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La incertidumbre reinaba hoy en Perú en el primer día de presidencia de Dina Boluarte, quien pidió una tregua a la oposición para superar la crisis institucional luego de la fulminante destitución y detención el miércoles de su antecesor Pedro Castillo tras disolver el Congreso.

Hasta ahora Vicepresidenta, la abogada de 60 años debe conformar en las próximas horas su primer gabinete ministerial y someterlo a la aprobación del Congreso, lo que permitirá tomar el pulso a la orientación de su Gobierno y vislumbrar sus posibilidades de sobrevivir a la tormenta política que la acecha desde el parlamento.

Tras una sucesión de anuncios que en pocas horas sacudieron la institucionalidad de Perú, Boluarte fue juramentada como la primera mujer Presidenta del país y dejó claro que aspira a cumplir todo el período, hasta julio de 2026.

Sus decisiones iniciales serán cruciales para saber si alcanzará ese objetivo, o si deberá resignarse a dar un paso al costado y pedir elecciones generales anticipadas.

En sus primeras palabras como jefa del Gobierno peruano, llamó a la «unidad nacional» y exhortó a dejar de lado las ideologías, en tácita alusión al enfrentamiento que marcó a fuego la relación entre el gobierno de izquierda de Castillo y el Congreso, dominado por la derecha.

Luego lanzó un guiño a la Organización de los Estados Americanos (OEA): «Hago un pedido muy concreto a la representación nacional, solicito una tregua política para instalar un Gobierno de unidad nacional».

A inicios de diciembre, una misión de la OEA que monitorea la crisis política peruana había pedido una tregua de 100 días entre el Ejecutivo y Legislativo que no llegó a ocurrir.

Perú vivió ayer horas de vértigo que terminaron con Castillo detenido por la noche en una base policial al este de Lima, acusado en flagrancia del delito de rebelión.

Poco antes de que el Congreso debatiera su tercer intento para sacar al Presidente del poder en 16 meses, este denunció que era blanco de «un ataque sin cuartel» por parte del Parlamento, anunció su disolución y un toque de queda, y dijo que gobernaría por decreto. La decisión fue calificada de «golpe de Estado» por sectores del país.

Sin embargo, las fuerzas armadas y la Policía no lo apoyaron, y el Congreso ignoró su decisión y procedió a destituirlo.

Desde que asumió la Presidencia en julio de 2021, Castillo, de 53 años, vivió bajo el asedio del Congreso y la Fiscalía, que lo acusa de dirigir una presunta «organización criminal» que reparte contratos públicos a cambio de dinero.

La salida del exmandatario, que tenía un rechazo de 70% según sondeos recientes, fue aprobada por 101 votos de un total de 130 congresistas.

Tras la destitución, el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, se apresuró a referirse a él como «expresidente» y estimó que los congresistas peruanos tomaron «medidas correctivas» de acuerdo con las reglas democráticas.

Países de toda la región, así como España, llamaron a respetar el Estado de derecho y la democracia en Perú.

Sin bancada propia en el Congreso, Boluarte enfrenta una situación de fragilidad muy similar a la que vivió entre 2018 y 2020 el entonces presidente Martín Vizcarra, que acabó perdiendo el cargo.

«No tiene bancada en el Congreso, está sola», advirtió anoche el expresidente Ollanta Humala en declaraciones a la televisión Canal N, informó la agencia de noticias AFP.

«No tiene las herramientas para gobernar, ella debe convocar un adelanto de elecciones, puede ser renunciando para que asuma el presidente del Congreso y adelante elecciones», agregó Humala, quien gobernó de 2011 a 2016.

El expresidente se mostró escéptico sobre el porvenir del Gobierno de Boluarte.

«Lo de hoy es una tregua que durará un mes o quizás más, pero luego se le vienen encima los grandes problemas del país», añadió.

«Esperemos que la presidenta nombre a un gabinete de ancha base, un muy buen gabinete y todos debemos de hacer las cosas posibles para que las cosas funcionen bien», tuiteó la líder de derecha Keiko Fujimori.

La hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) aseguró que su partido, Fuerza Popular, primera minoría en el Congreso, apoyará a la nueva Presidenta.

Boluarte puede tener a su favor el enorme desprestigio del Congreso debido a escándalos de corrupción, que lo han llevado a tener una desaprobación de 86% en los sondeos.

La vicepresidenta tomó el mando y prometió hacer cumplir la Constitución, en lo que pareció un mensaje al mandatario saliente.

Dina Boluarte se convirtió hoy en la primera presidenta de Perú, luego de que fuera destituido por el Congreso quien era el mandatario, Pedro Castillo, tras su intento de cerrarlo.

Boluarte, de 60 años, se desempeñaba como vicepresidenta y asumió la primera magistratura tres horas después que fuera destituido Castillo, quien intentó disolver el Congreso para formar un gobierno provisional, poco antes de que los legisladores iniciaran el tercer intento de destituir a un presidente con diversas causas por corrupción.

La maniobra fallida de Castillo terminó con su destitución y posterior detención, en una tensa jornada en la que se registraron algunos choques entre sus partidarios y militantes de otras fuerzas políticas.

Al asumir la presidencia, Boluarte, quien tiene mando hasta julio de 2026, hizo énfasis en que va a cumplir y hacer cumplir «la Constitución y las leyes de Perú», tras jurar por «Dios, la Patria y todos los peruanos».

 

Al igual que la mayor parte del gabinete de Castillo, que presentó su dimisión, Boluarte se manifestó en contra de la medida tomada por el expresidente, la que calificó como un «golpe de Estado».

El presidente peruano Pedro Castillo anunció este miércoles que disuelve el Congreso e instaura un gobierno de emergencia, horas antes de que el Parlamento se reuniera para debatir su destitución.

«Se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional; convocar en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses», dijo Castillo en un mensaje a la nación leído desde el palacio de gobierno, transmitido por televisión.

«A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso se gobernará mediante decretos ley. Se decreta el toque de queda a nivel nacional a partir del día de hoy (…) desde las 22H00 (03H00 GMT del jueves) hasta las 04H00 (09H00 GMT del jueves)», indicó el mandatario, de traje azul y con la banda presidencial puesta.

«Se declara en reorganización el sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional», señaló.

AVALANCHA DE RENUNCIAS

El anuncio del mandatario motivó inmediatamente una serie de renuncias en el Gabinete.

«En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución», indicó César Landa en su cuenta de Twitter.

«Habiéndose vulnerado el Estado de Derecho y en la línea con mis principios democráticos, presento mi renuncia irrevocable al cargo», manifestó en sintonía Kurt Burneo, hasta ahora ministro de Economía y Finanzas.

«Coherente con mis principios y con pleno respeto a la democracia, he presentado mi renuncia al Gabinete Ministerial», indicó Alejandro Salas, al dejar la titularidad de la cartera de Trabajo.

«Estamos frente a un golpe de Estado», apuntó por su parte la diputada fujimorista Martha Moyano, una de las voces de la oposición que criticó el anuncio de Castillo.

En la misma línea se pronunció la exjefa de Gabinete Mirtha Vásquez: «En un estado de derecho no se puede permitir un golpe de Estado. Castillo está replicando el modelo Fujimori que pone en serio riesgo la democracia; ni el rol nefasto de este congreso, ni las investigaciones por corrupción pueden justificar estas decisiones autoritarias».

La fiscal de la nación, Patricia Benavides, señaló su «rechazo de manera enfática» a «todo quebrantamiento del orden constitucional», y exhortó al mandatario a «respetar la Constitución, el Estado de Derecho y la democracia que tanto nos ha costado».

«El presidente Pedro Castillo ha dado un golpe de Estado. Ha violado el artículo 117 de la Constitución de Perú y ha pasado a la ilegalidad. Esto es un autogolpe», dijo a la agencia AFP el analista político Augusto Álvarez.

El anuncio de Castillo tiene lugar poco más de 30 años después del autogolpe del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), que disolvió el Congreso el 5 de abril de 1992.

El Congreso de Perú, dominado por la derecha, tenía programado debatir el miércoles una moción de destitución contra Castillo por «permanente incapacidad moral», una figura constitucional que ya desembocó en la salida de dos exmandatarios desde 2018.

 

El presidente Alberto Fernández se reunió este viernes con sus pares de Perú, Pedro Castillo; y Bolivia, Luis Arce, en el marco de la visita a Chile para la asunción del electo Gabriel Boric.

El encuentro con cada jefe de Estado tuvo lugar en la ciudad de Viña del Mar, a donde varios mandatarios del mundo se acercaron para el almuerzo de celebración de la asunción que se llevó a cabo en la Residencia Presidencial de Cerro Castillo.

En ese contexto, Fernández otorgó un discurso acompañado por Boric, a quien previamente había definido como “un chileno que piensa en América Latina”.

Fuentes presidenciales indicaron que ambos presidentes expresaron una buena sintonía y el canciller argentino, Santiago Cafiero, destacó que al Gobierno de Fernández “lo une una agenda muy importante” con el de Chile.

“Nos une una agenda muy importante y tenemos mucha expectativa por desplegar”, expresó Cafiero, quien se tomó una fotografía junto a Boric.

En ese sentido, sostuvo: “En términos regionales, nosotros tenemos una mirada muy parecida a la agenda que expresa el presidente de Chile en cuanto a, fundamentalmente, resolver las desigualdades que hay en nuestro continente”.

“Las posibilidades de avanzar con políticas férreas respecto a los derechos humanos y la democracia, pero también sin olvidar la necesidad de un desarrollo económico para que esos derechos y para que esos valores se puedan desarrollar de un modo pleno en nuestra región”, apuntó.

La compañía española Repsol contrata personal temporario y sin experiencia, mientras que vecinos de la zona colaboran sin la protección adecuada para recuperar la zona afectada por el vertido de 6.000 barriles de crudo.

El desastre ambiental provocado por el derrame de unos 6.000 barriles de petróleo en las costas de Ventanilla, Perú, requiere de un enorme esfuerzo para recuperar, en parte, todo lo dañado.

La catástrofe ya ha afectado a 21 playas y causó la muerte de diversas especies marinas, mientras crecen las preocupaciones por el impacto económico.

Las jornadas de limpieza en el mar teñido de negro son extensas y dificultosas. Pero además, son tareas que exponen a la toxicidad de los hidrocarburos.

La compañía española Repsol, responsable de la refinería La Pampilla, donde el pasado 15 de enero ocurrió el vertido en la provincia del Callao, no cuenta con el equipamiento ni el material humano suficiente para hacer frente a lo que le exige el Gobierno de Perú, que le dio 10 días para cumplir con todas las acciones de limpieza y descontaminación, plazo que ya ha vencido.

Por ello, la empresa ha contratado a firmas subsidiarias que toman personal temporario no especializado para esas labores, que además son de riesgo. Desde el Gobierno de Pedro Castillo se pusieron en alerta: el viernes, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) informó que ha designado a un equipo de inspectores para verificar que se respete la salud y seguridad de los trabajadores contratados.

Según denunciaron desde la ONG ambientalista Oceana Perú, los operarios están levantando la espuma y la arena afectada y la entierran en unos pozos cercanos a la orilla, con lo que, cuando la marea sube, el material contaminado vuelve a la superficie.

«No están limpiando, esto es cambiar de sitio los problemas. Es simplemente ocultar el daño que se ha hecho. Obviamente estas personas no saben y lo hacen así porque es lo que les han dicho que hagan. Pero realmente esto no tiene el menor sentido», dijo Juan Carlos Rivero, director científico de la organización.

La cartera sanitaria informó 44.496 nuevos positivos de covid-19 en las últimas 24 horas y un total de muertes que asciende a 204.587, al tiempo que afirmaron una «mayor presión» sobre el sistema de salud consecuencia del aumento de casos.

Perú superó los tres millones de casos confirmados de coronavirus desde el inicio de la pandemia, casi el 10% de su población, en medio de la tercera ola impulsada por la variante Ómicron.

El total de contagios se elevó a 3.020.756 tras sumar 44.496 en la última jornada, mientras que las muertes ascendieron a 204.587, incluidas 183 del último día, informó el Ministerio de Salud en las últimas horas.

«Estimamos que esta progresión de duplicar la cantidad de contagios cada dos semanas y media, cada tres semanas, se va a mantener por lo menos durante febrero y parte de marzo»
Hernando Cevallos

Entre los nuevos contagiados figura la jefa de gabinete Ministerial, Mirtha Vásquez, la quinta ministra del presidente Pedro Castillo en contagiarse el virus, informó la emisora peruana RPP.

Vásquez, de 46 años, «se encuentra con síntomas leves pero estable» y «realizará sus labores en forma remota desde su domicilio hasta tener los resultados de la prueba molecular, con el fin de cumplir con los protocolos sanitarios y las indicaciones médicas», dijo el Gobierno en un comunicado.

Aseguran que las ruinas incas no sufrieron daños tras la crecida del río Alccamayo. El evento dejó una persona desaparecida y destrozos en las vías de tren que llegan hasta el principal destino turístico de Perú.

Autoridades del Instituto de Defensa Civil (Indeci) de Perú informaron este sábado que las famosas ruinas de la ciudadela inca de Machu Picchu no sufrieron daños por las inundaciones causadas por las fuertes lluvias que afectaron la región el viernes. Sin embargo, este evento climatológico dejó una persona desaparecida, edificios dañados y averías a lo lato del trazado de las vías que conectan la ciudadela con Cusco.

El ministerio de Turismo determinó que «la Llaqta (ciudad Inka) de Machu Picchu y la Red de Caminos Inka no han sido afectados por el evento, por lo que permanecerán en funcionamiento para los visitantes una vez que se restituyan las operaciones ferroviarias», indicó el Indeci en un comunicado.

Según reportó el alcalde distrital de Machu Picchu, Darwin Baca, el desborde provocado por el desborde del río Alccamayo provocó daños en dos puentes ferroviarios y dos puentes peatonales. También inundó la estación ferroviaria de Aguas Calientes y el patio de maniobras.

Asimismo, afectó a 12 viviendas que fueron inundadas, dos de las cuales resultaron con daños severos, así como parte del hotel Inkaterra.

El Indeci detalló que «aproximadamente 120 personas entre brigadistas, serenazgo, pobladores y policías continúan realizando los trabajos de búsqueda y rescate de la persona desaparecida».

El servicio eléctrico, que también se había interrumpido por las lluvias, fue restituido.

Un tsunami afectó las costas de la provincia peruana de Callao, al lado de la ciudad de Lima, y provocó un derrame de petróleo en el mar y el cierre de playas, debido a las fuertes olas producidas por una erupción volcánica en la isla Tonga, ubicada en el océano Pacífico, se informó hoy.

Este sábado, un intenso oleaje ocurrido luego de la erupción volcánica provocó un derrame durante el proceso de descarga del buque tanque Mare Doricum, de bandera italiana.

Según informó la refinería La Pampilla, de la española Repsol, las olas produjeron un «derrame limitado» de petróleo en el mar del distrito de Ventanilla de Callao, debido a la violencia del oleaje del sábado en las costas limeñas.

El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), aseguró este lunes que el derrame ya fue «controlado» y el Ministerio del Ambiente peruano inició la supervisión del daño ecológico en las playas.

Asimismo, la refinería indicó que en el momento de la fuga activaron sus protocolos de seguridad y sus brigadas lograron controlar «el incidente» el mismo día, informó la agencia ANSA.

Si bien aún no se especificó la cantidad de crudo derramado, la empresa señaló que continúan las labores de control y limpieza de crudo en coordinación con las autoridades locales.

Por su parte, la Marina de Guerra del Perú (MGP) constató el domingo que personal del buque y la Terminal Portuaria Multiboyas colocaron barreras de contención de aproximadamente 500 metros de longitud, además de disponer de tres embarcaciones que se encontraban realizando la limpieza y recolección del hidrocarburo en el área afectada.

Además, las autoridades locales cerraron tres playas en la tarde del domingo y evacuaron a los bañistas.

«Terrible derrame de petróleo en el mar de Ventanilla que atenta contra nuestro ecosistema», dijo a la prensa el alcalde de Ventanilla de Callao, Pedro Spadaro.

La erupción volcánica submarina en el océano Pacífico ocurrida el sábado desató el pánico en las islas del reino polinésico de Tonga, con un tsunami que provocó olas de 1,20 metros en la capital Nuku’alofa, que afectó a Japón y generó alertas en diversas naciones recostadas sobre ese océano, como Australia, Nueva Zelanda, en la costa oeste de Estados Unidos, en Chile y Ecuador, entre otros.

Las fallecidas viajaban en un vehículo que acabó arrastrado por las corrientes. La erupción del volcán submarino ha generado a su paso alertas y avisos por tsunamis en Chile, Australia, Nueva Zelanda o EE.UU.

La Policía Nacional de Perú confirmó la muerte de al menos dos personas en la costa norte del país a consecuencia del fuerte oleaje causado por la erupción este pasado sábado del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai.

“Lamentamos el sensible fallecimiento de dos personas, que fueron halladas sin vida por efectivos de la comisaría de San Martín, en la playa Naylamp, cuando el oleaje era anómalo”, ha indicado la Policía en su cuenta de Twitter.

Las fallecidas han sido identificadas como dos mujeres, tía y sobrina, de 46 y 23 años de edad, respectivamente, que viajaban en un vehículo que acabó arrastrado por las corrientes, informa el diario peruano ‘La República’.

Se trata de las dos primeras víctimas mortales provocadas por la gigantesca erupción del volcán submarino, epicentro de un oleaje que se extendió por toda la región del Pacífico y generó a su paso alertas y avisos por tsunamis en Australia, Nueva Zelanda, Vanuatu, Japón o Estados Unidos, entre otros países.

Daños materiales y evacuaciones

Tonga ha sido el país más afectado y, aunque de momento no hay informaciones de fallecidos, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha confirmado que la erupción ha provocado daños de consideración en este pequeño reino, que todavía permanece prácticamente incomunicado 24 horas después del incidente.

Por otro lado, la costa norte de Chile, también afectada por el tsunami, ha registrado olas de casi dos metros en la zona norte. Las olas más grandes han llegado a algunas áreas del norte del país como Iquique y Atacama, donde se produjeron inundaciones leves, según ha confirmado el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA).

En el ultimo informe Perú reportó 15826 nuevos casos y 33 fallecidos, alcanzando un total de 2.473.709 infectados de Covid desde el comienzo de la pandemia.

Este 15 de enero comienza el toque de queda en Perú desde las 11:00 p.m. a 4:00 a.m. del día siguiente en Lima, Callao y otras 21 provincia para evitar la propagación de la variante Ómicron.

Las provincias afectadas por esta medida serán: Ica, Pisco, Cusco, Cajamarca, Jaén, Piura, Sullana, Sechura, Talara, Trujillo, Pacasmayo, Chiclayo, Santa, Puno, Huaura, Bagua, Chachapoyas, Tacna, Huancayo, Satipo, Mariscal Nieto, Tumbes e Ilo. El resto de las provincias solo se verá afectada entre las 02:00 y las 04:00 horas ya que el nivel de contagios en moderado.

En el ultimo informe Perú reportó 15826 nuevos casos y 33 fallecidos, alcanzando un total de 2.473.709 infectados de Covid desde el comienzo de la pandemia.