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El expresidente agregó que el actual mandatario es el culpable y tendría que pedir perdón por ello. «Jamás en nuestra historia tuvimos un presidente tan irresponsable», añadió.

Las más de 300.000 muertes por coronavirus en Brasil son «el mayor genocidio» en la historia del país, denunció este viernes el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, y agregó que el actual mandatario, Jair Bolsonaro, es el culpable y tendría que «pedir perdón» por ello.

«El martes, 3.158 personas murieron por Covid en Brasil. Este es el mayor genocidio de nuestra historia», dijo Lula en una entrevista con el semanario alemán Der Spiegel.

«Nuestra atención no debe centrarse en las elecciones del año que viene, sino en la lucha contra el virus y la vacunación de la población. Tenemos que salvar a Brasil del coronavirus», agregó.

Brasil, que esta semana superó las 300.000 muertes por coronavirus, es el país con mayor número de decesos por Covid-19 después de Estados Unidos.

Brasil, que esta semana superó las 300.000 muertes por coronavirus, es el país con mayor número de decesos por Covid-19 después de Estados Unidos
Además, más de 12 millones de brasileños se han infectado con el coronavirus, entre ellos Bolsonaro, presidente de ultraderecha muy escéptico ante los peligros que genera este virus. El jueves, el gigante sudamericano registró por primera vez 100.000 nuevos contagios en un día.

Lula, de 75 años, puede ser candidato en las elecciones presidenciales del año próximo, tras recuperar sus derechos políticos después de que las condenas por corrupción en su contra fueran anuladas por un vicio de forma. El exmandatario siempre se declaró inocente de esas acusaciones.

«Un presidente no puede saberlo todo, pero él (Bolsonaro) debería tener la humildad de consultar a las personas que saben más que él», opinó Lula en la entrevista.

«Si tuviera un poco de grandeza debería pedir perdón a las familias de los 300.000 muertos por coronavirus y a los millones de infectados»
Según el exmandatario, Bolsonaro debería «reunirse con científicos, médicos, gobernadores y ministros de Salud para poner en marcha un plan para derrotar a la Covid». Bolsonaro, aunque use mascarilla, «no se toma en serio al coronavirus», insistió Lula.

«No cree en las vacunas, gastó una fortuna en un medicamento llamado hidroxicloroquina aunque está demostrado que no servía», ahondó, sin escatimar críticas contra Bolsonaro.

«Durante un año nos contó mentiras. Durante un año provocó a todos los que no estaban de acuerdo con él», agregó. «Si tuviera un poco de grandeza debería pedir perdón a las familias de los 300.000 muertos por coronavirus y a los millones de infectados», opinó.

Esta semana, Lula obtuvo una nueva victoria cuando la justicia concluyó que el magistrado Sérgio Moro, que lo juzgó, actuó con «parcialidad».

«Es responsabilidad nuestra, de los brasileños, parar a este hombre y restaurar la democracia en el país», dijo el expresidente sobre Bolsonaro. «Jamás en nuestra historia tuvimos un presidente tan irresponsable», añadió.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció esta noche su primer viaje oficial a la Argentina, el 26 de marzo próximo, para reunirse con su colega Alberto Fernández, en el marco de las celebraciones por los 30 años de la fundación del Mercosur, y apoyó las negociaciones argentinas con el FMI.

«El 26 de marzo estaré en Buenos Aires, en nuestra querida Argentina, celebrando los 30 años del Mercosur», dijo Bolsonaro en su transmisión de Facebook de todos los jueves.

El mandatario brasileño visitará por primera vez a su tercer socio comercial y al primero dentro del Mercosur, que también integran Paraguay y Uruguay.

Bolsonaro también respaldó la negociación de Argentina para reestructurar su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«La Covid causó dificultad económica en todo el mundo. Hinchamos para que Argentina tenga éxito en las negociaciones con el FMI, la situación es bastante complicada. Brasil es uno de los grandes interesados en eso. Y será la primera vez que voy a conversar con el presidente», dijo Bolsonaro, acompañado por el ministro de Infraestructura, Tarsiso de Freitas.

A su vez, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, confirmó la visita del mandatario brasileño.

«Bolsonaro respaldó las negociaciones argentinas con el FMI y confirmó que estará el 26 de marzo en Buenos Aires, donde participará de los festejos de los 30 años del Mercosur y tendrá su primera reunión presencial con Alberto Fernández», publicó Scioli en su cuenta de Twitter.

La confirmación de la visita por parte del presidente brasileño ocurre dos días después de que el canciller Ernesto Araújo alentara la flexibilización del Mercosur para que cada país pueda realizar acuerdos comerciales en forma unilateral, por fuera del bloque.

Bolsonaro y Fernández dialogaron en forma virtual el 30 de noviembre, día de la amistad binacional, en el marco de una estrategia de acercamiento iniciada en Brasilia por Daniel Scioli.

Pese a las medidas de distanciamiento social adoptadas puntualmente por algunos gobiernos regionales, los secretarios de Salud de los 27 estados de Brasil exigieron ayer, mediante un comunicado, que el Gobierno de Jair Bolsonaro imponga un toque de queda nocturno y nacional en todo el país para evitar el colapso de la red hospitalaria en las principales ciudades.

«Brasil atraviesa, perplejo, por el peor momento de la crisis provocada por la covid-19, con índices muy elevados en todas las regiones», alertó el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), que reúne a los responsables sanitarios de los 27 estados.

«La ausencia de una conducción nacional unificada y coherente dificultó la adopción de medidas» para restringir la movilidad de personas, agregan los secretarios, en una clara alusión al presidente Bolsonaro, quien insiste en minimizar la gravedad de la pandemia.

En su documento, la Conass recomendó la inmediata «prohibición de eventos presenciales como espectáculos, congresos, actividades religiosas, deportivas o similares en todo el territorio nacional», según indicó la agencia Efe.

También pidió «la suspensión de las actividades presenciales en todos los niveles de la educación del país», el «cierre de playas y bares» y la implantación de «un toque de queda nacional entre las 20.00 horas y las seis de la mañana, y durante los fines de semana».

El jefe de Estado, por el contrario, volvió a criticar en los últimos días las medidas de distanciamiento social y afirmó que se debe dar prioridad al mantenimiento de la actividad económica, pues el desempleo causado por esas restricciones «mata más» que el virus.

Según el reporte del lunes, Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, registró en las últimas 24 horas 778 nuevas muertes y 35.742 nuevos contagios, con lo que se acerca a las 256.000 víctimas desde el inicio de la crisis sanitaria y a los 10,6 millones de casos.

De acuerdo con el boletín divulgado este lunes por el Ministerio de Salud, Brasil acumula 10.587.001 contagios desde que registró el primer caso de la enfermedad, el 26 de febrero del año pasado, y 255.720 muertes desde que contabilizó la primera víctima, el 12 de marzo de 2020.

Mandatarios de 16 estados de Brasil firmaron este lunes una carta pública en la que acusaron al Gobierno federal de Jair Bolsonaro de «distorsionar» información sobre los recursos asignados al combate de la pandemia de coronavirus.

En la misiva, los gobernadores cuestionaron a la administración nacional y expresaron su «preocupación» por el uso de «instrumentos de comunicación oficiales, costeados con dinero público, para producir información distorsionada, generar interpretaciones equivocadas y atacar a los gobiernos locales».

«En medio de una pandemia de proporciones tal vez sin precedentes en la historia, agravada por una contundente crisis económica y social, el Gobierno Federalparece priorizar la creación de enfrentamientos,la construcción de imágenes maniqueas y el debilitamiento de la cooperación federativa,esencial para los intereses de la población», señala el texto divulgado este 1 de marzo.

La carta fue emitida en respuesta a un reciente tuit publicado por el presidente ultraderechista Bolsonaro, en el que detallaba las «transferencias del gobierno de Brasil a cada estado solo en 2020». En el informe sobre las erogaciones que partieron de Planalto hacia cada distrito, se encuentran diferenciadas entre «valores directos: salud y otros», y «valores indirectos: suspensión y renegociación de deuda».

«De ninguna manera en estos casos —expresaron 16 de 26 gobernadores que hay en el país—, la distribución de impuestos se debe a un favor de los ocupantes de los cargos de jefe del Poder Ejecutivo», dice la carta.

El duro mensaje de los mandatarios, que tensiona aún más la confrontación entre las autoridades locales y federales, llega solo tres días después de que el país registrara el máximo número de muertes en un día por covid-19, al notificar el último viernes 1.582 decesos por la enfermedad, para un total de 251.661 fallecidos.

Con más de 10,3 millones de contagios hasta la fecha, el presidente sigue desalentando el uso de tapabocas en sus distintas apariciones públicas, a la vez que cuestiona las medidas de confinamiento. La semana pasada, en un acto, Bolsonaro aseguró que «el pueblo quiere trabajar» y «no quedarse encerrado en casa», tras arremeter contra las políticas sanitarias de Brasilia, la capital del país.

En ese contexto, las secretarías de Salud de los 26 estados de Brasil y de la capital, Brasilia, pidieron este lunes a través de una carta la aplicación de un plan nacional contra la pandemia que incluya toque de queda, cierre total de playas, bares y lugares de entretenimiento y el pago de subsidios a la población más vulnerable.

El discurso negacionista de Bolsonaro ha generado más de 60 pedidos de juicio político en su contra en poco más de dos años de gobierno, aunque hasta ahora no ha prosperado ninguno.

El país vecino registró hoy 1.582 muertos por coronavirus en el día más letal desde el inicio de la pandemia, al cumplirse el primer aniversario de la detección del primer caso. Sin embargo, el presidente volvió a desacreditar el uso de barbijos.

Brasil, el segundo más enlutado del mundo detrás de Estados Unidos, alcanzó las 251.661 defunciones desde el inicio de la pandemia, tras sumar 1.582 decesos en las últimas horas. La cifra superó el récord anterior de 1.554 muertes, registrado el 29 de julio de 2020, informó la agencia de noticias ANSA.

La triste noticia se conoció el mismo día en que se cumple un año del primer caso de la Covid-19 detectado en ese país, cuando la enfermedad le fue diagnosticada a un hombre de 61 años, residente en San Pablo, que había viajado a Italia. El hecho ocurrió el 26 de febrero del año pasado.

Pese a las duras estadísticas, El presidente Jair Bolsonaro aseguró en las últimas horas que el uso de mascarillas para evitar el contagio puede tener efectos colaterales, como perjudicar la «percepción de la felicidad». «Comienzan a aparecer estudios, no voy a entrar en detalles, sobre el uso de mascarillas: una universidad alemana habla de que son perjudiciales para los niños», abundó. El mandatario habló sin tapabocas, sentado junto a dos colaboradores en la residencia oficial de Brasilia, desde donde realizó una transmisión en vivo a través de las redes sociales.

«Yo tengo mi opinión sobre las máscaras, cada uno tiene la suya», insistió Bolsonaro, en declaraciones que reproduce el diario Folha de San Pablo. Dijo además que ya «comienzan a aparecer los efectos colaterales» del tapaboca, y citó «dolor de cabeza, dificultad de concentración, disminución de la percepción de la felicidad, desánimo». Bolsonaro afirmó que los brasileños «quieren volver a trabajar» y culpó a los gobernadores e intendentes porque «obligan» a las personas a permanecer en sus casas.

En paralelo, los gobiernos de los estados sureños de Santa Catarina y Paraná decretaron el cierre total de la actividad en los próximos días en un nuevo intento por frenar la descontrolada propagación del patógeno. En un comunicado, el Gobierno de Paraná informó que desde mañana hasta el 8 de marzo «queda suspendido el funcionamiento de los servicios y actividades no esenciales en todo el estado», así como la circulación de personas por las calles entre las 20 y las 5 hora local.

El Gobierno regional justificó las medidas por el «súbito aumento» de los índices de contagios y decesos, así como por la cercanía de un «estrangulamiento del sistema público de salud». Según los datos de las autoridades locales, la tasa de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) está al 94% y en estos momentos, en Paraná, hay 578 personas esperando una cama.

Santa Catarina se encuentra en una situación similar, aunque no aplicará medidas tan restrictivas: el cierre total de la actividad se limitará a los próximos fines de semana, desde esta noche hasta la madrugada del lunes y del 5 al 8 de marzo, recogieron medios locales y la agencia de noticias Sputnik. En los últimos días, otros estados como San Pablo y Bahía endurecieron las medidas de aislamiento social ante el empeoramiento de la pandemia en el gigante sudamericano, que ya supera los 250.000 muertos y los 10,3 millones de enfermos.

Santa Catarina se encuentra en una situación similar, aunque no aplicará medidas tan restrictivas: el cierre total de la actividad se limitará a los próximos fines de semana, desde esta noche hasta la madrugada del lunes y del 5 al 8 de marzo, recogieron medios locales y la agencia de noticias Sputnik. En los últimos días, otros estados como San Pablo y Bahía endurecieron las medidas de aislamiento social ante el empeoramiento de la pandemia en el gigante sudamericano, que ya supera los 250.000 muertos y los 10,3 millones de enfermos.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro , nombró hoy al general retirado Joaquim Silva e Luna como nuevo presidente de la petrolera estatal Petrobras, en reemplazo de Roberto Castello Branco.

«El gobierno decidió nombrar al señor Joaquim Silva e Luna para cumplir una nueva misión como consejero y presidente de Petrobras, luego del final de ciclo, a lo largo de dos años, del actual presidente, el señor Roberto Castello Branco», Dijo el gobierno en un comunicado.

El cambio en la empresa estatal de capital abierto ocurrió luego de que el presidente criticara la política de precios de los combustibles y prometiera «mayor transparencia» frente a los aumentos de los costos.

El jueves, Bolsonaro indicó que pensaba en un plan para reducir el nivel de impuestos de los combustibles y así evitar un aumento de los precios que la empresa aplica de acuerdo con los precios internacionales.

Este día, el índice Bovespa de la Bolsa de Valores de Sao Paulo cayó 0,64 por ciento en una jornada marcada sobre un debate acera de una mayor intervención estatal del Poder Ejecutivo en la empresa.

Las acciones ordinarias de Petrobras cayeron 7,92 por ciento mientras que las preferencias perdieron 6,63 por ciento en la bolsa paulista.

El anuncio de Bolsonaro fue realizado luego del cierre de las operaciones bursátiles en la mayor bolsa latinoamericana.

La empresa estatal de capital abierto Petrobras será conducida ahora por Silva, un general retirado que fue ministro de Defensa en el gobierno de Michel Temer (2016-2018) y fungía en la actualidad como director general de la central hidroeléctrica binacional brasileño-paraguaya Itaipú.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dirigió este miércoles un mensaje al Parlamento, en el cual volvió a comprometerse con la vacunación de la población contra la covid-19 y pidió ayuda de los legisladores para avanzar en la agenda económica.

Bolsonaro participó en la apertura del año legislativo y, pese al negacionismo que siempre ha mostrado frente al coronavirus, aseguró que el Gobierno adquirirá las vacunas necesarias para inmunizar a los 210 millones de brasileños, en el marco de su «esfuerzo por una vuelta a la normalidad».

Los asesinatos, los traslados forzosos de pueblos locales y la persecución de los indígenas constituyen «crímenes de lesa humanidad», aseguran los demandantes.

Dos importantes líderes indígenas brasileños han pedido a la Corte Penal Internacional en La Haya (CPI) que investigue por «crímenes contra la humanidad» al presidente de país, Jair Bolsonaro, al que responsabilizan de los daños ambientales, asesinatos y persecución que se registran en la Amazonia.

Raoni Metuktire, símbolo de la lucha por los derechos indígenas y la preservación de la Amazonia, y Almir Narayamoga Surui, otro emblemático jefe indígena, presentaron este viernes la demanda ante el organismo.

En su denuncia, de la que se hizo eco este sábado el diario francés Le Monde, los dos líderes nativos alegan que desde que Bolsonaro asumió la presidencia en enero de 2019 «la destrucción de la selva amazónica se ha acelerado sin medida».

En particular, destacan que la deforestación se ha disparado «en un 34,5 % en un año, el asesinato de líderes indígenas está en su punto más alto en 11 años y las agencias ambientales han colapsado o han hecho frente a amenazas», recoge AFP.

«Peligro directo para toda la humanidad»
«Esta situación, la más dramática de los últimos 10 años, es resultado directo de las políticas de Jair Bolsonaro», quien quiere «levantar todas las barreras para saquear las riquezas de la Amazonia», sostienen los demandantes, que consideran que los asesinatos, los traslados forzosos de pueblos locales y la persecución de los indígenas constituyen «crímenes de lesa humanidad».

La destrucción de la selva amazónica es un «peligro directo», no solo para los brasileños, «sino para toda la humanidad», alertan los líderes indígenas.

El Gobierno de Bolsonaro ha propuesto una legislación que relajaría las restricciones en las regiones amazónicas para la minería comercial, la extracción de petróleo y gas y la agricultura a gran escala.

La demanda, de unas 50 páginas, es la segunda presentada contra el mandatario brasileño ante este organismo desde el pasado mes de julio, cuando el personal sanitario de Brasil pidió al tribunal una investigación contra Bolsonaro por «crímenes contra la humanidad» por su gestión de la pandemia del coronavirus.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este martes que Brasil está «quebrado» y que no puede hacer nada para salir de la crisis generada por la pandemia, en medio de cuestionamientos sobre el cese de las ayudas especiales otorgadas a 68 millones de personas y el aumento de los datos de familias en la miseria.

«Brasil está quebrado, no puedo hacer nada», afirmó Bolsonaro.

Al dialogar con militantes de la ultraderecha y activistas evangélicos en la puerta del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, el presidente de Brasil dijo que su objetivo era cambiar en 2020 las categorías del impuesto a las ganancias y que la pandemia del coronavirus se lo impidió, además de culpar a la prensa.

«Yo quería cambiar las categorías del impuesto a las ganancias, vino el virus, potencializado por estos medios de comunicación que tenemos. Esta prensa sin carácter. Es un trabajo incesante de intentar desgastar para sacarnos de aquí (del Gobierno) y atender intereses que no pueden revelar», dijo el mandatario.

Según detalla Télam, el Gobierno decidió no renovar los subsidios dados a las empresas para hacerse cargo de parte de los salarios a cambio de mantener empleos y el auxilio de emergencia de 120 dólares mensuales que había aprobado el Congreso, que en el tercer trimestre del año redujo a niveles de 1980 los índices de pobreza.

El fin del auxilio de emergencia en diciembre más la crisis económica que elevó el índice del desempleo al 14,3 por ciento en el fin de 2020 también tiene su correlato en la cantidad de familias en situación de miseria, según el Ministerio de la Ciudadanía.

El número de familias que piden ayuda del estado no para de crecer desde 2016, época de la megacrisis económica política en la cual fue destituida la presidenta Dilma Rousseff y asumió el vicepresidente Michel Temer, hasta que en 2019 lo hizo Bolsonaro.

En octubre de 2020, 39,9 millones de personas se encontraban en la miseria en Brasil, teniendo en cuenta a los que viven con hasta 89 reales mensuales (16 dólares) por cada integrante de la familia.

Desde que Bolsonaro asumió, 1,3 millones de familias cayeron en la miseria, según datos del Ministerio de la Ciudadanía.

En febrero de 2016, las familias en situación de miseria eran de 11.898.567 y en octubre de 2020 pasaron a ser 14.058.673.

El presidente Bolsonaro hizo las declaraciones, también, en medio de su apuesta para que el «Centrao», grupos de partidos tradicionales de la derecha, gane la elección para presidir la Cámara de Diputados con Arthur Lira, del Partido Progresista (PP).

Su rival es Baleia Rossi, del Movimiento de la Democracia Brasileña, un aliado del expresidente Michel Temer que agrupó a toda la oposición a Bolsonaro, incluido al Partido de los Trabajadores y otras fuerzas de izquierda como el laborismo de Ciro Gomes.

El PT apareció dividido en la toma de posición y aclaró que no será aliado de la agenda económica de la derecha aunque si vence, podrá tener peso en las decisiones del Legislativo apoyando a Rossi.

Fuente: Adnsur

Una aglomeración causada por la presencia del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en una playa del litoral de Sao Paulo generó la primera polémica del mandatario en 2021 y levantó este sábado voces de rechazo en las redes sociales por la actitud «irresponsable» del gobernante.

Bolsonaro, quien pasa con su familia unos días de descanso en una base militar del litoral del estado de Sao Paulo, paseaba al final de la tarde del viernes en una lancha en Praia Grande y, cuando la embarcación se aproximó a los bañistas, el gobernante decidió lanzarse al agua, nadar y unirse a ellos.