El primer ministro israelí y su esposa expresaron su apoyo a los ciudadanos que regresaron tras dos años de cautiverio en Gaza.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, junto con su esposa Sara, enviaron una carta de bienvenida a los rehenes liberados de la Franja de Gaza, quienes habían permanecido secuestrados por la organización terrorista Hamás. Este gesto simboliza un mensaje de unión y esperanza para todo el pueblo israelí.
Según informó Noticias Argentinas, cada uno de los israelíes liberados recibió una carta personalizada de las autoridades, acompañada de un kit especial que incluía ropa, artículos personales, una computadora portátil, un teléfono y una tableta, de acuerdo con lo señalado por la Dirección de Rehenes.
El mensaje de Netanyahu a los liberados
La misiva enviada por el mandatario y su esposa contenía un mensaje cargado de emoción:
“En nombre de todo el pueblo de Israel, ¡bienvenido de regreso! Te esperábamos, abrazándote. Sara y Benjamín Netanyahu”.
Las palabras fueron recibidas con gran emoción por los sobrevivientes y sus familias, quienes finalmente pudieron reencontrarse tras un largo periodo de angustia y miedo.
Agradecimiento a Donald Trump por su mediación
Tras la liberación de los rehenes, Netanyahu reconoció el papel decisivo del expresidente estadounidense Donald Trump, a quien describió como “el mayor amigo que Israel ha tenido jamás en la Casa Blanca”.
Durante un discurso ante el Parlamento israelí, el primer ministro señaló:
“Serás grabado en la historia de nuestro pueblo”
y agregó:
“Ya has sido grabado en la historia de la humanidad”.
El jefe de Estado destacó la importancia del acuerdo de alto el fuego con Hamás, que permitió que los rehenes, tras dos años de cautiverio, pudieran finalmente regresar a sus hogares.
“Cuánto tiempo hemos esperado este momento”, expresó Netanyahu, antes de concluir con un mensaje de gratitud: “Quiero agradecerte personalmente en nombre de toda la nación”.
Un mensaje que busca sanar y unir
La carta y el operativo de apoyo a los liberados representan no solo un acto simbólico, sino también una acción de acompañamiento estatal para su reintegración tras el trauma vivido. Israel atraviesa un proceso de reflexión colectiva sobre la seguridad y la resiliencia de su pueblo, mientras las autoridades continúan las gestiones por los ciudadanos que aún permanecen cautivos.