Los funcionarios del Gobierno Provincial no rebosan de optimismo por estas fechas. Creen que el Gremio podría “plantarse” y no iniciar las clases, lo que implicaría también un costo político. Acá, nada es gratis. El Gobierno tiene asumida la posición de “quien no trabaja, no cobra” y eso ha hecho con los paros del año pasado. Y se niega a reintegrar esos montos. Si hay huelga al inicio de clases, lo más probable es que Arcioni vuelva a aplicar descuentos. Además hay otro actor de mucho peso social: Los padres y madres del sistema.
Durante todo el fin de semana los llamados fueron y vinieron desde las oficinas del Gobierno en Rawson a distintos lugares de la Provincia, intentando auscultar la voluntad de las bases docentes, los que están frente a las aulas, para iniciar el ciclo lectivo normalmente el miércoles 2 de Marzo luego del feriado de Carnaval.
Antes, los maestros deberán iniciar sus actividades el viernes 18. Sin embargo, las nuevas autoridades de la ATECh -el Sindicato que reúne a los educadores- vienen resistiendo y militando la negativa a la última oferta oficial de aumento salarial, según publica Diario El Chubut.
El movimiento de rechazo es intenso a través de las redes sociales y habrá que esperar el desarrollo de las asambleas docentes en el curso de la semana. Para resumir, el Gobierno ha cambiado su oferta inicial, y ahora intenta adelantarles a los docentes un aumento del 20 % a cuenta de Febrero y Marzo, y luego darles tres aumentos consecutivos del 6 %. “Es un 38 % en total lo que los cubre de la inflación hasta Mayo” dicen los funcionarios de Mariano Arcioni. Y refuerzan con otro dato. “Desde 2018 han recibido un 167 % de aumento. Todos los años le han ganado a la inflación”, juran.
Los funcionarios no rebosan de optimismo. Creen que el Gremio podría “plantarse” y no iniciar las clases, lo que implicaría también un costo político. Acá, nada es gratis. El Gobierno tiene asumida la posición de “quien no trabaja, no cobra” y eso ha hecho con los paros del año pasado. Y se niega a reintegrar esos montos. Si hay huelga al inicio de clases, lo más probable es que Arcioni vuelva a aplicar descuentos. Además hay otro actor de mucho peso social: Los padres y madres del sistema.
Durante la pandemia y a causa de la persistente negativa de Gobiernos y Gremios a dar clases presenciales, lo que redundó en pésimas condiciones de educación, las organizaciones de padres y madres proliferaron por todo el país.
Padres Organizados y la Red Federal de Padres por la Educación son las más conocidas. Y durante lo más duro de la pandemia fueron fuertes protagonistas en las discusiones en el sistema educativo. Salieron rápido a los medios y coparon las redes con un discurso sensato y proactivo, lejos de las consignas setentistas y nostálgicas que muchas veces invaden los ámbitos de la educación. Estas organizaciones se han hecho fuertes en Chubut, y el Gobierno mantiene con ellos un nivel de diálogo importante. Los han incorporado a la mesa como factor de presión contra «las ganas de parar» que muchas veces tienen los sindicalistas aún los más duros. Los padres no les tienen miedo a los “Baradel” ni a los funcionarios del sistema. No son los únicos nuevos invitados. También las asociaciones vecinales se han metido en el debate por las clases, atraídos por el Gobierno.
Luego, hay otro factor. En Educación, Economía, y obras públicas, los Ministerios que están más en contacto con la ATECh y los gremios docentes, no logran entender el funcionamiento de la nueva conducción gremial. Han llegado a decir del actual secretario general Daniel Murphy que “no entiende nada”, en referencia a técnica de simulaciones salariales, impacto de los aumentos, correr una matriz de la plantilla docente completa. No logran “sacarle la ficha” ni entenderse como sí lo hacían con Santiago Goodman.
Se ve que es complejo encasillar al nuevo secretario general de ATECh, quien mandó una nota a esta columna en tono marcial para aclarar que no es trotskista y que no le interesa difundir “ni ocultar” sus pertenencias políticas. Al Gobierno le cuesta acomodarse a Murphy, y al sindicalista le costará amoldarse a la lógica de hierro de los padres. A clases, todos, y si tienen que discutir salarios que sea con los chicos en las aulas. La presencia del factor “padres” es tan notable, que vienen empujando con fuerza incluso la derogación de la obligatoriedad del uso del tapabocas en el aula, porque a su entender dificulta el desarrollo de los chicos.
Como sea, desde hace años en Chubut hay problemas para iniciar las clases a tiempo. Cuando no eran las huelgas sostenidas, era el desfase financiero y el atraso salarial. Y si no, la pandemia. Hay chicos que terminarán su ciclo escolar de primario o secundario sin haber vivido un solo año de normalidad. Este año el Gobierno está haciendo el esfuerzo de ponerse por encima de la inflación para poder iniciar las clases. Deben la ATECh y sus dirigentes ya sean trotskistas, kirchneristas, radicales, liberales o hinchas de Racing de Avellaneda, no importa, ponerse en línea con las necesidades de la población y tener responsabilidad social. Y seguir discutiendo con el Gobierno las pautas salariales, pero dentro del aula.
Como nota al pie, en esta semana tanto Murphy como el dirigente Carlos Magno, estarán entretenidos en un juicio que se les sigue por una marcha a los yacimientos de Cerro Dragón.