Una juez federal de California ordenó el martes a las autoridades estadounidenses que reúnan en un plazo máximo de 30 días a los niños que fueron separados de sus padres en la frontera de México y Estados Unidos.
Hace una semana el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó un decreto para poner fin a la separación de familias de indocumentados en la frontera con México, dando marcha atrás a la política emprendida anteriormente. Esta medida establece que los hijos de migrantes ilegales sean encarcelados junto a sus padres. Sin embargo, todavía hay más de 2.000 niños inmigrantes en centros de acogida repartidos por 17 estados.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda contra esta práctica ante un tribunal de distrito en San Diego (California). El Gobierno había pedido a la corte no emitir ninguna disposición debido a que ya existe el decreto del presidente.
Según el tribunal de San Diego, el hecho de que no se facilite una reunificación familiar inmediata supone apartarse del decreto gubernamental, «que es clave para el concepto de legalidad anclado en nuestra Constitución». Y agrega: «La triste realidad es que con el actual sistema los niños inmigrantes no son tratados con la misma eficiencia y precisión que una propiedad privada».
Hasta ahora Trump había responsabilizados a los demócratas de no haber podido alcanzar una regulación legal. Sin embargo, no existe ninguna ley que ordene la separación de padres e hijos.
La Voz