Copa Libertadores. Rosario Central le ganó 1 a 0 a Los Andes en el estadio Único de San Nicolás y pasó a los 16avos de final de la Copa Argentina.
El resultado fue corto y el trámite parejo. El conjunto rosarino necesitó una jugada precisa para superar a un rival de dos categorías menores. El equipo de Ariel Holan se salvó de los penales.
El encuentro de la Copa Libertadores comenzó con una clara para Central. A los cuatro minutos, Enzo Copetti tuvo el primero. Remató cruzado y la pelota dio en el palo izquierdo. Agustín Sández tomó el rebote, pero definió sin precisión y la mandó lejos. Central perdonó desde el arranque, según publicó LU17.
Desde ese momento, el equipo rosarino tomó el control de la pelota. Jugó en campo rival y trató de generar peligro con centros, pelotas cruzadas y tiros desde afuera. Pero falló siempre en la definición. Le faltó claridad, sorpresa y profundidad.
Jaminton Campaz aportó desequilibrio. A pesar de estar amonestado, encaró, metió y pidió la pelota. Se animó a un remate que pegó en el palo. Luego Copetti volvió a fallar. Se acomodó mal y la tiró a la tribuna. El gol no llegaba y la frustración crecía.
Los Andes se defendió bien. Cerró espacios, no cometió errores en la salida y apostó al contraataque. El equipo de Lomas de Zamora jugó con orden y personalidad. Aguantó el primer tiempo sin sobresaltos. Central no logró imponer su jerarquía.
El entretiempo llegó con bronca para los hinchas auriazules. El equipo no jugó bien. Chocó con su propia ansiedad. Los Andes, firme y concentrado, resistió cada avance. La diferencia de categorías no se notó en la cancha. El resultado seguía en cero.
En el segundo tiempo, Central salió con más decisión. Se adelantó en el campo y presionó más arriba. Buscó variantes con cambios en el medio. Holan pidió movilidad y juego por las bandas. El equipo mostró otra actitud.
Los Andes no se achicó. Siguió fuerte en defensa y esperó su chance. Por momentos, emparejó el trámite. Central volvió a recurrir a centros sin destino y remates desde lejos. El arco parecía cerrado.
Pasaron los minutos y la tensión creció. El fantasma de los penales empezó a rondar. Copetti tuvo otra ocasión dentro del área. Le pegó incómodo y la pelota salió desviada. Los errores en la definición se repetían.
Hasta que a los 24 minutos del complemento apareció la jugada clave. Maximiliano Lovera recibió por izquierda, levantó la cabeza y metió un pase filtrado. Giaccone entró al área con decisión.
El volante ofensivo no dudó. Controló de zurda y le pegó de primera. La pelota cruzó el área, superó al arquero y se metió junto al palo. Golazo. 1 a 0 para Central. Desahogo total.
Los jugadores se abrazaron con bronca y alegría. El banco explotó. Holan respiró. El grito de Giaccone rompió la noche. «No llegamos a los penales porque clavé una bomba», dijo después del partido.
Los Andes no se rindió. Se adelantó en los últimos minutos y fue con lo que tenía. Tuvo la última del partido. Un mano a mano peligroso. Pero Jorge “Fatura” Brown se agigantó y tapó el empate. Fue la figura silenciosa del cierre.
El árbitro pitó el final y Rosario Central celebró sin exagerar. Sabía que no jugó bien. Sabía que estuvo cerca del papelón. Pero el pase estaba asegurado. Ahora se medirá con Unión por los 16avos.
Holan evitó otra crítica feroz. El equipo necesitaba avanzar. El funcionamiento aún preocupa. Central mostró poco y ganó con lo justo.
El técnico habló en conferencia. Dijo que el equipo necesita tiempo. Destacó la actitud y el esfuerzo. Reconoció que hay mucho para corregir. «Jugamos con responsabilidad. A veces la ansiedad nos traiciona», declaró.
Giaccone se llevó los aplausos. El juvenil respondió cuando más lo necesitaban. Convirtió un gol difícil en un momento clave. Le dio aire al equipo y calma al cuerpo técnico.
Campaz también se destacó. Mostró actitud, velocidad y desequilibrio. No convirtió, pero incomodó siempre a la defensa rival. Fue uno de los que más intentó.
Copetti se fue con bronca. Erró varias claras y no pudo convertir. Holan lo bancó. Dijo que confía en su capacidad. Pero el nueve necesita reencontrarse con el gol. No logra despegar.
El rival sorprendió con su rendimiento. Los Andes dejó una imagen digna. Jugó con orden y compromiso. Estuvo cerca de forzar los penales. Mostró que la brecha entre categorías no siempre se nota.
El partido de la Copa Libertadores fue pobre desde lo futbolístico. Central no brilló. Generó chances, pero falló mucho. Definió mal y se complicó solo. Ganó por una genialidad individual.
La Copa Argentina no permite distracciones. Un error puede dejarte afuera. Central lo supo desde el primer minuto. Y lo resolvió a tiempo.
La próxima fase será más exigente. Unión viene mejor. Juega en Primera. Tiene un equipo sólido. Central deberá mejorar si quiere seguir avanzando.
El público acompañó en San Nicolás. Aplaudió con moderación. Valoró el pase, pero pidió más entrega. Los hinchas quieren otra versión del equipo.
El calendario de la Copa Libertadores aprieta. Los partidos se acumulan. La Copa no da respiro. Holan deberá rotar y encontrar funcionamiento. El objetivo es llegar lejos.
Rosario Central está en 16avos. Evitó los penales. Ganó por una jugada. Giaccone fue clave. Brown salvó el empate. El equipo sigue en carrera.