Hallazgos arqueológicos 2024. Muchos de los descubrimientos arqueológicos más significativos de la actualidad proceden de la aplicación de nuevas técnicas a artefactos y restos humanos ya descubiertos: los detalles de un desastre de la Edad de Bronce, por ejemplo, o el culpable del misterio de un asesinato en el antiguo Egipto.
Este año no ha sido diferente. En 2024, métodos modernos como el análisis del ADN y la tecnología de teledetección revelaron nuevas pruebas de culturas, tecnologías y estructuras sociales del pasado. Pero aunque ahora la arqueología suele avanzar gracias a la ciencia, sigue necesitando nuevas excavaciones para alimentar futuros estudios. A continuación presentamos algunos de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos 12 meses.
- Lidar revela ciudades ocultas en todo el mundo
Lidar son las siglas de Light Detection and Ranging, un análogo del radar y el sonar que escanea el terreno con miles de pulsos de luz láser cada segundo. Aunque esta tecnología existe desde hace décadas, su capacidad para detectar vastas estructuras bajo capas de vegetación y cartografiar los sutiles cambios de paisajes antiguos ha revolucionado recientemente la arqueología.
En un pequeño avión con un equipo lidar, los arqueólogos pueden escanear grandes áreas; y la técnica ha sido especialmente útil para ver debajo de densas selvas en América Central y del Sur. Los hallazgos de este año incluyen asentamientos mayas en Campeche, al sur de México; un paisaje de jardines, caminos y ríos en la selva amazónica de Ecuador; ruinas antiguas en la isla de Tonga, en el Pacífico; y los restos de dos ciudades medievales a lo largo de una ruta de la Ruta de la Seda en Uzbekistán.
- Tumbas, amuletos y mucho más al descubierto en Egipto
Los artefactos egipcios ayudaron a inspirar el desarrollo de la arqueología moderna, y tales descubrimientos continúan. Este verano, los investigadores anunciaron que habían desenterrado 33 tumbas en el sur de Egipto y 63 en el delta del Nilo, junto con impresionantes amuletos de oro, monedas y cerámica. Con unos 2000 años de antigüedad, muchos de los nuevos hallazgos datan de periodos posteriores de la historia egipcia, y los investigadores esperan que revelen más sobre las prácticas funerarias y el mundo antiguo en general en aquella época.
Los investigadores también documentaron la perjudicial postura de trabajo de los escribas egipcios y detectaron un brazo del Nilo perdido hace mucho tiempo, ahora en su mayor parte desecado, que se utilizó hace miles de años para traer piedra para construir las pirámides de Giza.
- Una tumba en el desierto de Petra
Uno de los hallazgos más notables del año fue el descubrimiento de 12 esqueletos antiguos en una tumba bajo el Tesoro de Petra, un yacimiento arqueológico del desierto de Jordania conocido por las elaboradas estructuras excavadas en sus acantilados de arenisca roja.
Los arqueólogos creen que los nómadas nabateos (una rama primitiva del pueblo árabe) empezaron a enterrar a sus muertos en Petra en el siglo IV a.C.; y en el siglo II a.C., Petra se convirtió en la capital nabatea, y un complejo sistema de cisternas la abastecía de agua.
Las columnas de roca tallada del Tesoro, o Al-Khazneh en árabe, forman la estructura más emblemática de Petra. Su nombre procede de una leyenda según la cual la gran urna situada sobre su fachada esconde un valioso tesoro; en realidad, la urna está hecha de arenisca maciza. Aunque la leyenda resultó ser falsa, los arqueólogos afirman que la tumba bajo Al-Khazneh es un descubrimiento de valor incalculable que les ayudará a saber más sobre este pueblo desaparecido.
- La IA lee pergaminos quemados por el Vesubio
En febrero, unos investigadores anunciaron que habían utilizado un sistema de inteligencia artificial para leer partes de un pergamino de 2000 años de antigüedad quemado en la erupción del Vesubio del año 79 d.C., la misma erupción volcánica que destruyó Pompeya.
El pergamino es uno de los 1800 rollos de papiro descubiertos en el siglo XVIII entre los restos de Herculano, una antigua ciudad romana situada a unos 15 kilómetros de Pompeya que, según los arqueólogos, fue destruida por una explosión sobrecalentada de ceniza, roca y gas procedente del volcán.
La erupción redujo los pergaminos a trozos carbonizados que se creían ilegibles. Este año, los científicos escanearon uno de esos trozos con rayos X y utilizaron la inteligencia artificial para descifrar su contenido. El descubrimiento inicial comprende 15 columnas de texto y más de 2000 caracteres escritos sobre cómo disfrutar de la vida, probablemente escritos por un seguidor del filósofo griego Epicuro.
- La silla de montar más antigua jamás descubierta
Esta silla de montar de 2700 años de antigüedad fue descubierta en la tumba de una mujer en el cementerio de Yanghai, al borde del desierto de Taklamakan, en el noroeste de China. Aunque los humanos domesticaron a los caballos miles de años antes, los grabados antiguos muestran que normalmente se montaba a pelo, o sólo con una estera o manta para el jinete. Las sillas de montar fueron un avance tecnológico posterior que permitió a los jinetes recorrer distancias más largas sin herirse a sí mismos ni a sus monturas.
Los investigadores creen que la equitación se introdujo en China desde el norte de Asia Central, pero la silla de montar de Yanghai es la más antigua de la que se tiene constancia arqueológica. Está hecha de trozos de cuero cosidos entre sí y rellenos de paja y pelo de animal. Este tipo de objetos orgánicos suelen descomponerse rápidamente, pero en este caso, el ambiente seco del desierto los preservó.
- Una máscara de jade y más hallazgos de tumbas mayas
En la tumba de un rey maya en Chochkitam (Guatemala) se descubrió una máscara de jade ornamentada, hecha de piezas de jade entrelazadas con conchas marinas para los ojos y los dientes. La datación por radiocarbono indica que data del año 350 d.C. y los descubridores creen que representa a un dios maya de la tormenta. Estas máscaras se hacían a menudo para los entierros de la realeza maya, y las tallas hechas con un cuchillo o cincel de vidrio de obsidiana volcánica también decoraban la tumba de este rey.
Otros descubrimientos mayas anunciados este año incluyen un análisis genético de víctimas de sacrificios halladas cerca de la antigua ciudad de Chichén Itzá (México) y un depósito de restos humanos quemados en otro yacimiento de Guatemala que puede haber señalado un cambio político.
- Los orígenes del “altar” de Stonehenge
El monumento neolítico de Stonehenge, en el suroeste de Inglaterra, saltó a la fama en la Edad Media, pero nuevas técnicas están revelando más detalles sobre su construcción. En agosto, los investigadores descubrieron que la piedra del altar, cerca del centro de la estructura, se fabricó con arenisca procedente de Escocia, a cientos de kilómetros de la llanura de Salisbury, donde se encuentra actualmente. Un viaje de este tipo habría supuesto un gran esfuerzo hace unos 4600 años, que es cuando los arqueólogos creen que se colocó la piedra: pesa más de seis toneladas y es probable que los constructores no utilizaran ruedas.
Estudios anteriores han demostrado que las gigantescas piedras de sarsén de su círculo principal están talladas en arenisca local, pero las piedras azules más pequeñas de su interior se trajeron del suroeste de Gales, a más de 160 kilómetros de distancia. Las primeras partes de Stonehenge datan de hace unos 5000 años; los investigadores creen ahora que empezó como un lugar de enterramiento, pero se amplió a lo largo de miles de años hasta convertirse en un monumento religioso neolítico.