El presidente Andry Rajoelina alertó a la nación sobre un intento de toma del poder por la fuerza, en medio de una grave crisis institucional donde el control del Ejército se encuentra en disputa tras semanas de protestas juveniles.
La situación escaló cuando la unidad de élite CAPSAT reclamó el mando de las Fuerzas Armadas y exigió la dimisión de Rajoelina. Según la información extraída del medio France 24, el ministro de las Fuerzas Armadas, Manantsoa Deramasinjaka Rakotoarivelo, reconoció a un general designado por este grupo militar disidente como el nuevo jefe del Ejército, en una ceremonia que consolidó la fractura castrense. Un comandante de la CAPSAT, el coronel Michael Randrianirina, declaró desde un vehículo blindado que el presidente y sus principales funcionarios «deben abandonar el poder».
Protestas y un Saldo Trágico Precipitan la Crisis
El intento de golpe de Estado se produce en el contexto de las protestas más importantes vividas en el país en los últimos tiempos. Estas manifestaciones, lideradas por jóvenes, ya habían dejado un saldo trágico de al menos 22 fallecidos y culminaron en disturbios el 25 de septiembre. La CAPSAT se sumó a las demandas de los manifestantes y reportó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, incluida la muerte de uno de sus soldados, lo que terminó de caldear el ambiente.
Incertidumbre Internacional y Antecedentes de Inestabilidad
Mientras se desconoce el paradero exacto del presidente Rajoelina, aunque su Gobierno insiste en que no ha huido del país, la comunidad internacional observa con preocupación. La inestabilidad ha llevado a la aerolínea Air France a suspender temporalmente sus vuelos a la capital, Antananarivo, citando motivos de seguridad. Madagascar, con una historia marcada por golpes de Estado desde su independencia en 1960, enfrenta una de sus pruebas más duras para preservar el orden constitucional. Información extraída del medio Euro News.