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Un hombre de 39 años atacó ferozmente a su pareja con una barra de metal y le generó considerables lesiones en el rostro en Comodoro Rivadavia.

El violento episodio sucedió ayer a las 6.50 de la mañana en esa urbe petrolera chubutense.

Luego de propinarle varios golpes de puño en la cara, el sujeto le efectuó un importante corte en la parte lateral derecha del rostro, a la altura de la ceja, con una barra metálica.

La joven fue asistida por un transeúnte que se acercó hasta el lugar donde se encontraba la víctima. A escasos metros de allí, el personal policial logró detener al agresor, quien presentaba manchas de sangre en su ropa. También se encontraron rastros de manchas hemáticas en la barra metálica. En las próximas horas, se realizará la audiencia de control.

Sufrió 7 paros cardíacos y perdió la vida el sábado pasado. Tenía 16 años y era el menor de 8 hermanos. Las autoridades abrieron una investigación interna.

En el barrio Tatuquara de Curitiba (Brasil), la furia se adueñó de las calles. Los familiares y amigos del adolescente de 16 años Matheus Gmach salieron a protestar por la repentina muerte del chico que el sábado 19 perdió la vida tras un confuso altercado con la policía que se encuentra en investigación.

A las 11.30 de la mañana del viernes anterior a su muerte, Matheus salió de su casa junto a dos amigos que lo habían pasado a buscar. Los tres adolescentes caminaron algunos pasos y al llegar a la esquina se toparon con dos oficiales de la policía militar que los detuvieron. Algo sucedió en ese encuentro, algo que todavía no está claro pero que sentenció la vida del menor para siempre. Algo que le causó posteriormente 7 paros cardíacos.

De acuerdo al relato de Alessandra, la hermana de Matheus, el chico llegó a su casa después de aquel episodio y le dijo que no se sentía bien. «Explicó que la policía se le había acercado y que había sido incriminado por los oficiales y se vio obligado a tomar 16 cápsulas de la droga», señaló la chica.

Otro de los hermanos del menor, Rogério Gmach de 27 años, dio más detalles de lo ocurrido: «Dos amigos lo llamaron. En la esquina de la casa, la Policía Militar se acercó a ellos. Encontraron cocaína en el piso y lo hicieron tragarla. Regresó a casa y le dijo a nuestra hermana lo que había pasado, bebió un poco de agua y pronto comenzó a sentirse mal». 

En su testimonio, los familiares de la víctima aseguraron que, antes de pasar por su casa, uno de los niños que acompañaban a Matheus arrojó al suelo los famosos 16 paquetes con cocaína. Luego, los policías le habrían ordenado al adolescente que se tragara todas las drogas para que el trío no fuera detenido.

De regreso en su hogar el menor se descompuso y fue trasladado al Hospital Universitario Evangélico Mackenzie, dondeperdió la vida el día siguiente. 

La Policía Militar de Paraná abrió una investigación ante el escándalo generado y la Policía Civil también está analizando el caso para esclarecer cómo se dio la muerte del adolescente.Un informe del Instituto Médico Forense (IML) debería confirmar en los próximos días si Matheus ingirió las cápsulas antes o después del encuentro con los policías.

Las autoridades facilitaron a los investigadoreslos datos del GPS de los vehículos que utilizaron los agentes policiales. Allí se confirmó el acercamiento de la policía al lugar denunciado por la familia. La acción duró solo tres minutos antes de que el automóvil se moviera a otro punto.

Según explicaron los familiares, el menor tenía antecedentes delictivos ya que había sido detenido por un delito vinculado al narcotráfico.

Desde el lado de la policía reina el hermetismo. El teniente coronel Carlos Roberto Assunção afirmó que la denuncia es considerada«muy grave» y afirmó que ya se trabaja en la investigación para esclarecer los hechos. De todos modos, no hay una versión oficial sobre lo que sucedió. «Hemos tomado las medidas habituales para descubrir cómo sucedió este episodio. Se estima que la investigación durará 30 días, informó El Clarín.

Esta mañana se realizó la audiencia de control de detención y apertura de la investigación por el crimen ocurrido en el año 2012. Daniel «Oso» Jaramillo era uno de los prófugos más buscados por la Policía del Chubut y tenía pedido de captura desde el 2 de mayo de 2013. También está implicado en el asalto al Lucania Palazzo Hotel, perpetrado en la madrugada del 12 de agosto último.

Por el homicidio de José Luis Martínez acontecido la mañana del pasado 12 de agosto de 2012, se concretó la mañana del jueves la audiencia de control de detención y apertura de la investigación en contra de Daniel “Oso” Jaramillo. La representante de fiscalía solicitó se formalice el hecho en su contra bajo la calificación legal provisoria de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, se declare legal su detención y se dicte su prisión preventiva. El defensor no cuestionó la legalidad de la detención, pero sí la calificación legal, en igual sentido solicitó la libertad de Jaramillo, con obligación de presentaciones semanales ante la autoridad judicial.

Presidió el acto Mariano Nicosia, juez penal; por el Ministerio Público Fiscal se hizo presente Patricia Rivas, funcionaria de fiscalía; en tanto que la defensa de Jaramillo fue ejercida por Guillermo Iglesias, abogado particular del mismo.

La funcionaria de fiscalía solicitó se declare legal la detención de Jaramillo ya que la misma fue ordenada por un juez penal competente y concretada luego de un allanamiento en su domicilio de Trelew, en otro Legajo que se investiga el robo al Hotel Lucania. Requiriendo asimismo se mantenga la prisión preventiva que viene cumpliendo Jaramillo por el término de dos meses en base a la existencia de elementos de convicción suficientes como para tenerlo como probable autor, la gravedad del hecho y la pena en espera; peligro de fuga.

En contraposición el defensor solicitó su inmediata libertad con presentaciones semanales en la oficina Judicial de Trelew, más la prohibición de llegar a Comodoro sin autorización judicial.

Finalmente el juez penal resolvió declarar legal la detención de Jaramillo y asimismo formalizar la apertura de la investigación del caso en su contra, dándolo por anoticiado del hecho y la calificación legal que se investiga y por asegurada su defensa técnica. “La prueba de cargo es indiscutible”, sostuvo, el auto que participó en el hecho era propiedad de Jaramillo, existió un conflicto previo en el interior del local bailable y Jaramillo se fugó de la ciudad durante 7 años. Dictando su prisión preventiva por el término de dos meses, al igual que el plazo para concluir con la investigación.

El Crimen 

El 12 de agosto de 2012, siendo aproximadamente las 06:00 hs., en circunstancias en las que José Luis Martínez circulaba a bordo de su vehículo Renault 19 junto a su hijo Gustavo Martínez, quien se encontraba sentado en el asiento delantero del acompañante, y tres testigos amigos de éste último, sentados en la parte de atrás, fueron interceptados sobre Avenida Rivadavia cuando circulaban en dirección este/oeste pasando la intersección por calle Los Robles por otro vehículo marca Toyota, modelo Corolla de color blanco, rodado desde el cual el conductor, Daniel Ariel Jaramillo, le efectuó al menos un disparo con un arma de fuego, calibre 9 mm., provocándole lesiones a Gabriel Martínez en la zona abdominal, y la rotura del vidrio del acompañante del rodado. Ante esta circunstancia José Luís Martínez siguió al conductor del rodado Toyota Corolla por avenida Rivadavia hasta pasar calle Martín Fierro y colisionarlo en su parte trasera, provocando de este modo que el Toyota perdiera su paragolpes trasero, el cual quedó tirado en la calle, y Jaramillo el control del rodado, frenando a la altura 2.900, como así también José Luis Martínez, quien perdió el control del rodado R 19 e impactó contra una palma de luz a la altura 3.119, quedando detenidos en el lugar.

Inmediatamente, José Luís Martínez, descendió del rodado y se dirigió hacia atrás, lugar donde se encontraba el rodado Toyota conducido por Daniel “Oso” Jaramillo, quien desde el interior del rodado y con claras intenciones de dar muerte efectuó un disparo de arma de fuego contra la humanidad de José Luís Martínez, el cual ingresó en la región del tórax (parte izquierda) lesionando arteria aorta y salió en la región lumbar derecha, de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo, provocando su deceso minutos más tarde en el Hospital Regional por ‘paro cardio-respiratorio traumático provocado por un shock hemorrágico’.

Brenda Barattini, la joven arquitecta de 28 años, fue encontrada culpable del delito de tentativa de homicidio por un jurado popular y condenada a 13 años de prisión, la pena que había solicitado la fiscal. La mujer atacó a la víctima con una tijera de podar mientras mantenían relaciones en su departamento hace dos años atrás.

 La joven radatillense Brenda Micaela Barattini (28), presa desde noviembre de 2017 por haberle cortado parte del pene y los testículos a su amante con una tijera de podar, fue condenada este miércoles en la Cámara Segunda del Crimen de Córdoba a 13 años de prisión.

Previo a conocerse el veredicto había expresado: «Pido que se haga justicia. Yo jamás en la vida hubiera querido matar a alguien. Estoy muy arrepentida de lo que hice, quiero seguir con mi vida normal».

Barattini fue juzgada por mutilar el pene de su amante –en noviembre de 2017–-. Este miércoles, el jurado popular deliberó si la condena era sólo por querer provocar lesiones o por haber querido matar al hombre. 

En su alegato de este martes, la fiscal Laura Battistelli pidió 13 años de prisión para la arquitecta, algo que finalmente el Tribunal determinó. La querella había adherido a la misma imputación, por «tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía». 

«Fue un hecho premeditado, dos meses antes”, había manifestado la fiscal. En su argumentación, Battistelli exhibió en la sala de audiencia la tijera de podar que empleó Barattini.

La defensa de la acusada había pedido, en cambio, que sea absuelta de la tentativa de homicidio y que se la condene por lesiones gravísimas calificadas por alevosía. En ese caso, La pena prevista era de 3 a 10 años de prisión.  La defensa de la arquitecta, en tanto, considera que una pena en estos términos sería “inédita e histórica.

La abogada de la querella, Carolina Testa, pidió un resarcimiento civil de 2.027.102 pesos por gastos de curación, lucro cesante y daño moral.  “El dolo es de homicidio. El elemento que utilizó, la tijera de podar, causa la muerte. Luego no solo no hizo nada para ayudarlo sino que siguió colocándolo en situación de vulnerabilidad para que nadie lo ayudara, al gritar que era un violador. Ella quería desangrarlo y que se muriera”, apuntó este martes la fiscal, Laura Battistelli.

Las búsquedas que la acusada hizo en Google volvieron a ser foco del juicio. «Buscó ‘Cómo borro mensajes’, ‘cómo cortar un miembro. Buscó eso meses antes. No cuando él supuestamente lo violó”, detalló. Marcó contradicciones en el relato de la imputada al intentar justificar el motivo del ataque. Siempre en diferentes declaraciones. “Primero dijo que fue porque intentó violarla. Después porque la violó antes. Después porque él mostró fotos y videos de ella. Después porque tenía miedo de que él compartiera esas imágenes. Cuántos móviles hay?”, había resaltado Battistelli.

Sobre el móvil, la fiscal asegura que Brenda lo hizo por su personalidad. “La pericia dice que tiene odio hacia los hombres”, sostuvo.

“No vamos a desconocer el hecho grave, pero son lesiones graves y alevosas”, adujo el abogado defensor, Lucas De Olmos, informó ADN SUR.

A casi 13 años del asesinato de Nora Dalmasso en su casa del barrio privado Villa Golf Club, de Río Cuarto, llegó el pedido de elevación a juicio de la causa con un solo protagonista: Marcelo Macarrón.

El fiscal Luis Pizarro, el quinto del caso, agravó la imputación en su contra a fines de 2018: considera que fue el instigador del crimen y que contrató a alguien para que matara a su esposa. El viudo está acusado de homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria. De llegar a la instancia de debate deberá enfrentar un jurado popular, con una expectativa de pena de prisión perpetua.

La defensa de Macarrón puede oponerse al requerimiento y, en tal caso, deberá definir un juez de Control. En última instancia, la defensa puede apelar ante la Cámara del Crimen para intentar frenar el proceso.

Según la autopsia, la mujer murió asfixiada por estrangulamiento. A partir de esa certeza se siguieron distintas pistas: un crimen durante un juego sexual, un abuso sexual seguido de muerte y un asesinato por encargo.

Pizarro entiende que Macarrón mandó a matar a su mujer; así se lo notificó en noviembre pasado. Al fundamentar el cambio de carátula, Pizarro afirmó: «Hemos descartado la hipótesis de [el viudo como] autor material, aunque Macarrón sigue siendo investigado como instigador». No dio otras precisiones. Tampoco dio pistas sobre el presunto sicario contratado para el «trabajo»

El fiscal sí admitió que podrían haber participado más personas en el homicidio y sostuvo que quedaba «desvirtuada» la idea de su antecesor, para quien el viudo había regresado del torneo de golf del que participaba, en Punta del Este, para matar a su mujer y regresar a Uruguay.

Dalmasso fue asesinada en su casa de Villa Golf la madrugada del 25 de noviembre de 2006. Ese fin de semana su marido participaba del torneo de golf; la hija, Valentina, estaba en los Estados Unidos, y el hijo, Facundo, en la capital provincial, donde estudiaba, destaca La Nación. 

A las 3.30 del sábado, Dalmasso volvió a su casa tras una cena con amigas; había pedido que no la molestaran durante el fin de semana. Como no respondía el teléfono, su madre le pidió a un vecino que fuera hasta el chalet. A las 18 del domingo el hombre entró por la puerta trasera, que estaba sin llave, y la encontró desnuda, con el cinto de una bata en el cuello, sobre la cama de su hija, Valentina. No había desorden.

Esa misma noche el primer fiscal del caso, Javier Di Santo, calificó el hecho de «muerte de etiología dudosa»; el cuerpo tenía golpes. La escena del crimen fue «contaminada» por muchos de los que pasaron por allí. Poco después, a partir de la declaración de un testigo con retraso mental que después se desdijo, el fiscal imputó de hurto calificado, homicidio calificado y abuso sexual a Gastón Zárate, un albañil que había trabajado en la casa de la víctima. Eso motivó el «perejilazo», una movilización a favor de la libertad del joven, en febrero de 2007.

Con Zárate todavía imputado, Di Santo acusó al hijo de la víctima. Ambos fueron sobreseídos en 2012, cuando llegaron los resultados de estudios encargados al FBI que establecieron que el ADN de las muestras tomadas del cuerpo de Dalmasso correspondía a Marcelo Macarrón. La defensa del viudo lo cuestiona.

En marzo de 2016, el fiscal Miralles acusó a Macarrón sobre la base de las pruebas de ADN; creía que el viudo había hecho un viaje relámpago desde Punta del Este hasta Río Cuarto, mantuvo relaciones con su mujer y la mató. Después, volvió a Uruguay a jugar al golf y ganó el torneo.

En 2017, el fiscal fue apartado de la causa a pedido de la defensa de Macarrón, a cargo del abogado Marcelo Brito, exfiscal general de Córdoba, y de Gustavo Liebau, así lo informó ADN Sur.

La hipótesis de un «crimen económico» siempre rondó el caso y se basa en que Dalmasso, presuntamente, habría amenazado con revelar datos de eventuales negocios de su marido y de sus amigos. La investigación siempre estuvo marcada por el escándalo y generó la renuncia de varios funcionarios provinciales. En la causa solo es querellante la madre de Nora, pero no tiene abogado desde hace cinco años.

Hasta el momento pasaron 26 testigos por la sala de audiencias de la cámara penal; ayer en particular declararon quienes encontraron al imputado el día después del crimen y el médico que realizó la autopsia a la víctima, como asimismo y por sistema de videoconferencia forenses desde Comodoro Rivadavia. El juicio seguirá hoy a las 9.

Durante la mañana de ayer se pudo escuchar a Juan Garitano, un trabajador de seguridad en la estación de servicios que se encuentra en la salida hacia el norte de Trelew, quien contó que cerca de las 6.30 del 15 de junio vio al imputado Carlos Archie Phillips en el local de aquel lugar, pero no le llamó la atención al no saber lo sucedido.

«ME MANDE UNA CAGADA»

Más tarde llegó el comisario Gómez con una foto y entonces lo reconoció y dio una vuelta buscándolo afuera para luego dirigirse a los baños. Fue ahí donde se encontraba tras una de las puertas y conoció el calzado que llevaba, por lo que puso en conocimiento al jefe policial y luego arribaron los efectivos en su búsqueda. Explicó que fue el mismo comisario quien le pidió que lo requise y mientras procedía pudo hablar con él, quien le expresó: «me mandé una cagada», y le contó que se había querido matar, tirándose debajo de un camión o apuñalándose. Destacó que se lo veía mal y con heridas consideradas graves por las cuales se quejaba por el dolor.

Otro de los convocados fue el doctor policial, en aquel momento Rubén Linder, quien dijo haber sido convocado cuando Phillips fue detenido y en los baños de la estación pudo revisarlo constatando lesiones, completando luego aquella revisación en el Hospital Zonal. Destacó que se lo vio lúcido y ubicado en tiempo y espacio, con lesiones cortantes y escoriaciones, y manifestó que no se constataba que pudiera haber ingerido droga o alcohol.

LA HORA DEL DECESO

Mas adelante, el médico forense Juan Orlando Juárez dio detalles de la autopsia realizada sobre el cuerpo de Evelyn, asegurando que se observaban inusitados signos de violencia con 30 lesiones de arma blanca. Reiteró que debió tratarse de un ataque muy violento y con tanta fuerza que atravesó costillas, llegando a producir heridas en corazón y pulmón, principalmente en el ventrículo izquierdo, lo que derivó en hemorragias incompatibles con la vida. Mas allá de otros detalles contemplados en el marco del informe correspondiente, aseguró que efectuado el estudio pertinente se podría verificar que el deceso de Evelyn se produjo a las 4.11 del día 14 de junio, así lo informó El Chubut.

MÉDICOS POR VIDEOCONFERENCIA

La doctora Noelia Masari, bioquímica del laboratorio regional forense en lo que respecta al gabinete de genética en Comodoro Rivadavia, expuso sobre aspectos de las pericias de ADN efectuadas y el doctor Ignacio Alvarez, bioquímico del gabinete de toxicología, aseguró que en las muestras no se detectaba presencia de sustancias o alcohol. Ambos profesionales fueron requeridos por videoconferencia desde aquella localidad.

La detención del sujeto se produjo ayer en un allanamiento en el Barrio 21 de Enero, al norte de la ciudad. La Policía Científica secuestró cuchillos, ropa, zapatillas y un teléfono celular, que también serán peritados.

La audiencia de control de detención, donde con la presencia de un juez se notifica formalmente al sospechoso de los cargos, será el sábado. En ese momento la fiscalía lo imputará por el delito de “homicidio en ocasión de robo”, previsto con hasta 25 años de cárcel.

El fiscal Jorge Bugueño, a cargo de la causa, adelantó que en la audiencia solicitará siga detenido por los peligros de fuga y de entorpecimiento de la investigación. Entre sus antecedentes, el detenido posee una condena de cuatro años de prisión por tentativa de homicidio. Había recuperado su libertad en abril.

«LLAMA A LA AMBULANCIA QUE TE VOY A DAR UN PUNTAZO»
El robo ocurrió el pasado 2 de Mayo, de madrugada, cuando Lorenzo González estaba junto a su mujer en su domicilio, ubicado sobre calle Troperos Patagónicos, y escucharon rotura de vidrios en una de las habitaciones. Fue allí que vieron a una persona dentro de su casa.

Lorenzo, según relató su mujer, le dijo que pare, que le entregaba la billetera. Pero el delincuente le respondió: “¿Qué pará? Llamá a la ambulancia que te voy a dar un puntazo”. El anciano le entregó la billetera con mil pesos, pero el agresor lo apuñaló en el abdomen y huyó. Lorenzo fue trasladado al hospital donde quedó internado varios días pero falleció producto de la herida.
El relevamiento realizado por la Policía Científica que dirige el licenciado Marcelo Rodríguez junto con la División de Investigaciones de la Policía, a cargo del comisario Cristian Vázquez, permitió levantar dos rastros digitales sobre la ventana que el autor rompió para ingresar al domicilio. También se levantaron dos improntas de calzado, frente al domicilio y dentro del dormitorio. La mujer, testigo del hecho, realizó un identikit con detalles de la fisonomía y características del agresor.
A los pocos días, un particular halló la billetera y documentación perteneciente a la víctima en el barrio 21 de Enero. Las sospechas se confirmaron finalmente con el resultado del peritaje papiloscópico (de huellas digitales).

“La evidencia papiloscopica permite identificar a una persona de manera única. Y el resultado de AFIS (Sistema Automatizado de Identificación Dactilar, por sus siglas en inglés) dio resultado positivo”, explicó el fiscal Bugueño.

El presunto homicida había cumplido una condena por intento de homicidio de similares y recuperó la libertad el pasado 10 de abril. Bugueño adelantó que pedirá que siga detenido mientras continúa el proceso judicial que busca llegar a juicio oral.

Tanto el jefe de la Unidad Regional, Ricardo Cerda, como el jefe de fiscales, confirmaron es que el robo existió. La autopsia, que se realizará este martes en la morgue judicial, establecerá si Aurora sufrió violencia, asfixia o un paro cardiorrespiratorio ante el estrés de la situación. Se trataría del cuarto crimen del año de una mujer en Comodoro y del homicidio número 13 de 2019.

La Fiscalía y la Policía investigan un presunto homicidio en ocasión de robo en el que habría participado como “señuelo” una mujer bajo la modalidad de “viuda negra”, que se cobró la vida de una anciana de 91 años, identificada como Aurora Pessolani, antigua vecina de una vivienda de El Chubut 1993, del barrio Roca.

La mujer que era viuda y que vivía con su hijo de 59 años, fue encontrada por la empleada doméstica el lunes a las 15:30. La empleada que trabaja lunes, miércoles y viernes dijo que el viernes pasado esperó a que llegase el hijo de Aurora para finalmente retirarse del lugar de trabajo. Y cuando ayer a las 15:30 ingresaba a trabajar nuevamente, se encontró con el portón externo del patio cerrado.

Eso le llamó la atención porque siempre le dejaban el cerco abierto. También le pareció raro que la luz externa estuviera encendida, ya que siempre estaba apagada y las cortinas cerradas desde el interior, cuando siempre estaban abiertas. Por eso no dudó en saltar el cerco y cuando intentó abrir la puerta escuchó los gritos de H.L., el hijo de la anciana.

Buscó ayuda de un vecino para ingresar y al entrar a la vivienda encontraron en el pasillo al hombre maniatado y golpeado, con signos de deshidratación. El hombre, de profesión gasista, estaba atado con los cables en los brazos y en los pies, mientras que Aurora fue hallada muerta en la cama de su habitación que estaba cerrada desde el exterior.

“Lo que hay es una persona que fue hallada atada en el domicilio, aparentemente habiendo permanecido en esa situación hace un par de días, el fin de semana por lo menos. Una persona de unos 59 años que fue trasladada al Hospital por el estado de deshidratación. En el lugar se encontró a una persona mayor de unos 90 años aproximadamente que es la madre de la persona que estaba atada, sin vida” relató el jefe de fiscales Juan Carlos Caperochipi, que trabajó en el lugar.

LA AUTOPSIA

La autopsia, que se realizará este martes en la morgue judicial, establecerá si Aurora sufrió violencia, asfixia o un paro cardiorrespiratorio ante el estrés de la situación. Es que los investigadores estiman que a la mujer que no podía caminar sin la ayuda de su andador, la ladrona y sus cómplices la encerraron en el lugar.

“El hombre no ha podido dar mucha información por su estado de salud; es un escenario bastante difuso, en donde ni siquiera podemos afirmar que aquí haya existido un homicidio. Objetivamente hay una persona muerta y una persona atada” dijo Caperochipi en los albores de la investigación.

Lo que sí confirmaron tanto el jefe de Unidad Regional, Ricardo Cerda, como el fiscal jefe, es que el robo existió.

“Hay signos de que han revuelto el lugar”, dijo Caperochipi. “Sin perjuicio de que se investiga como un presunto homicidio, estamos ante la posible comisión de un apoderamiento ilegítimo por cuanto al menos uno de los moradores se encontraba indefenso como consecuencia de haber sido atado y eso hace presumir que fue para apoderarse de elementos del interior del inmueble”, expresó Cerda.

La principal hipótesis de los investigadores es que se trató de la obra de una “viuda negra” con quien el hijo de Aurora había convenido una cena en la vivienda familiar.

Una vez compartida una copa de vino rosado con esta mujer, el hombre se desvaneció y finalmente se despertó horas más tarde golpeado y maniatado. Desde el viernes a la noche, el hombre habría permanecido sin comer ni beber, por lo que fue hospitalizado con principio de deshidratación. Incluso habría escuchado los gritos de su madre desde el otro lado de la puerta de la habitación pidiendo auxilio.

La Brigada de Investigaciones este martes tratará de entrevistarlo si es que puede hablar para que aporte algún detalle más sobre la mujer que terminó siendo el señuelo de un atraco en el que no se descarta que hayan participado más personas y en el que finalmente perdió la vida Aurora Pessolani. Se trataría del cuarto crimen del año de una mujer en Comodoro y del homicidio número 13 de 2019.

ADNsur

A un albañil lo encontró su hijo muerto ayer a la mañana en el baño de su casa y la policía hasta anoche no descartaba un crimen. El cuerpo estaba calcinado, había muchas dudas con respecto a la mecánica de la muerte y la fiscal de turno pidió que se haga la autopsia. Hubo tres personas que fueron demoradas para ser interrogadas en la Comisaría y entre ellas estaba el muchacho que halló el cadáver de su padre.

UN CASO “INCIERTO, CONFUSO”

Según trascendió, el lugar en donde se habría iniciado el foco ígneo que terminó quemando y matando al albañil era entre unos accesorios de una motocicleta que tenía desarmada dentro de su vivienda. En razón a ello, no se desestimaba la posibilidad de que la víctima haya estado trabajando en la reparación del rodado y que manipulando algún combustible cerca de una cocina a gas que no andaba bien, hubiere provocado una explosión y el inicio del siniestro fatal.

Por lo que comentaron fuentes de la fiscalía, el hombre se quemó desde abajo hacia arriba, y quizás mientras el fuego iba avanzando por su cuerpo se desplazó por la casa buscando desesperadamente apagarlo. Presuntamente fue así, que terminó cayendo en el baño en donde ocurrió su deceso.

El fallecido se llamaba Jorge Rafael Pereyra, tenía 42 años y vivía solo. El terrible suceso ocurrió ayer en la calle Río Senguer entre Viedma y Laura Vicuña, en el barrio Juan Moreira 2 de Trelew. Fue aparentemente sobre el final de la madrugada porque el occiso habría estado acompañado hasta cerca de las dos; pero el caso recién fue descubierto alrededor de las 8.30 por un hijo de él; un joven de 18 años que a esa hora llegó a la vivienda a visitarlo y lo encontró muerto.

La fiscal de turno, al hablar con EL CHUBUT cuando se retiraba del lugar, dijo que era todo “muy incierto todavía” e informó que se le iba a hacer la autopsia. “Tenemos que verificar si hubo participación de otra persona”, reveló y confirmó que había tres demorados, entre ellos el hijo de la víctima, el joven que encontró el cadáver y llamó a la policía.

Las dudas que no lograban clarificar los investigadores eran, por ejemplo, cómo se prendió fuego si quienes inspeccionaron el lugar no hallaron ningún acelerante y afirmaban que la motocicleta no tenía combustible. Y el otro gran dilema era la forma en que las llamas comenzaron a quemarlo; desde los pies hacia arriba.

INDIGNACION DE LOS FAMILIARES

Una sobrina del fallecido, otros parientes y algunos conocidos del barrio se enojaron muchísimo cuando vieron cómo se hacía el traslado del cadáver a la Morgue Judicial: en una bolsa del tipo consorcio y en la caja de una camioneta de los bomberos. Consideraron que eso era digno de un animal y tuvieron intenciones de evitar que el vehículo se fuera del lugar; la policía frustró esa maniobra y hubo empujones, insultos y el riesgo que la situación se desmadrara transformándose en un abierto enfrentamiento con los uniformados. Por suerte, no llegó a eso y primó la cordura.

“¿Cómo lo van a sacar así? Se lo llevaron en una bolsa de consorcio tirado en una camioneta. No es la forma, es una persona que está muerta, pero es una persona”, manifestó indignada la sobrina del fallecido a la que EL CHUBUT le preguntó si sabía algo de lo que le había ocurrido a su tío.

“No nos dicen nada y tampoco podemos entrar a la casa”, afirmó. Se le consultó entonces si conocía lo que había hecho su tío en las últimas horas de vida. “El estaba solo, llegó el hijo y lo encontró quemado en el baño”, contó.

-¿Y ustedes qué sospechan? ¿Pudo haber sido un accidente? Se insistió. “Según lo que nos dijeron, puede ser que se haya prendido fuego con la hornalla (de la cocina) porque estaba encendida”, respondió.

Añadió luego: “Lo que tengo entendido es que se fue a dormir como a las dos de la madrugada, cuando se quedó solo, porque había estado con mi hermano y la señora. Le sacaron los cigarrillos y le dejaron todo apagado; las hornallas y el horno que había tenido prendidos para calefaccionarse, y hoy (por ayer) a la mañana llegó el hijo y lo encontró así. Dicen que pudo haber querido prender la hornalla y como salía mucho gas de golpe se pudo haber prendido fuego”, especuló.

Fuente: El Chubut

El próximo 27 de junio se conocerá el veredicto.

Se concretó a lo largo de toda la jornada del martes la audiencia de alegatos finales en el juicio por el homicidio de Samuel Ovejero, acontecido el pasado 29 de julio de 2017 en el barrio Máximo Abásolo, que tiene como imputada a Juliana Uribe. El fiscal consideró probada tanto la materialidad como la autoría del hecho en cabeza de la imputada y solicitó se la declare penalmente responsable del delito de “homicidio agravado por la relación de pareja, mediando circunstancias extraordinarias de atenuación”. Por su parte la defensa argumentó que “Juliana ha actuado en legítima defensa” por haber sido víctima de violencia de género.

En su alegato el fiscal sostuvo que ha quedado acreditado a lo largo del debate tanto la materialidad, la muerte de Samuel Ovejero, como la autoría del hecho en cabeza de la imputada Juliana Uribe. La muerte se produce como consecuencia de un shock hipovolémico producido por herida de arma blanca. Varios testigos fueron coincidentes en las circunstancias en las que ocurrió el hecho. Una camioneta Eco Sport que daba vueltas a la madrugada tocando bocinazos, que era propiedad de Ovejero y que se la prestaba a Uribe su ex pareja. Mencionó la filmación exhibida en debate donde se ve que Samuel estaba parado y se desploma en Chazarreta y Timoteo Ortego. Se puede observar como la camioneta Ecos Sport se adelante hasta donde estaba el cuerpo y lo levantan y trasladan hasta el Hospital. Allí Juliana Uribe es detenida. También quedó acreditado que la víctima y Uribe tenían una relación de pareja de más de dos años y que hacía un mes que se habían separado. Se escuchó el testimonio de una vecina, imparcial que or su ventana observa lo que sucedió donde Samuel estaba arrodillado y era una mujer quién lo golpeaba en la cara con la mano empuñada. A Uribe no se la veía ni golpeada ni lesionada, y fue examinada por un médico, es decir la agresora era Uribe. No se da en el caso que Uribe se encontraba enmarcada en un contexto de violencia de género, afirmó el fiscal. No se desconoce que había violencia, pero era recíproca y cruzada, la agresión era respondida, se defendía. “No hay duda de la intencionalidad de Uribe por el elemento utilizado y el lugar elegido para herirlo que le provocó la muerte”. Sin embargo existen circunstancias extraordinarias de atenuación que serían aplicables al caso, por la relación conflictiva, de agresión mutua, y es en éste marco que se produce la muerte de Ovejero. Por último requirió se declare a Uribe penalmente responsable del delito de “homicidio agravado por la relación de pareja, mediando circunstancias extraordinarias de atenuación”.

La defensora sostuvo en su alegato que la violencia se debe analizar a lo largo de toda la relación de pareja y no solo en el momento del hecho. Él la agredía, ambos se agredían, ella se defendía y muy pocas veces había testigos presentes. Juliana nunca ha negado la autoría y su responsabilidad. En la relación se encontraban todos los componentes del ciclo de la violencia familiar. Fue agredida por Ovejero Juliana cuando estaba embarazada.  La actitud de Juliana de haberlo trasladado a Ovejero hasta el Hospital Regional habla de una actitud responsable, argumentó la defensora. Concluyendo que “Juliana ha actuado en legítima defensa” por haber sido víctima de violencia de género y también de violencia Institucional por lo que solicitó su absolución.

Finalmente el tribunal pasó a deliberar y dará a conocer el veredicto de responsabilidad penal el próximo día jueves 27 de junio, a las 9.00 hs..

El tribunal de debate fue integrado por Gladys Olavarría, Jorge Odorisio y presidido por Raquel Tassello, jueces penales; el Ministerio Público Fiscal fue representado por Adrián Cabral, fiscal general;  en tanto que la defensa de la imputada Uribe fue ejercida por Rosa González y José Palacios, abogados de confianza de la misma. Familiares de la víctima fueron acompañados por profesionales del Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito (SAVD).

El homicidio agravado de Samuel Ovejero:

El ilícito contra la vida ventilado en debate acontece el pasado 29 de julio de 2017, siendo aproximadamente las 12.20 hs., cuando la víctima Samuel Ovejero se encontraba en compañía de la imputada, con la cual mantenía una relación de pareja, Juliana Uribe, junto a un menor, en el interior de un automóvil e iniciaron una discusión por la devolución de una camioneta. Interviene la madre de la imputada que retira al menor del lugar. Así la imputada Uribe con claras intenciones de darle muerte tomó un cuchillo  y le asestó al menos tres puñaladas a Ovejero, una de ellas en el tórax que le perforó el ventrículo derecho del corazón, como así también un corte en la sien derecha y laceraciones en los dedos: índice y medio de la mano izquierda. Llega inmediatamente el lugar un hermano de la víctima y personal de la Seccional 6ta. Luego trasladan a la víctima en forma particular al Hospital lugar donde Ovejero fallece como consecuencia de un “shock hipovolémico irreversible producido por herida de arma blanca en tórax”.