El oficialismo busca sostener la calma financiera y recuperar la iniciativa política en plena campaña, mientras el escándalo Spagnuolo y la volatilidad del dólar condicionan la agenda.
Con las elecciones en el horizonte, el Gobierno intenta contener la tensión cambiaria. Para eso, el Banco Central impuso nuevas restricciones a los bancos con el fin de frenar movimientos bruscos en el mercado de divisas. Según TN, la medida busca evitar que se interprete como una corrida contra el peso en un contexto de riesgo país en alza.
El ministro de Economía, Luis Caputo, junto a Javier Milei, remarcaron que la suba de tasas responde más a la incertidumbre política que a factores económicos. Aun así, reconocen que la línea entre la estabilidad y la inestabilidad sigue siendo muy delgada.
El caso Spagnuolo y la erosión política
Mientras tanto, el escándalo Spagnuolo sigue golpeando la imagen presidencial. Aunque los audios difundidos aún no tienen valor judicial, su impacto mediático es evidente. En las últimas encuestas, la corrupción volvió a posicionarse como una de las principales preocupaciones del electorado.
El oficialismo acusa un desgaste en su credibilidad y enfrenta dificultades para recuperar el control de la agenda pública. A la par, la Justicia avanza con tiempos propios: allanamientos, indagatorias y peritajes que todavía no ofrecen certezas.
Clima electoral en Corrientes
El próximo domingo, Corrientes será escenario de una elección provincial clave. Allí, los resultados marcarán el pulso político de cara a octubre. Milei intenta relativizar un eventual retroceso, asegurando que el desempeño de La Libertad Avanza marcará su piso para las elecciones nacionales, mientras que el techo estará definido por el kirchnerismo.
Las encuestas muestran una competencia ajustada. Según CB, la diferencia entre el oficialismo provincial y la oposición K no supera los dos puntos, aunque otras mediciones señalan una ventaja mayor para el peronismo.
Una semana decisiva
La combinación de la presión cambiaria, la incertidumbre electoral y el ruido por el caso Spagnuolo configuran un escenario complejo para el Gobierno. La estrategia está en marcha: sostener la calma, resistir la volatilidad financiera y atravesar las turbulencias políticas hasta octubre.