La detención del secretario general de la Atech, Santiago Goodman, durante la protesta del jueves pasado en Fontana 50, provocó un punto de quiebre en el conflicto entre el Gobierno provincial y los docentes, que derivó en la salida del ministro coordinador Federico Massoni.
El desplazamiento de Massoni era uno de los puntos que la Atech no estaba dispuesta a ceder en las negociaciones con el Gobierno, según reiteraron una y mil veces los combativos dirigentes Santiago Goodman, Daniel Murphy y Carlos Magno, entre otros.
Incluso el dirigente de Ctera, Roberto Baradel, tenía identificado a Massoni como uno de los principales obstáculos para resolver el conflicto.
El repudio de las bases de la Atech a Massoni se acentuó tras la divulgación de la polémica circular que ordenaba «descuentos masivos» a todos los estatales, producto de las «inconsistencias» detectadas.
Los escraches también tuvieron su contracara en las adhesiones que recolectó Massoni en las redes sociales y en la calle, por sus posiciones duras contra los docentes que hicieron paro.
Durante los enfrentamientos entre los docentes y la Policía, Massoni nunca dio la orden de detener a Goodman ni a ningún manifestante.
Es más: cuentan que Massoni estaba muy enojado porque él ya había alertado que los docentes podían llegar a provocar incidentes, y no era partidario de responder con la fuerza pública.
El jefe de Policía, Miguel Gómez, fue quien estuvo al frente de la detención de Santiago Goodman, pero no habría sido Massoni quien le dio la orden de hacerlo.
A esta altura es contrafáctico preguntarse qué hubiera pasado si los docentes tras derribar las vallas hubieran avanzado a la Gobernación, y los policías se hubieran quedado mirándolos sin hacer nada.
Una vez desplazado Massoni, el Gobierno y los gremios pactaron la devolución de los descuentos realizados, y el flamante ministro de Educación, Andrés Meiszner, se comprometió a tratar de derogar la circular.
No faltan quienes dentro y fuera del Gobierno vieron este acuerdo como una «entrega» a las presiones de los gremios docentes, que dejaron sin clases durante casi cuatro meses a los alumnos, y los llevaron al borde de perder el ciclo lectivo, informó Diario El Chubut.