El Puerto de San Antonio Este vuelve al centro de la escena energética nacional.
En las próximas semanas arribará el primer barco con materiales destinados a los tanques de almacenamiento del Oleoducto Vaca Muerta Sur, una obra estratégica que avanza en Punta Colorada, cerca de Sierra Grande.
El Puerto de San Antonio se reactiva con barcos
De acuerdo con LU17. “Estamos trabajando para que este puerto sea la opción principal para los embarques”, aseguró Cristian López, gerente de Patagonia Norte. La terminal ya negocia con operadoras para asegurar el ingreso de cargas pesadas y proyecta mayor movimiento en los meses venideros.
La estructura que se levanta en Punta Colorada incluye cinco tanques con una capacidad total de 600.000 m³. La empresa Milici ya construye las bases, mientras que Técnicas Reunidas —contratada por VMOS— asumirá las tareas de ingeniería, terminal de almacenamiento y monoboyas.
VMOS es un consorcio integrado por ocho operadoras: YPF, Shell, Vista, Pan American Energy, Tecpetrol, Pluspetrol, Pampa Energía y Chevron. La apuesta es ambiciosa: convertir la costa rionegrina en una nueva salida para el petróleo de Vaca Muerta.
Tras el primer arribo, se prevé la llegada de entre dos y tres barcos más, todos con materiales destinados al complejo que se instala a 8 kilómetros del puerto. López indicó que aún se pulen detalles logísticos, pero todo apunta a que San Antonio Este será el punto de ingreso definitivo.
“Hay voluntad de las empresas y capacidad técnica para hacerlo”, afirmó el gerente de Patagonia Norte. El puerto cuenta con experiencia en el manejo de cargas especiales, como sucedió con insumos para parques eólicos y plantas de arena.
En paralelo, otro proyecto de envergadura asoma en el horizonte: la exportación de gas natural licuado desde Fuerte Argentino, al sur de Las Grutas. Allí se instalará el buque licuefactor Hilli Episeyo como parte del plan Argentina LNG 1.
El consorcio Southern Energy, que impulsa LNG 1, está conformado por Pan American Energy, Golar e YPF, además de otras productoras de gas de la cuenca neuquina. El proyecto demanda la construcción de un gasoducto exclusivo para exportación, con desembarques previstos en San Antonio Este.
“Esperamos unas 3.000 toneladas de caños revestidos y sin revestir”, confirmó López, que consideró el arribo como un impulso vital para la terminal durante los meses sin actividad frutícola.
La temporada baja golpea duro. El puerto sostiene 180 empleos permanentes durante todo el año, pero solo factura durante tres meses, cuando se exporta fruta. El resto del calendario se cubre con fondos propios y movimiento ocasional.
Estos nuevos embarques prometen revertir esa dinámica. “Es un aire que necesitás para sostener la estructura”, admitió López. Cargas energéticas, gasoductos y logística pesada pueden abrir un nuevo capítulo para la terminal.
El buque que traerá el primer cargamento para VMOS marcará el comienzo de una etapa inédita. La articulación con las empresas energéticas busca consolidar a San Antonio Este como puerto multipropósito, con actividad más allá de los contenedores frutícolas.
Los proyectos de Vaca Muerta y LNG 1 avanzan en simultáneo. Ambos requieren infraestructura, maquinaria y logística, y el puerto rionegrino quiere ocupar ese lugar. Las condiciones están dadas: profundidad, conectividad y personal calificado.
“Entendemos que somos competitivos y estamos preparados”, concluyó el gerente. La ventana se abrió. Ahora depende de cómo juegue cada actor para que el movimiento no sea pasajero.
Con petróleo, gas, ductos y logística en juego, San Antonio Este busca dejar de ser un puerto de temporada para convertirse en base permanente del nuevo ciclo energético argentino.