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El presidente ruso, Vladimir Putin anunció que ya se registró Sputnik-5, la primera vacuna contra el coronavirus. “Espero que podamos comenzar la producción masiva de este medicamento en un futuro cercano”, expresó el presidente frente a su gabinete.

El ministro de Salud, Mikhail Murashko, informó que apena la OMS anunció la pandemia por el Covid-19, el Ministerio de Defensa y el Instituto de Investigación Gamaleya se puso a desarrollar la vacuna. Sobre esta, el ministro sostuvo que la misma «ha demostrado una alta eficacia y seguridad según los resultados de los ensayos».

Putin destacó que su propia hija probó la vacuna Sputnik-5

Según fuentes oficiales, a fines de agosto o principios de septiembre comenzarán a vacunar a profesionales con riesgo de contagio, como profesionales de la salud y profesores.

El fármaco entraría en circulación el 1 de enero de 2021.

Luego de recibir la vacuna, la inmunidad al coronavirus «puede durar hasta dos años después de la vacunación», informó Mikhail Murashko. La misma se aplicaría en dos dosis, de forma de solución para inyección intramuscular, luego de tres semanas de la primera inyección se aplica la segunda.

Alexánder Lukáshev, director del Instituto de parasitología médica y enfermedades tropicales y transmitidas por vectores, perteneciente a la Primera Universidad Estatal Médica de Moscú Séchenov, ha dado por exitosos los ensayos clínicos de una vacuna rusa contra el nuevo coronavirus que se llevaron a cabo en la universidad en un grupo de voluntarios.

En un comentario concedido a RIA Novosti, Lukáshev ha declarado que «en esta etapa se demostró la seguridad de la vacuna», que corresponde con el nivel de seguridad «de las vacunas que actualmente están en el mercado».

Los ensayos clínicos comenzaron en la Universidad Séchenov el 18 de junio y tenían como objetivo evaluar los efectos de la vacuna contra el covid-19 creada por el Instituto de Investigaciones de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.

La vacuna, creada de forma artificial sin ningún elemento del coronavirus en su composición, está en forma liofilizada y representa un polvo para preparar una disolución administrada por vía intravenosa.

En la investigación han participado 38 voluntarios en total. Algunos de ellos presentaban reacciones posvacunales durante las primeras horas después de la inyección, como un ligero aumento de la temperatura y dolores de cabeza, entre otras, que desaparecieron por sí solas durante el día, señalaron desde la universidad.

El primer grupo de voluntarios que probó el invento será dado de alta el 15 de julio, mientras que el segundo el día 20, y los especialistas seguirán vigilando su respuesta inmune.

Para los ensayos clínicos, todos habían pasado por una revisión médica exhaustiva, incluyendo una prueba para determinar la ausencia de anticuerpos del coronavirus, y habían sido aislados por dos semanas antes de la inyección de la vacuna experimental y el inicio de la investigación. Su estado de salud será monitorizado durante seis meses después del alta médica.

A diferencia de los fármacos, cuya eficacia es estimada por sus efectos en las personas que ya tienen cierta enfermedad, las vacunas experimentales se administran a personas sanas que luego se ven expuestas al microorganismo nocivo. Después de meses o años de observación, los científicos pueden considerar su invento como exitoso si aquellas personas no se contagiaron tras la inyección.

Normalmente las vacunas experimentales son probadas en miles de personas que residen en zonas de contagio, aunque también es común que estos estudios involucren a unas decenas de voluntarios que son vigilados por los médicos por si presentan síntomas de la enfermedad tras ser infectados.

De esta manera, los investigadores pueden decidir si merece la pena seguir con el desarrollo de la vacuna probada o si es mejor buscar otro remedio.

La vacuna que está siendo desarrollada por el Ministerio de Defensa de Rusia y el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya proporcionará inmunidad contra la infección por coronavirus durante al menos dos años, dijo el director del centro, Alexandr Guíntsburg, en una entrevista al periódico Krásnaya Zvezdá.

Este sábado, desde el centro han adelantado que la producción de la vacuna rusa contra el coronavirus podría empezar este otoño. Esta semana los especialistas empezaron a aplicar la vacuna experimental a voluntarios.

El enfoque utilizado en el desarrollo de la vacuna se basa en «la creación de contenedores de adenovirus para la entrega del gen» necesario que codifique la proteína del ‘corona’ en el coronavirus. «Como muestra la práctica, este método es el más racional y efectivo», aseguró.

«La vacuna se administra dos veces. Además, el mismo gen se introduce en diferentes portadores, lo que hace posible no solo obtener inmunidad protectora, sino adquirirla para un período prolongado de tiempo», dijo Guíntsburg, agregando que un paciente estará protegido de una posible infección con coronavirus «por al menos dos años y posiblemente por un período más largo de tiempo».

Un potencial efecto a largo plazo de la droga fue demostrado gracias a los esfuerzos conjuntos con el Ministerio de Defensa de Rusia en el desarrollo sobre el mismo principio de las vacunas contra el ébola en Guinea.

Guíntsburg también dijo que se pueden requerir hasta 70 millones de dosis del medicamento para comenzar la vacunación masiva de la población contra una nueva infección por coronavirus.

La lista de voluntarios ya está completa e incluye a varios de los creadores de la inyección.

La vacuna rusa contra el coronavirus está lista para ser probada en humanos, ha dicho al canal Rossiya 1 Rinat Maksiútov, director del Centro de Investigación del Estado de Rusia de Virología y Biotecnología, Vector.

«En la primera etapa, los ensayos clínicos se realizarán con la participación de 60 voluntarios. La lista [de voluntarios] ya se ha completado e incluye a los desarrolladores de estas vacunas, ya que confían en su eficacia y seguridad», ha indicado.

Maksiútov ha agregado que el centro ha recibido muchas llamadas de personas que han expresado su deseo de participar en los ensayos clínicos, tanto de residentes de la provincia de Novosibirsk, donde se encuentra el centro Vector, como de otras partes del país.

El director de este centro científico ha recordado que actualmente expertos de varios países, incluidos EE.UU., el Reino Unido, Francia y China, están luchando por encontrar una vacuna contra el coronavirus. No obstante, los métodos para crearla difieren.

Por ejemplo, la vacuna que se desarrolla en China contiene coronavirus vivo, producido por los especialistas y después se inactiva. Los científicos rusos también estaban desarrollando una vacuna con base en el virus inactivado, pero al final han optado por otro método, indicó Actualidad RT.