Países como Alemania y Corea hicieron pruebas masivas con las que tomaron medidas y lograron resultados positivos. Otras naciones, según los expertos, “empezaron tarde”.
«Corea del Sur fue el modelo más prolijo de testeo, que demostró ser junto con el aislamiento social la herramienta más eficaz para frenar el avance de esta pandemia. En Corea se hicieron testeos masivos de coronavirus para detectar casos en asintomáticos, y cuando alguno daba positivo, se testeaba a su entorno, y así hasta que todos los test de un grupo den negativos», explica el médico infectólogo Roberto Debbag.
«A la vez, en Corea combinaron esos testeos con el uso de la tecnología: cuando un asintomático daba positivo, revisaban a través de su teléfono y de los movimientos de su tarjeta de crédito dónde había estado durante las 72 horas anteriores y avisaban a los comercios para que desinfectaran y eventualmente cerraran», suma Debbag, que es vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica.
Corea del Sur ha llegado a testear a 18.000 personas por día. En Argentina el testeo es encabezado por el Instituto Malbrán: este miércoles tuvo su récord de pruebas diarias y fueron 375. A esos test hay que sumarles las pruebas hechas en 13 centros descentralizados de distintas provincias.
Alemania es otro de los países que ha testeado masivamente: ha alcanzado las 12.000 pruebas diarias. Está previendo, a la vez, realizar testeos masivos con los kits de detección rápida que sirven para hallar anticuerpos, es decir, para encontrar personas que hayan tenido el virus de manera asintomática. El objetivo de esos testeos es emitir «certificados de anticuerpos», de forma de habilitar a esa población a empezar a circular. Es la vía que Alemania contempla para, paulatinamente, empezar a reactivar su actividad económica.
«Tenemos que ver qué están haciendo los demás países, pero las epidemias se comportan distinto de acuerdo a cada región y a las conductas sociales de cada país. Me gustaría, sí, tener la posibilidad de hacer testeos masivos como hizo Corea, pero en Argentina no tenemos esa posibilidad. No tenemos los kits», dice Ricardo Teijeiro, médico infectólogo del Hospital Pirovano. Y suma: «Argentina tomó medidas rápido: el aislamiento se instaló rápido, mucho antes que en otros países que están pasándola muy mal. Francia lo está haciendo muy tarde, Estados Unidos no lo hace, e Italia y en España también tardaron».
De acuerdo a los modelos aplicados en Corea y Alemania, y a lo que viene sosteniendo desde hace semanas la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mejor forma de impedir que el nuevo coronavirus siga propagándose parece ser, además de tomar medias de aislamiento, hacer la mayor cantidad de tests posibles y aislar a los positivos, aunque no tengan síntomas de la enfermedad.
Sin embargo, y aunque la mayoría de los gobiernos europeos están intentando aumentar su capacidad de testeo, no todos tienen garantizado el abastecimiento de kits.
Por otro lado, los gobiernos también empiezan a tener problemas de capacidad de los laboratorios. El aumento de los casos cada día deja en evidencia la falta material de laboratorio y personal.
En Argentina, en donde hasta este viernes se habían detectado 1.265 casos con 37 muertos, por el momento se le hace el hisopado a quienes presentan síntomas y al entorno de los que dan positivo. Sin embargo, las autoridades reconocieron que esperan la llegada de más kits para aumentar el número de pruebas y también de las pruebas rápidas, señaló Clarín.