Tres días después de que la líder opositora María Corina Machado recibiera el Premio Nobel de la Paz, el gobierno de Venezuela anunció el cierre de su embajada en Noruega, país sede del comité que otorga el galardón.
La medida incluye también el cierre de la representación diplomática en Australia, mientras que se abrirán nuevas embajadas en Burkina Faso y Zimbabue, según informó el Ejecutivo de Nicolás Maduro.
De acuerdo con información publicada por Ámbito, la administración venezolana justificó los cambios como parte de una “reasignación estratégica de recursos” y una búsqueda por fortalecer las alianzas con el sur global.
El gobierno venezolano rechaza el reconocimiento a la oposición
Machado fue distinguida por “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por una transición justa y pacífica”, según la Academia Noruega. Desde Caracas, sin embargo, la reacción fue de absoluto rechazo.
Durante un acto público, Maduro evitó mencionar directamente el premio, aunque lanzó duras críticas veladas:
“Un 90% de la población repudia a la bruja demoníaca de la Sayona”, expresó el mandatario, aludiendo sin nombrarla a la líder opositora.
En su discurso por el Día de la Resistencia Indígena, el presidente agregó: “Queremos la paz y la lograremos, pero una paz con libertad, soberanía e independencia. No la paz de las ruinas ni la paz de la muerte”.
Nuevas sedes diplomáticas en África
El Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano confirmó este lunes que las nuevas embajadas se abrirán en Burkina Faso y Zimbabue, con el objetivo de “reforzar los lazos históricos con el continente africano y establecer misiones diplomáticas residentes en naciones hermanas, socios estratégicos en la lucha anticolonial”.
En su comunicado, el gobierno señaló que estas sedes “servirán como plataformas clave para impulsar proyectos de cooperación en agricultura, energía, educación, minería y otras áreas de interés común”.
Mientras tanto, las comunidades venezolanas en Noruega y Australia recibirán atención consular a través de “misiones diplomáticas concurrentes”, cuyos detalles se anunciarán próximamente.
Un nuevo frente de tensión internacional
El cierre de embajadas y la apertura de nuevas sedes se da en un contexto de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, tras el despliegue militar norteamericano en el mar Caribe, que Caracas calificó como una “amenaza” y un intento de “cambio de régimen”.
Además, esta decisión diplomática llega poco más de un año después de que el gobierno chavista rompiera relaciones con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, luego de las cuestionadas elecciones del 28 de julio.
El anuncio de Caracas marca un nuevo capítulo en la política exterior venezolana, con un claro mensaje de confrontación hacia Occidente y de acercamiento a países del eje africano. El reconocimiento internacional a Machado parece haber actuado como catalizador de una medida que profundiza el aislamiento del régimen de Maduro en el escenario global.