Tras su inesperada victoria en las elecciones PASO el panorama sigue siendo propicio para Javier Milei y algunos especulan hasta con una victoria en primera vuelta del 22 de octubre que ha pasado de ser imposible e impensable a, por ahora, algo razonablemente probable.
Hay que recordar que en Argentina un candidato a presidente obtiene el triunfo si supera el 45% del voto en la primera vuelta, tal y como hizo Alberto Fernández en las pasadas elecciones en otoño de 2019. Pero también puede lograrlo si está por encima del 40% y tiene más de 10 puntos de ventaja respecto al segundo clasificado.
Y ese escenario, absolutamente impensable hace diez días, empieza a ser una posibilidad no desdeñable, al menos eso es lo que apuntan las últimas encuestas y, aunque después de su mal desempeño en las PASO hay que ser prudente a la hora de tenerlas en cuenta, lo cierto es que coinciden con un entorno que parece cada vez más favorable a el candidato de La Libertad Avanza.
Nueva escalada de la inflación
En primer lugar porque sus dos principales caballos de batalla electorales no dejan de preocupar cada vez más al electorado. De hecho, el primero de ellos, la inflación, ha sido el gran protagonista económico de los últimos días.
Y es que sólo unas horas después de que los argentinos acudiesen a las urnas y otorgasen una inesperada victoria a Javier Milei, el gobierno peronista decretó una nueva devaluación de la moneda nacional: ahora el cambio oficial frente al dólar ya supera los 350 pesos y el no oficial al que recurren los argentinos está en nada más y nada menos que 730.
Para que se hagan ustedes una idea, hace sólo unos meses, en marzo, el precio oficial del dólar era de unos 220 pesos, mientras que en las tiendas de cambio en la calle se pagaban unos 400 pesos por cada unidad de la moneda americana.
Por supuesto, esta devaluación del peso ha desatado una nueva espiral de subidas de precios y se espera que el dato de inflación de agosto sea peor todavía que el de julio, y recordemos que los argentinos ya fueron a las urnas con un IPC del 115% anual.
El segundo gran asunto de la campaña de Milei es la seguridad y, aunque desde la perspectiva española resulta difícil calibrar su importancia para el electorado, algunos análisis ya apunta a que la ola de crímenes en la semana previa a las PASO habría sido uno de los catalizadores de la victoria del candidato de La Libertad Avanza y una de las razones por las que las encuestas, que en Argentina tampoco pueden publicarse la última semana de campaña, no habían sido capaces de predecirla en toda su magnitud.
Tres encuestas tras las PASO
Pero después de esta primera cita con las urnas empiezan a publicarse nuevos sondeos y los resultados siguen favoreciendo a Milei, que de hecho ve como sus opciones se refuerzan. La primera de ellas fue la publicada por CB Consultora, que se apoya en una amplia base de 4.340 entrevistas, si bien está realizada a través de una web, no por llamadas, que suele ser, no siempre, un método algo menos fiable.
Este sondeo aporta dos datos muy interesantes: el primero que Milei es el candidato mejor valorado: un 44,5% tiene una imagen positiva de él, mientras que un 45,6% la tiene mala.. Esto da un diferencial negativo, pero de sólo once décimas, mientras que en sus rivales esa cifra sube hasta un 10,9% en el caso de Bullrich –40,9% positiva y 51,8% negativa– y se dispara hasta el 42,9% en el caso del peronista Massa –26,1% positiva y 69% negativa–.
El segundo dato positivo para Milei es que es también el que mayor «techo electoral» tiene. La encuesta no refleja una intención de voto al estilo habitual en España, sino que pregunta a cada entrevistado si «seguro votaría» a cada candidato, si simplemente «podría votarlo» o si «nunca votaría». La suma de los dos primeros porcentajes da lugar a lo que denominan un «techo electoral».
Y Milei se impone con claridad tanto en los que tienen seguro su voto un 26,5% como en ese techo electoral que puede darnos pistas muy claras de lo que ocurriría en una segunda vuelta, pues llega al 52,1%. Bullrich, por su parte, sólo convence completamente al 18,5% de los electores, aunque el 28,9% admite que podría votarla y su techo es, por tanto, del 47,4%. Finalmente, el peronista Massa supera a Bullrich por una décima entre los que han decidido su voto, pero sólo el 16,3% admite que podría votarlo, por lo que su techo electoral es un pírrico 34,9% que le dejaría sin opciones en una segunda vuelta a la que tiene difícil pero no imposible entrar.