Guillermo Quiroga. En el marco de la investigación por presunta malversación de fondos en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Chubut, los jueces Marcelo Nieto Di Biase y María Tolomei confirmaron la validez del levantamiento del secreto bancario sobre las cuentas del secretario general, Guillermo Quiroga, y de la propia entidad sindical.
La defensa de Quiroga, encabezada por los abogados Óscar Romero y Laura Fernández, había solicitado la nulidad de esta medida, argumentando una intromisión en la privacidad del dirigente y alegando una supuesta falta de investigación previa suficiente. No obstante, el tribunal consideró que la acción es legal y necesaria para el avance de la causa.
La investigación, liderada por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos contra la Administración Pública, se centra en el supuesto desvío de aproximadamente 50 millones de pesos desde cuentas oficiales de ATE hacia cuentas personales de Quiroga y su exesposa, Mirta Simone, quien además fuera ministra de Familia durante la gestión de Mariano Arcioni. Estos fondos habrían sido utilizados para pagar tarjetas de crédito y diversos gastos personales.
Con esta resolución judicial, se espera que la Oficina Judicial programe próximamente la audiencia de apertura de investigación en Rawson, donde se formalizarán los cargos y se avanzará en el esclarecimiento de los hechos denunciados.
Quiroga es secretario general de ATE Chubut desde el año 2019, momento en que además su ex esposa comenzó a desempeñarse como secretaria administrativa de ese gremio estatal. La denuncia la realizó la ex secretaria de finanzas de ese gremio, Claudia Barrionuevo, y desde ese momento se comenzó a trabajar el caso.
Contadores del Equipo Técnico Multidisciplinario de la Procuración General procesaron profusa información bancaria desde el periodo comprendido desde el año 2019 cuando asume Quiroga en la conducción de ATE, hasta fines del año 2023 en que se hizo la denuncia.
La investigación trata sobre el desvío de fondos de una cuenta perteneciente a ATE a través de transferencias bancarias a cuentas particulares de la familia. Con esos fondos se pagaban tarjetas y una gran variedad de gastos personales.