Luego de que el exministro de Gobierno, Pablo Durán, declarara que Christian Gisande le pidió la adscripción para no recibir más órdenes de Diego Correa, el defensor del imputado, Matías Cimadevilla, destacó que su cliente “se quería ir de donde estaba, le había transmitido en varias oportunidades su intención de irse por las hojas sueltas que le hacían firmar, expedientes que él nunca tuvo en su poder, lo mismo que declaró el testigo Alexis Gabra”.
En el juicio por El Embrujo, a Gisande lo acusan de fraguar expedientes y de usurpar el cargo como responsable de Viviendas Oficiales. Pero su abogado insiste en que Correa y Diego Lüters lo presionaban para firmar documentación de modo que los expedientes avanzaran. “Estas irregularidades lo impulsaban a querer irse del lugar donde estaba y pedir la adscripción. Durán fue contundente, claro y favorable a nuestro imputado”.
En cuanto a la acusación, “a Gisande le imputan usurpación de cargo por una cuestión meramente burocrática. Todo aquel que alguna vez pasó por la administración pública sabe que una persona en un cargo de director empieza a trabajar y el nombramiento no le sale hoy sino hasta cinco meses después, con efecto retroactivo. Es algo absolutamente normal”.
Cimdevilla argumentó que aunque no haya decreto, “no está usurpando el cargo, lo está ejerciendo porque después sale retroactivo el nombramiento”. De otra forma, “todos los funcionarios públicos que empiezan a trabajar estarían usurpando el cargo. La imputación del Ministerio Público Fiscal es muy disparatada”. El letrado explicó que “a nadie le sale en el día el nombramiento, esto tiene un derrotero por la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía, donde ven si tienen masa salarial para cubrir ese cargo. Lleva un tiempo largo autorizar los nombramientos y nadie usurpa el cargo por eso”.
Cimadevilla insistió con que Gisande debió ser sobreseído por el juez Sergio Piñeda. “No hay elementos de cargo para que esté en este juicio”. También ratificó su postura de que el proceso no debió iniciarse. “Me comunicaron los querellantes que los notificaron del traslado del recurso extraordinario federal que esta defensa planteó por Gisande. Hoy tenemos un juicio que está tramitando y paralelamente tenemos un recurso extraordinario federal que no fue rechazado por el Superior Tribunal de Justicia”.
“Acá hay algo muy grave: yo planteé la suspensión al tribunal, dijeron que no; lo planteé ante el Superior y me dijo que lo debía plantear al tribunal del debate, cosa que hicimos el primer día del juicio. Se tiran la pelota y nadie resuelve la suspensión de plazos; no sabemos a quién pedirla, a Dios a habría que pedírsela”
-Los fiscales ya presentaron casi toda la prueba, ¿cómo cree que sale parado su cliente?
-Queda más que claro que no hay absolutamente una prueba en su contra y el único camino viable es la absolución, no hay otra.
-¿Él va a declarar otra vez?
-Sí, pero muy brevemente, para aclarar algunas cuestiones muy puntuales respecto de los expedientes y nada más. Lo que va a exponer también lo dijo Gabra y otros testigos: les hacían firmar hojas sueltas que después se agregaban a un expediente. Ellos no tenían en su poder el expediente físico, entonces de ninguna manera pudo participar de ninguna defraudación porque no hay dolo y tampoco se causó un daño.