Un descubrimiento casual en un laboratorio universitario está transformando la oncología moderna: la histotripsia, tecnología que utiliza ultrasonido de alta precisión para destruir tumores cancerosos sin necesidad de cirugía invasiva.
La historia comenzó cuando Zhen Xu, entonces estudiante de doctorado en la Universidad de Michigan, molestaba a sus compañeros con experimentos ultrasónicos. Según reportes de la BBC, Xu intentaba encontrar métodos no invasivos para destruir tejido enfermo cuando, al aumentar la frecuencia de pulsos para reducir el ruido audible, descubrió accidentalmente que el ultrasonido podía crear agujeros precisos en tejido cardíaco de cerdo. «Pensé que estaba soñando», recuerda Xu, hoy profesora de ingeniería biomédica. Este hallazgo fortuito dio origen a la histotripsia, aprobada en 2023 por la FDA estadounidense para tumores hepáticos.
Cómo Destruye Tumores el Poder del Sonido
La histotripsia canaliza ondas ultrasónicas hacia una zona focal minúscula -comparable a la punta de un lápiz- utilizando un brazo robótico que guía el transductor sobre el tumor. Los pulsos ultrasónicos crean microburbujas que se expanden y colapsan en microsegundos, rompiendo mecánicamente el tejido canceroso. El sistema inmunológico del paciente luego elimina los restos celulares. El procedimiento, que dura entre una y tres horas, es no tóxico y permite a la mayoría de pacientes volver a casa el mismo día, con un 95% de éxito técnico demostrado en tumores hepáticos según estudios de HistoSonics, la empresa que comercializa la tecnología.
Más Allá de la Histotripsia: Otras Aplicaciones
Julie Earl, investigadora del Instituto Ramón y Cajal de España, explica que «la gente piensa que los ultrasonidos son solo para obtener imágenes», pero su potencial terapéutico es mucho mayor. Además de la histotripsia, existen los Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad (HIFU), que «cocinan» tumores generando calor, siendo especialmente efectivos en cáncer de próstata. Investigadores como Deepa Sharma, del Centro Sunnybrook en Canadá, exploran cómo combinar ultrasonido con microburbujas para abrir temporalmente la barrera hematoencefálica, permitiendo que medicamentos lleguen a tumores cerebrales o potenciando efectos de radioterapia con menores dosis y menos efectos secundarios.
Aunque persisten desafíos -como tratar tumores detrás de huesos o en órganos gaseosos-, estas tecnologías representan un avance significativo hacia tratamientos oncológicos más precisos, menos invasivos y con recuperaciones más rápidas, marcando el comienzo de una nueva era en la lucha contra el cáncer. Información extraída del medio BBC.