En la ciudad valletana, los delincuentes se habrían aburrido de robar automotores utilizando métodos clásicos como la “yuga”, un método consistente en forzar cerraduras con un cuchillo acondicionado, o incluso el famoso “puenteo”, donde el malviviente pone en marcha un rodado mediante el entrecruzamiento de cables.
Entre la tarde del viernes pasado y la madrugada del sábado se registró un hecho de particulares características, una mujer dejó estacionada su camioneta “Jeep Compass” 4×4 en la intersección de calles 25 de Mayo y Mitre al 200 (pleno centro) y cuando volvió ya no estaba.
Hasta aquí, parece un robo de autos convencional si no mencionamos que la camioneta únicamente puede prenderse con la huella digital de la propietaria.
Activar la marcha a través del “puenteo” es prácticamente imposible por su sofisticado sistema informático de arranque; engancharla a otro vehículo y sustraerla “en cincha” también es inviable porque el rodado se encontraba con el freno de mano puesto, por lo que la única opción que restaría es que se la habrían robado utilizando un vehículo remolque, algo que sería insólito debido a que imaginar la camioneta arriba de una plataforma de un camión de auxilios manejado por delincuentes rompería todos los esquemas, y por supuesto, otra vez dejaría en ridículo a la gestión del ministro de Seguridad.
La camioneta era color blanco, patente AD-237-FC y vidrios polarizados, un vehículo que está valuado en 11 millones de pesos. Como consecuencia de la sustracción del rodado, los malvivientes también se llevaron las pertenencias que había en el interior: un manojo de llaves del domicilio de la víctima, llaves del domicilio de la hija, la cédula verde de la camioneta, documentación del seguro, un par de lentes de sol, un par de lentes recetados, prendas y documentación.