La Universidad de la Patagonia y la Subsecretaría de Bosques unirán sus esfuerzos para que 200.000 plantines de ciprés y lenga puedan ser implantados en el invierno del 2016.
Un acuerdo entre el gobierno del Chubut y la Universidad Nacional de la Patagonia «San Juan Bosco» permitirá el desarrollo de plantines de ciprés y lenga que irán a restaurar zonas del bosque nativo arrasadas por los últimos incendios en la cordillera.
Según adelantaron desde la Subsecretaría de Bosques chubutense, «el invierno que viene se plantarán 200.000 en distintos sectores».
Al respecto, el subsecretario Hernán Colomb realizó una recorrida por los viveros instalados en el acceso sur a Esquel, donde destacó «la tecnología e infraestructura que se posee para esta tarea, que permite producir distintas plantas nativas para la reforestación».
En referencia a los trabajos de campo en las áreas incendiadas, el funcionario detalló que «ya se están haciendo tareas en este sentido, aunque se demoraron en los últimos días a raíz del mal tiempo. Estamos efectuando distintas actividades con escuelas de Lago Puelo y con la delegación de Bosques de El Hoyo se están realizando forestaciones comunales en Puerto Patriada», valoró.
Agregó que «en Epuyén también se trabaja con las escuelas y el municipio local, a través de algunos convenios de aplicación en la Reserva de Uso Múltiple Lago Epuyén. Estamos transfiriendo fondos para trabajos de plantación y otras tareas afines», indicó.
Tecnología y conocimiento
A su turno, el director del Instituto Biotecnológico de la Universidad Nacional de la Patagonia, Oscar Troncoso, se refirió a la cantidad de plantines que se producen en el vivero que la entidad académica posee en Esquel y que estarán destinados a la reforestación de áreas de bosque nativo perdidas por el fuego. «Tenemos estimadas para el año próximo unas 200.000 plantas, divididas entre ciprés de la cordillera y lenga», adelantó.
La primera de las especies «estará para colocarla dentro de dos años», mientras que la lenga «tarda entre seis y ocho meses. Hemos podido bajar los tiempos de crecimiento por la aplicación de algunos sustratos y nutrientes específicos en el riego», graficó.
En detalle, dijo que se concretaron «distintos estudios buscando innovar, tratando de acelerar el crecimiento de las plantas y que nos permita tenerlas en menos tiempo para el ingreso a campo, pero garantizando que estén aptas para la sobrevivencia».
Informó asimismo que debido «a la época crítica de esta temporada para la producción de semillas, sólo se está apuntando a estas dos especies, trabajando mucho en la calidad del ciprés y la lenga, aplicando conocimiento y tecnología que luego podrá ser transferida a productores privados».
No obstante, para la cosecha de semillas del año próximo «se podrá diversificar con otras especies de nothofagus y los requerimientos que realice la Subsecretaría de Bosques a la universidad para el plan de recuperación de bosques incendiados».
Cabe recordar que entre El Bolsón y el Parque Nacional Los Alerces este verano se quemaron casi 60.000 hectáreas de bosques nativos, con epicentro en incendios de mayor magnitud en El Turbio, Lago Cholila y Villa Futalaufquen, lo que llevó a los expertos a considerar que se trata «del mayor desastre ambiental del último siglo en la región andina».