«La mano que él perdió es la mano que Dios nos dio», dijo el primo del chico que recibió los órganos y que vivió conectado a una mochila de oxígeno.
Un joven mendocino de 23 años que durante toda su vida estuvo conectado a una mochila de oxigeno fue trasplantado de ambos pulmones gracias a la donación realizada por la familia de Alberto «Wey» Zapata, el piloto de motos que conducía con un solo brazo y que falleció el domingo en un accidente en una competencia que tuvo lugar en la provincia de Córdoba.
«Leí lo que le había pasado al Wey Zapata, que perdió un brazo en un accidente y creo que esa mano es la que nos dio en este momento, junto a sus pulmones para mi primo. Es algo fantástico», expresó Brayam Gabriel Zapata (24), quien es primo de un chico mendocino (se preserva la identidad del trasplantado) que tiene 23 años, la misma edad con la que murió el piloto de motocross este domingo en una competencia en la localidad cordobesa de San Agustín.
Brayam sabe que «la familia del «Wey» está muy mal por la pérdida de su ser querido», destacando que «con sus pulmones está haciendo feliz a la familia de mi primo, porque le da una posibilidad de seguir viviendo».
Cabe destacar que desde bebé, el mendocino vivía gracias al oxígeno artificial que obtenía de una mochila con la que paseó por la escuela primaria y secundaria. Con sus sueños a cuestas, esperando algún día respirar gracias a dos pulmones.
Luego del terrible accidente que le costó la vida, los restos de Alberto «Wey» Zapata fueron despedidos con una inmensa caravana en la provincia de San Juan.