El campo y las economías regionales aportaron esta jornada una cifra prácticamente inédita en la edición más extensa del PIE, valor solo superado por los USD574 millones del 13 de abril.
Con esto, en los 34 días hábiles que acumula este dólar-agro, el agro lleva liquidados USD4.027 millones, monto sensiblemente menor al objetivo de USD5.000 millones, objetivo que tambien se vio afectado por la fuerte baja en los precios internacionales de los cereales y oleaginosas.
De allí, que el Gobierno analizara en las últimas horas compensar los dos feriados cambiarios de la semana pasada extendiendo el PIE hasta el viernes.
Pese al altísimo volumen operado, el Banco Central compró solo USD 82millones en esta rueda al priorizar cancelar importaciones de energía por USD160 millones y liberar pagos a demás importadores con los que solo en abril se endeudó en otros USD370 millones.
Con las compras de este martes, suman USD401 millones las divisas adquiridas a lo largo de mayo, prácticamente la mitad de los USD784 millones de igual mes de 2022 y una fracción menor de los USD2.089 millones de mayo de 2021.
A estos USD401 millones, se suman otros USD33 millones de abril como resultado de la «temporada fuerte» de ingreso de divisas, una cifra mínima de cara a las necesidades de importaciones para sostener el nivel de actividad en la economía (6.000 millones mensuales) y también para contener la presión sobre la brecha cambiaria.
La consultora Epyca, por caso, estimó que en la semanas previas a las nuevas restricciones de la CNV para la compra-venta de bonos para dólares financieros, el Banco Central venía desembolsando un promedio diario de USD60 millones para contener la brecha cambiaria.
En este sentido, las consultoras prevén que el Gobierno no va devaluar, pero solo podrá sostener el control sobre el ritmo del deslizamiento diario del dólar oficial apelando a más cepo y convalidando algo más de volatilidad en la brecha.
La administradora de fondos de inversión Cohen mantiene la hipótesis «de que no habrá una depreciación brusca antes de las PASO».
Y para después anticipa «una política fiscal expansiva de cara a las elecciones para impulsar el consumo, mientras que (se) reforzará el control de cambios y utilizará más financiamiento de China para llegar a las elecciones generales sin un salto cambiario. Sin embargo, esto implicará una fuerte presión sobre los dólares financieros, lo que seguirá ejerciendo presión sobre la inflación».