El Parque Nacional Los Alerces inauguró y puso en valor una serie de servicios para los más de 15 mil turistas que lo visitan al año para pasear por bosques de árboles gigantes, navegar por alguno de los nueve lagos de esta reserva y cabalgar por zonas semivírgenes de la selva valdiviana, informó hoy la Administración de Parques Nacionales (APN).
Las obras en el emblemático Alerzal, que tiene una superficie de 263 mil hectáreas y se encuentra ubicado cerca de Trevelin y Esquel, en la comarca andino patagónica de Chubut, incluyen la renovación total del histórico circuito, con nuevos puntos de observación, áreas de descanso y refugios que potencian el mensaje para generar conciencia ambiental.
Además, mejoraron la infraestructura general y el equipamiento instalado en el sendero, que ahora permite optimizar la circulación y accesibilidad y evita la erosión de algunos tramos, lo que aumenta la seguridad de los turistas y permite evacuaciones rápidas en casos de emergencia.
Los nuevos miradores tienen forma poligonal y en algunos casos presentan desniveles en forma de gradas, para permitir la atención simultánea de un mayor número de visitantes, lo que los convierte en ideales para los grupos guiados.
Los sitios donde se realizan las paradas interpretativas fueron dotados de amplios espacios equipados con plataformas que favorecen el cómodo desplazamiento de todos los visitantes.
El diseño del circuito se enfocó en priorizar los aspectos de seguridad, minimizando los riesgos que conllevan las actividades recreativas en lugares agrestes y alejados.
Las nuevas rampas conforman un sistema de pasarelas especialmente diseñadas que se caracterizan por su piso enrejado y antideslizante, que es resistente al alto tránsito de peatones aún con lluvia o nieve.
La nueva infraestructura de Los Alerces favorece la realización de caminatas por sus bosques, que se caracterizan por conformar una espesa vegetación de selva valdiviana.
Este recorrido permite apreciar el alerce o lahuán, una gigantesca especie arbórea que a principios del siglo pasado estuvo a punto de desaparecer por la explotación forestal descontrolada y que reconoce su mayor expresión en un ejemplar conocido como «El Abuelo», de 57 metros de alto, 2,20 metros de diámetro y 2.620 años de vida.
Los nueve lagos de este parque nacional tienen la particularidad de estar interconectados en una misma cuenca, lo que los transforma en un sistema hídrico único en la Patagonia y en un sitio ideal para la realización de excursiones náuticas.
Estos paseos permiten conocer el Embalse Amutuy Quimey (en lengua mapuche, «Belleza Perdida») y los hermosos paisajes del Río Grande rumbo a su desembocadura en el Océano Pacífico.
Las excursiones salen desde Puerto Chucao y tras recorrer el lago Menéndez llegan hasta Puerto Sagrario, donde comienza un circuito que por la belleza de su flora y su fauna se vuelve inolvidable.
El Acceso Norte a este inmenso espacio verde, que se realiza por Cholila y Villa Lago Rivadavia, y el ingreso Centro, que se hace por Esquel y Trevelin, constituyen otros de los atractivos del parque porque permiten llegar al complejo hidroeléctrico Futaleufú y a los parajes Aldea Escolar y Los Cipreses, en la zona sur.
La Hostería Futalaufquen, un edificio histórico que en su tiempo conformó un sistema de alojamientos turísticos de escala nacional junto a los hoteles Llao Llao, Cataratas y otras hosterías construidas en sitios excepcionales, es otro lugar imperdible del Parque Nacional Los Alerces.
Télam