WASHINGTON.- Una buena noticia: Moderna, una de las empresas en la carrera para desarrollar una vacuna contra el nuevo coronavirus , anunció que obtuvo resultados positivos en las pruebas clínicas iniciales de su candidata. El anuncio repercutió fuerte en Wall Street. La acción de la empresa trepa más de un 25%, y los principales índices bursátiles muestran subas sustanciales.
«No podríamos estar más felices», dijo el CEO de la compañía biotecnológica, Stephane Bancel, en una entrevista con el canal CNBC.
Moderna, la primera empresa en realizar estudios clínicos de una vacuna en Estados Unidos, anunció temprano por la mañana que las primeras pruebas en ratones y las pruebas clínicas de «Fase Uno» de su vacuna en voluntarios sanos arrojaron resultados positivos y alentadores. Las ocho personas inoculadas desarrollaron anticuerpos capaces de evitar que el SARS-CoV-2 se multiplique, y en un nivel similar al de las personas que contrajeron el virus y lograron curarse. En el estudio con ratones, la vacunación con ARNm-1273 evitó la replicación viral en los pulmones de animales expuestos a SARS-CoV-2.
La novedad generó de inmediato un efecto dominó. La acción de la empresa se disparó, y los índices en Wall Street montaron un pequeño «rally» en la apertura de las operaciones, ante el optimismo que generó el anuncio. Moderna dijo que espera pasar a la «Fase Dos» y luego avanzar hacia la «Fase Tres» en julio.
Moderna es una de las empresas en Estados Unidos, Europa y China que corren para desarrollar una vacuna contra el coronavirus lo más rápido posible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene en su órbita más de 100 proyectos de vacunas. Otras de las vacunas que ya han avanzado a las pruebas son una de la Universidad Oxford, en Inglaterra, y otra de Pfizer, una de las farmacéuticas norteamericanas más grandes.
Expertos estiman que, si todas las pruebas clínicas son exitosas, una vacuna podría estar lista para mediados del año próximo.
El desafío por llegar a la meta es enorme, y es doble. No solo la ciencia debe, primero, hallar una vacuna que sea efectiva y segura. Después, las farmacéuticas deben producir, literalmente, miles de millones de dosis. Para lograr eso, faltan fábricas e insumos. Por eso la carrera va en dos carriles. Por un lado, los científicos trabajan contrarreloj para crear la vacuna y realizar las pruebas clínicas de rigor para encontrar la fórmula más eficaz y segura. Por otro, gobiernos, filántropos y empresas apuran la construcción de fábricas, para evitar que haya «cuellos de botella» en la producción.
El gobierno de Estados Unidos lanzó la «Operación Warp Speed» para lograr la vacuna en tiempo récord. Uno de los directores de Moderna, Moncef Saloui, dejó la junta de la empresa para liderar esa iniciativa. Moderna también recibió US$483 millones de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico, una agencia federal.
Por: Rafael Mathus Ruiz, señaló La Nación.