El presidente estadounidense, Donald Trump, aplazó la cumbre prevista con Vladimir Putin en Budapest, alegando que no desea mantener una reunión “desperdiciada” por la falta de progresos en las negociaciones de alto el fuego en Ucrania.
Durante su declaración a la prensa en la Casa Blanca, Trump subrayó: “No quiero perder el tiempo, así que veré qué pasa”, enfatizando su decisión de posponer el encuentro hasta que se logren avances concretos. El Kremlin confirmó que aún no existe una fecha definida para la cumbre, luego de que la propuesta surgiera tras una conversación telefónica de más de dos horas entre ambos líderes.
Antecedentes de cumbres y conversaciones
El mandatario republicano ya había invitado a Putin a una reunión en Alaska en agosto, sin resultados tangibles. La nueva convocatoria en Budapest surgió con la intención de consolidar progresos y generar acuerdos más firmes, tras el intercambio telefónico previo que Trump calificó como “grandes progresos”.
Divergencias con Ucrania complican los acuerdos
Al día siguiente del contacto con Putin, Trump recibió en la Casa Blanca al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. La cita evidenció objetivos divergentes: Zelenski buscaba la aprobación de misiles de largo alcance Tomahawk, mientras que Trump buscaba obtener nuevas concesiones para avanzar en las negociaciones. Ante esto, el mandatario estadounidense reconoció que el conflicto en Ucrania no tiene solución inmediata: “Muchas cosas están sucediendo en ese frente bélico. Les diremos en un par de días lo que vamos a hacer”.