Campos en producción que tomarán años en volver a ser lo que fueron. Hoy, entre las cenizas y el viento, la imagen es desoladora y plantea un difícil desafío para los productores afectados.
El incendio que se desató al norte de Puerto Madryn, y que llegó hasta casi el ingreso a la Península Valdes por el itsmo Ameghino, dejó consecuencias devastadoras a su paso. Muchos campos que estaban actualmente en producción, fueron afectados seriamente y tomará muchos años en que vuelvan a ser lo que eran.
Hectáreas de pastizales completamente quemados, sumado a la gran pérdida de animales que es la principal actividad económica de productores de la zona de Península Valdés.
Luego del fuego, las cenizas transformaron el paisaje en un ambiente desolador y que mantiene en vilo a los propietarios, pensando de qué manera podrán solventar todos los daños generados por el incendio del pasado sábado 1 de enero.