar la retención de servicios, consistente en el quite absoluto de colaboración: desde hoy, haremos lo que se pueda y con los elementos y herramientas disponibles”.

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