Este martes, el Gobierno Nacional oficializó la quita progresiva de subsidios energéticos a partir de junio, así lo anunciaron en el Decreto 465/2024 que lleva la firma del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo.
De esta manera, explicaron en la normativa que la “reestructuración de los regímenes de subsidios a la energía” tiene como fin “asegurar una transición gradual, ordenada y previsible”.
Además, de llegar “hacia un esquema que permita: trasladar a los usuarios los costos reales de la energía; promover la eficiencia energética y asegurar a los usuarios residenciales vulnerables, el acceso al consumo indispensable de energía eléctrica, gas por redes y gas envasado”.
De esta forma, señalaron que comenzará un “Período de Transición hacia Subsidios Energéticos Focalizados” desde 1° de junio al 30 de noviembre del año 2024. Además, recordar que la transición “podrá ser prorrogada por única vez, por un plazo de seis meses”.
Cabe recordar que también eliminaron los límites al impacto en la factura que pudiera generar esta decisión, los cuales estaban vinculados a un porcentaje del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año previo.
Asimismo, otorga facultades a la Secretaría de Energía para establecer límites en los niveles de consumo subsidiado para hogares, tanto en electricidad como en gas. No obstante, estos límites estarán determinados por factores como el consumo esencial y la región en la que se encuentra el usuario, con el propósito de fomentar una utilización más eficiente de la energía en el país.
También, se establecerán descuentos para los usuarios residenciales clasificados en los niveles 2 y 3 del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Cabe señalar que se aplicarán sobre el componente de energía y se calcularán en base a los volúmenes de consumo, hasta alcanzar el límite previamente establecido por las autoridades correspondientes.
Además, el decreto aborda la revisión y ajuste de los parámetros de inclusión en los diversos niveles de segmentación del RASE, al tiempo que contempla la opción de implementar criterios de exclusión fundamentados en indicadores de ingresos.
Por último, también se implementará un mecanismo de compensación para las licenciatarias o concesionarias que experimenten pérdidas económicas. De esta manera, busca garantizar la estabilidad financiera de las empresas afectadas por los cambios en el sistema, permitiéndoles adaptarse de manera gradual a las nuevas condiciones del mercado.