Si bien el psicoanálisis, liderado por figuras como Sigmund Freud, intentó entender cómo los conflictos psíquicos se originan en el inconsciente, los científicos han determinado que este concepto podría no ser suficiente por sí solo. De hecho, sugieren que la microbiota intestinal podría tener un rol central en la psicología.
La clave para entender esta interconexión radica en el eje intestino-cerebro, una compleja red de comunicación bidireccional que involucra al sistema nervioso, el sistema inmunológico y el microbioma intestinal.
La forma en que la microbiota intestinal influye en nuestras emociones
El sistema digestivo incluye un ecosistema conocido como microbiota intestinal. Este conjunto de microorganismos, compuesta por millones de bacterias, hongos y virus, cumple un rol fundamental en el bienestar físico y mental de una persona.
De hecho, los científicos han establecido una relación entre la flora intestinal y los procesos cognitivos como el aprendizaje, la memoria, la gestión del estrés y la conducta social.
La comunicación entre la microbiota intestinal y el cerebro se lleva a cabo mediante una compleja red de vías:
Sistema inmunitario. La microbiota intestinal activa el sistema inmunitario, lo que lleva a la liberación de citoquinas. Estas citoquinas circulan en la sangre y pueden atravesar la barrera hematoencefálica, afectando al sistema nervioso central.
Metabolismo del triptófano. El triptófano, un aminoácido esencial, se convierte en varias moléculas, incluyendo ácidos grasos de cadena corta y neurotransmisores. Estos compuestos influyen directamente en el estado de ánimo y en la función cerebral.
Nervio vago. El intestino envía señales al cerebro a través del nervio vago, que actúa como la principal vía de comunicación entre ambos sistemas.
Las alteraciones en la composición de la microbiota intestinal, conocidas como disbiosis, están vinculadas a diversas enfermedades, incluyendo la depresión.
La importancia de los psicobióticos
Investigaciones en modelos animales han subrayado la importancia crucial de la microbiota intestinal en la salud mental.
Un estudio liderado por la científica Pauline Luczynski reveló que la ausencia de microorganismos en el intestino puede aumentar la respuesta hacia el estrés y reducir la protección neuronal, lo que afecta negativamente la sociabilidad y la cognición.
Estos hallazgos han llevado a desarrollar el concepto de psicobióticos, que incluye probióticos, prebióticos y postbióticos. Estos compuestos tienen el potencial de equilibrar la microbiota intestinal y podrían jugar un papel en el tratamiento de trastornos psicológicos.
No obstante, aún se requiere más información para evaluar la eficacia y seguridad de los psicobióticos como tratamiento para estas condiciones.
Cómo mantener una microbiota intestinal saludable
Para promover el equilibrio de la microbiota intestinal y fomentar el bienestar mental, se recomienda seguir estas prácticas:
Alimentación equilibrada. Consuma alimentos ricos en fibra prebiótica, como frutas, verduras y legumbres, que sirven de sustrato para las bacterias beneficiosas en el intestino.
Probióticos. Integre probióticos en su dieta mediante suplementos o alimentos fermentados como el yogur o el kéfir, para aumentar la población de bacterias saludables en el intestino.
Reducción de azúcares refinados y alimentos procesados. Evite estos alimentos, ya que pueden alterar la microbiota intestinal y favorecer el crecimiento de bacterias dañinas.
Manejo del estrés. Practique técnicas de relajación como el yoga o la meditación para reducir el estrés y mantener la salud intestinal.
Fuente: El Cronista