Tag

crimen

Browsing

Un video de entre 10 y 15 segundos encontrado en el teléfono celular del rugbier registró la emboscada y el inicio del ataque que finalizó con el crimen del estudiante Fernando Báez Sosa en Villa Gesell.

Los voceros consultados detallaron que la filmación era de buena calidad pero se interrumpe cuando el propio Pertossi (18) se sumó a la agresión para golpear a uno de los amigos de Fernando Báez Sosa (19).

El registro fue captado «desde una buena posición» por el iPhone perteneciente a Pertossi, y durante la pericia del dispositivo, realizada en Mar del Plata por la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina, fue hallado alojado entre las imágenes almacenadas, y no había sido eliminado.

El video, siempre según las fuentes, era de buena calidad en cuanto a su peso, ya que el material no había sido enviado sino que estaba sin comprimir, dentro del aparato gris con pantalla astillada y funda transparente con el que fue tomado.

«Son buenas tomas. Y es una información muy contundente, porque en la secuencia se advierte una premeditación desde el inicio: hay uno del grupo que se aleja y se predispone a hacer la filmación desde el inicio de la pelea», señaló una fuente de la investigación.

Según detalló, en el inicio de la secuencia, se ve «en penumbras» a Fernando, «distraído y de espaldas a la calle cuando es emboscado mientras habla con otros chicos» luego de haber sido echado junto a sus amigos del boliche Le Brique.

«Queda claro que fue una emboscada y que Fernando no tuvo oportunidad de advertirlo», agregó el vocero y aseguró que, a diferencia de lo que ocurrió con otras imágenes captadas por testigos o por cámaras de seguridad, «no sólo se ve la golpiza una vez desatada, cuando el joven cae casi en el acto, sino que se ven los segundos previos, cuando lo están cazando».

Indicó además que «en este caso además, hay un amplio panorama, sin la obstrucción de un árbol como en otros videos que tiene la fiscal» Verónica Zamboni, jefa de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Gesell.

La captura de las imágenes, según las fuentes consultadas por Télam, «se interrumpe cuando Pertossi deja de filmar para ir a pegarle a un amigo de Fernando».

De acuerdo a los informantes «solo él filmó. Y es el material más incriminatorio hallado. Que uno haya filmado demuestra que hubo una distribución de roles y tareas».

Del análisis de los celulares se desprende a su vez que en el interior del boliche los rugbiers intercambiaron mensajes en los que se referían a una pelea, y una fuente confirmó la existencia de un whatsapp enviado horas más tarde por uno de ellos, en el que advertían: «Dejen de escribir porque lo matamos».

A partir de su incorporación a la causa, tanto los casi cinco terabytes de información descargados como las cerca de 90 páginas de la actuación sumarial con el detalle de la pericia están a disposición de las partes que intervienen en la causa.

En los próximos días, la querella y la defensa podrán contar con una copia integral de la información, que deberá ser cargada por los especialistas de la Policía Federal, desde los discos rígidos originales entregados el lunes último a la fiscalía, en los dispositivos de almacenamiento que cada parte entregue.

Estos datos fueron extraídos de los nueve equipos secuestrados a los diez rugbiers imputados por «homicidio agravado por concurso premeditado», durante el allanamiento realizado en la mañana posterior al crimen, en la vivienda que ellos alquilaban en Gesell.

La pericia incluyó, además del iPhone de Pertossi, otros cinco equipos similares: el iPhone 3 negro que pertenece a Máximo Thomsen (20), uno de los acusados de ser coautor del homicidio, y los de Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19), cuyo equipo «7 Plus», de color negro, tiene la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.

También fueron analizados con dispositivos de extracción de datos (Ufed) el Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Fernando; un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (18), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (19), el otro rugbier imputado como coautor del homicidio.

Las fuentes indicaron a su vez que ni en los allanamientos en la vivienda ni en la requisa de los dos vehículos de los imputados fue localizado ningún celular correspondiente a Ayrton Viollaz (20).

Los investigadores analizaron además, con resultados negativos, el Samsung S10 que le fue secuestrado al ya sobreseído remero Pablo Ventura (21) cuando fue detenido en la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana, y que fue desbloqueado con la clave que el propio imputado brindó a la fiscal tras su liberación.

Gustavo Servera, condenado en primera instancia a prisión perpetua por el femicidio de Soledad Arrieta, ocurrido el 5 de febrero de 2018, se declaró inocente ante la Cámara en lo Penal cuando se le dio la última palabra. «No voy a descansar hasta que se sepa la verdad», dijo el condenado que busca revertir en segunda instancia su condena.

Servera insistió con su inocencia en un día muy especial; ayer, justo cuando se cumplía el segundo aniversario del femicidio de Soledad Arrieta. Por ese crimen, Servera está condenado a prisión perpetua y ayer cuando la Cámara del Crimen en lo Penal le dio la posibilidad de decir sus últimas palabras antes de pasar a analizar el pedido de impugnación de su defensa dijo: “No voy a descansar hasta que se sepa la verdad”.

frente a los familiares de Soledad Arrieta, volvió a decir: “Soy inocente”. Y dijo que tiene todo el tiempo del mundo para demostrarlo. Ayer sus defensoras particulares, Elizhabet Yapura y Carolina Cruz, presentaron la impugnación a la decisión de los jueces de primera instancia, Martín Cosmaro, Mariel Suárez y Jorge Novarino.

Los tres jueces encontraron culpable en primera instancia a Servera de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género”, y lo hicieron de manera unánime.

“El motivo de la impugnación esencial, que ya fue presentada por escrito, es que los jueces han tenido en cuenta para condenar a Gustavo Alejandro Servera la teoría de los indicios; tanto como hay un indicio de presencia dicen ellos, hay un indicio de autoría, un indicio de conducta posterior. Son todos meros indicios, meras presuposiciones, pero nada está avalado, ni fáctica, ni jurídicamente respecto de la directa concreción real que endilgue materialidad alguna de los hechos acaecidos que le dieran muerte a Soledad Arrieta en relación a Servera” dijo la abogada Cruz a El Patagónico.

“La teoría nuestra del caso es llevar adelante lo que nos enteramos después de la sentencia; el hecho nuevo; las pruebas que tenemos para incorporar. Lo que hicimos en el día de la fecha fue impugnar esta teoría de indicios que fue ratificada por la fiscal, que es la teoría utilizada por los tres jueces para condenar a Gustavo Alejandro Servera” explicó Cruz. “Sostenemos la inocencia plena y pedimos la absolución total y el resguardo y cuidado de los tres hijos” agregó.

“FRUTO ENVENENADO”

Las defensoras de Servera sostienen “la teoría del fruto envenenado”, en donde analizan que la escena del hecho fue adulterada. Las defensoras del condenado presentaron prueba de la relación amorosa de Arrieta con un pai umbanda que dicen que no se investigó. E hicieron referencia “a la rosa de amor que él le dejaba cada vez que se encontraba con ella”.

Por parte del Ministerio Público Fiscal estuvo presente en la audiencia María Laura Blanco. El Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito acompañó a los hermanos de Soledad Arrieta y a la madre, Graciela Razongles, quien también dijo algunas palabras ante el tribunal en una fecha muy especial: el segundo aniversario del femicidio de su hija.

Afuera de los tribunales, cuando se le consultó qué piensa cuando lo escucha decir a Servera que es inocente, dijo que quisiera creer que es así por los hijos, pero ya se determinó su culpabilidad y que nada sirve que diga eso después del juicio.

Según pudo probar la fiscal Blanco en juicio oral y público, el femicidio ocurrió durante la madrugada del lunes 5 de febrero del 2018, en el horario comprendido entre la 1:30 y las 2:02. Arrieta se encontraba en la vivienda ubicada en la parte posterior del terreno situado en Juan Manuel de Rosas al 3600, del barrio Abel Amaya.

En ese lapso, se hizo presente su esposo, Servera, de quien estaba separada. Este residía en la parte delantera del predio. Se produjo una agresión física y utilizando un lazo metálico que el agresor colocó alrededor del cuello de Arrieta, se ejerció presión para reducirla.

El ataque le produjo a la mujer excoriaciones lineales en diversas partes del cuerpo, entre ellas en el tórax del lado derecho, y en el cuello, región latero-posterior y dos equimosis en la parte delantera del cuello. Después se roció el lugar con un líquido inflamable y se inició un incendio intencional que provocó la muerte por quemadura de las vías aéreas y de distintas partes del cuerpo.

El ataque se produjo como conclusión de una relación signada por violencia de género, en la que Arrieta se encontraba en una situación de subordinación y sometimiento hacia Servera, basada en una relación desigual de poder.

El homicidio de Alexis Cueva ocurrió el 23 de noviembre y casi tres meses después aún se aguarda el traslado del automóvil Fiat Punto desde Pergamino, en donde se encuentra secuestrado y precintado para su peritaje. Se trataría de una prueba clave ya que allí habría sido trasladado el estudiante de medicina que apareció en el arroyo La Mata cinco días más tarde.

La Justicia no avanza en el esclarecimiento del crimen del estudiante de medicina, Alexis Cueva (23). Aún se aguarda el traslado a Comodoro Rivadavia del automóvil Fiat Uno en el que se movilizaba Leonardo Bustamante (24), uno de los sospechosos del homicidio. El otro es Renzo Muñoz (23). Ambos fueron imputados.

Bustamante fue el último en caer, ya que su captura tuvo lugar en Pergamino, Buenos Aires, el 30 de diciembre. Se le secuestró entonces el Fiat Punto en el que los investigadores presumen habría sido trasladado el cuerpo de la víctima el sábado 23 de noviembre de 2019, para ser hallado el jueves 28 en el Arroyo La Mata, a la atura de la puerta 4 del Autódromo General San Martín.

En la audiencia de control y apertura de investigación en relación al homicidio, el 4 de diciembre, Renzo Muñoz -quien se entregó ante la Justicia después de permanecer prófugo algunos días en los que fue y vino de Córdoba-, señaló a Bustamante como el autor material de las lesiones que le ocasionaron la muerte a Cueva.

Bustamante fue trasladado de Pergamino a Comodoro Rivadavia el 10 de enero, luego de haber sido capturado por la Brigada de Investigaciones y también fue sometido a la audiencia de control de detención y formalización de la investigación.

Según investiga el Ministerio Público Fiscal, entre las 18 y las 22:30 del sábado 23 de noviembre Renzo Fernando Muñoz, Leonardo David Bustamante y Héctor Daniel Orquera se encontraban reunidos en la casa de este último, en Los Nogales al 800, cuando llegó Alexis Cueva a compartir unas bebidas. Tanto Cueva, como Muñoz y Bustamante, se desempeñaban laboralmente en una financiera de la calle Belgrano.

EL CRIMEN

Alrededor de las 22:30, se retiraron del lugar Muñoz, Bustamante y Cueva a bordo del Fiat Punto de Bustamante. Lo único que se supo después es que se produjo el crimen. Cueva murió apuñalado: recibió siete puntazos en el cuello.

Según la Fiscalía, los imputados trasladaron su cuerpo en el Fiat Punto, arrojándolo al arroyo La Mata, al que la Policía llegó porque fue el último lugar en el que se activó el celular de la víctima.

La búsqueda de Cueva se inició el 25 de noviembre cuando su madre puso en conocimiento de la Policía su desaparición. A Muñoz y a Bustamante se los investiga por el presunto delito de “homicidio simple” en calidad de “coautor” para ambos. Cuando se los interrogó, coincidieron en señalar que habían dejado a Cueva en España y Rivadavia porque pensaba tomar un colectivo en dirección a zona norte para ir a su casa en kilómetro 3.

Pero cuando apareció el cadáver y los fueron a buscar, ambos sospechosos habían desaparecido. Muñoz se entregaría una semana más tarde y culpó a Bustamante del crimen.

“Habían estado discutiendo toda la noche y en un momento fueron al baño. Cuando yo fue hasta ahí estaba Bustamante con los pantalones bajos, Alexis estaba arrodillado y Bustamante lo estaba apuñalando en el cuello, se lo llevó al auto y quiere que yo lo ayude a cargarlo y yo no lo quiero cargar por los nervios que tenía y me dice ‘metete al auto y agachá la cabeza’, apuntándome con el arma”, declaró Muñoz en la audiencia de control de detención.

El plazo de investigación y la prisión preventiva vencen el 4 de marzo próximo y ambos se encuentran privados de su libertad ante el peligro de fuga, el cual ya quedó en evidencia.

Ahora resta acceder a los presupuestos de la grúa que trasladará el vehículo que se encuentra precintado en Pergamino. El mismo debe ser peritado por la Policía Científica en busca de rastros biológicos de Cueva.

Los abogados de la familia de Fernando Báez Sosa evalúan pedir que los rugbiers detenidos por el crimen cometido en Villa Gesell sean acusados de «homicidio por placer» de determinarse en el expediente que filmaron el ataque.

«Si realmente se confirma que estos chicos además de hacer lo que hicieron lo grababan, vamos a pedir una ampliación de los agravantes, ya que estarían demostrando que mataron por placer, que esto les causaba cierto placer», dijo el abogado Fabián Amédola a radio La Red.

El letrado se dirigía este martes a la mañana a la localidad balnearia de Villa Gesell con el fin de tomar contacto con los nuevos elementos incorporados al expediente que lleva adelante la fiscal Verónica Zamboni, a cargo de la UFI 6.

Ayer lunes, cerca de 5 terabytes de información obtenida de los teléfonos celulares secuestrados a los rugbiers imputados fueron incorporados a la investigación, y el también abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando, aseguró que al menos uno de ellos registró parte del ataque en Villa Gesell.

Ese material, contenido en dos discos externos y extraído durante los peritajes a los diez equipos analizados por parte de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA), con sede en la ciudad de Mar del Plata, comenzó ya a ser analizado por la fiscal.

Fuentes de la investigación indicaron a Télam que el contenido de los seis teléfonos iPhone, dos Huawei y un Motorola secuestrados a los rugbiers durante el allanamiento a la vivienda en la que se alojaban en Villa Gesell aportó «información muy relevante» e «importante material probatorio» respecto de su responsabilidad en el crimen de Báez Sosa (19), ocurrido frente al boliche «Le Brique» el 18 de enero último.

Al respecto, Burlando dijo a en base a «un adelanto de la información que recibió la fiscal indicaría que existe un video» registrado por uno de los rugbiers en los momentos previos al ataque, cuando el grupo va «a la caza» de la víctima.

Por su parte, Améndola dijo que el análisis de esas pruebas permitirá «tomar decisiones» y analizar el dictado de «la prisión preventiva respecto de todos o de la mayoría de estos muchachos detenidos por este crimen atroz».

«Por el momento, a nuestro criterio, prácticamente todos van a correr la misma suerte. No sabemos si la fiscalía va a mantener el criterio adoptado al momento de las detenciones, ya que realmente se han incorporado mucas pruebas y seguramente se va a poder definir con mas precisión el rol que tuvo cada uno de los autores en lo que fue catalogado por testigos como una masacre», agregó Améndola.

Sobre el único de los rugbiers que no fue reconocido por testigos, Alejo Milanesi, el letrado dijo que se aguarda el resultado de un cotejo entre su ADN y muestras obtenidas debajo de las uñas de Fernando.

«El el reconocimiento médico se ve que tenia en los dedos 2, 3 y 4 de la mano derecha y en un nudillo de la mano izquierda escoriaciones compatibles con una pelea. Tiene arañazos y debajo de las uñas de Fernando hay material biológico para hacer un cotejo de ADN, vamos a saber si coincide o no», explicó.

Además de MIlanesi, por el crimen se encuentran detenidos Máximo Thomsen (20), Juan Pedro Guarino (21), Alejo Milanesi (20), Ciro (19), Lucas (18) y Luciano (18) Pertossi, Matías Benicelli (20), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18), y Ayrton Viollaz (20).

Se conoció la macabra revelación de la pericia a los celulares de los rugbiers. Lo informaron altas fuentes ligadas a la investigación. El archivo está en alta resolución.

Se desconoce hasta el momento quién de los diez acusados lo grabó. El registro sería entregado hoy a la fiscalía del caso.

El viernes por la mañana, se conoció que la defensa de los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa pidieron a la UFI N°6 que investiga el caso que los diez acusados hoy en Dolores puedan ver los videos que circulan en redes sociales y medios de comunicación que los muestran en el contexto del crimen, lo que sería un primer contacto con la prueba para poder enfrentar una posible declaración indagatoria.

Los diez detenidos se habían negado a hablar en un primer momento tras ser detenidos, ya que desconocían las pruebas del expediente según sus abogados.

Sus teléfonos incautados en la casa que ocupaban en Villa Gesell fueron enviados a peritar a la Policía Federal. El procedimiento está a cargo de expertos de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la PFA, cuyo laboratorio se encuentra en la ciudad de Mar del Plata.

Sus resultados todavía no fueron completados y entregados a la UFI N°6 de la doctora Verónica Zamboni. Sin embargo, hay un hallazgo parcial. Y lo que se encontró es inquietante.

Dos altas fuentes cercanas a la investigación confirmaron a Infobae que al menos uno de los rugbiers filmó el ataque. Y lo hizo en alta resolución.

En total fueron diez los dispositivos a analizar, según datos publicados por Télam. Entre ellos está el de Pablo Ventura, el joven que fue falsamente involucrado por los rugbiers detenidos y que luego fue liberado por la Justicia, al comprobarse que no estuvo en la ciudad costera al momento del brutal ataque a Fernando.

De los diez teléfonos, hay seis equipos en particular que resultan más difíciles de desbloquear para los especialistas. Son los de marca Apple, cuyo grado de encriptación dificulta el acceso a la información interna.

Estos seis teléfonos pertenecen a Máximo Thomsen (20) -uno de los acusados de ser coautor del homicidio-, Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19), siendo el equipo de este último un “7 Plus”, de color negro, con la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.

El peritaje se realizó mediante el UFED (Universal Forensic Extraction Device), un dispositivo que sirve para extraer y decodificar la información de la gran mayoría de teléfonos del mercado.

Por otra parte, se desconoce si los rugbiers compartieron el video entre ellos, o si fue viralizado a personas fuera del grupo. Las fuentes apuntan a que está, al menos, en un aparato. La Policía Federal les comunicó a los investigadores de manera extraoficial del caso el hallazgo del video, que sería entregado en la jornada de hoy. Por lo pronto, quien lo filmó no sería ninguno de los jóvenes señalados por golpear a Fernando como Máximo Thomsen o Enzo Comelli, sino “uno de los co-imputados”, asegura una fuente de peso.

Los diez rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa quieren declarar, están esperando que la fiscalía definan cuáles son los roles de cada uno y algunas medidas de prueba que todavía no llegaron, cuando la fiscal tenga todo ese material van a declarar, todos expresaron esa voluntad de hacerlo.

Hugo Tomei, representante de los 10 rugbiers imputados, lo confirmó al ingresar a la fiscalía N°6 y adelantó que va a presentar recursos contra las declaraciones de los testigos, ya que encuentra contradicciones.

El abogado aportó que los testigos se contradicen, que no es consistente lo que cuentan, unos dicen que vieron al grupo de rugbiers pero al momento de marcar el lugar físico donde se encontraban cuando ocurrió la pelea, es imposible que hayan tenido visibilidad clara de la golpiza que terminó con la vida de Fernando.

Los diez rugbiers implicados pasaron este miércoles sus primeras horas en la alcaldía de Dolores, después de habitar comisarías de Villa Gesell y Pinamar. Allí permanecerán al menos hasta se defina la situación procesal de cada uno de ellos.

Días atrás se conoció otro video que mostraba cómo el personal de seguridad del local sacaba a los rugbiers a la calle por una puerta lateral, en el que Máximo Thomsen (20), imputado como coautor del crimen de Fernando, forcejeaba mientras lo retiraban del lugar. En las imágenes, tomadas por una cámara de seguridad dentro del lugar, se pudo ver cuando los jóvenes son echados por una puerta que da a la avenida 3, donde luego se desató el ataque al joven de 18 años.

En otra grabación se vio cómo retiraron a Fernando del local nocturno tras la pelea que mantuvo con el grupo de rugbiers.

Además de Thomsen, por el crimen de Báez Sosa están presos Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18) y Juan Pedro Guarino (19), ), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20).

Es uno de los detalles más oscuros del homicidio. La prueba fuerte de la acusación podría servirle a la defensa para pedir un atenuante.

Después de matar a golpes y puñaladas a su padre Orlando Jara (55), los hermanos Fernando (27) y Matías Jara (21) cometieron una impresionante acción ante la vista de los vecinos que registra diferentes interpretaciones entre los investigadores.

Como se sabe, el domingo a la madrugada hubo una terrible discusión familiar en el barrio Zona II de Zapala, que involucró a Rolando Jara con su pareja y dos de sus hijos.

La disputa verbal comenzó en el interior de la vivienda y siguió en la calle a los golpes de puño. Finalmente aparecieron las armas blancas.

Orlando Jara fue golpeado por sus hijos con una lanza de acarreo de automóviles y con piedras. Pero lo que le causó la muerte fueron cuatro puñaladas, dos de las cuales le atravesaron el corazón.

Lo escabroso ocurrió después. El cuerpo del hombre quedó tirado en la vereda, y su hijo mayor le seccionó la cabeza con un cuchillo ante la vista de los vecinos.

Luego Fernando, con su teléfono celular, se tomó una selfie con la cabeza de su padre y se la envió a un amigo.

Esa persona ya fue ubicada por la justicia y se presentó a declarar.

La selfie es una de las pruebas más contundentes de la autoría del homicidio.

Pero la defensa podría utilizarla para argumentar algún atenuante o eximente de la pena, porque la conducta no se configura dentro de los parámetros esperables para una persona que acaba de asesinar a su padre.

Según los vecinos y otro hermano, el padre golpeaba habitualmente a su pareja y los jóvenes salían a defenderla. El domingo a la madrugada, amenazó con matar a toda su familia.

Un nuevo testigo presencial del crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell declaró hoy en el marco de la causa y aportó «detalles muy precisos» sobre los roles de cada uno de los jóvenes imputados, según informó el abogado Fernando Burlando, querellante en representación de la familia de la víctima.

Burlando aseguró que «se le recibió declaración a un nuevo testigo en la fiscalía», y que su testimonio, de cerca de dos horas, «fue muy claro, muy contundente, en describir roles de estos animales que protagonizaron el asesinato de Fernando». Mañana, el nuevo testigo se sumará a las ruedas de reconocimiento.

Al abandonar la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada de Gesell, a cargo de la fiscal Verónica Zamboni, el abogado explicó que fue «muy interesante, y lamentablemente, más allá de la importancia que tenga para la causa el testimonio, es dramático el relato que hace».

En su primer contacto con la prensa tras arribar a Villa Gesell, Burlando dijo a la agencia Télam además que presenciará «todas las audiencias testimoniales y los reconocimientos de personas» previstos en el marco de la causa por la muerte de Báez (19), ocurrida el 18 de enero último frente al boliche Le Brique.

En ese sentido, dijo que a partir del acceso a las actuaciones del caso, analizarán un posible pedido para ampliar la imputación, con la figura de alevosía. «Queda prueba pendiente y queda seguramente mucha gente que vio el episodio y que todavía no se animó o no supo cómo llegar a la fiscalía. Los estamos esperando», agregó.

Un testigo «muy claro»

«Fue muy claro en cuanto a quiénes participaron y sus roles», afirmó a La Nación una fuente con acceso a la causa que lleva adelante la fiscal Zamboni, funcionaria que ahora espera además resultados de peritajes ordenados a efectos de incorporar mayor evidencia a la investigación, entre ellos el contenido de los teléfonos celulares incautados a los acusados -análisis que comenzó hoy en Mar del Plata, con equipos que llegaron a las 9.30- y muestras de sangre y otros rastros tomados de los imputados y sus prendas.

Este nuevo testimonio quedó plasmado esta mañana, en las oficinas de la Unidad Fiscal N°6 de esta ciudad, donde por primera vez estuvo Burlando, abogado que tomó la representación legal de los padres de la víctima. Durante la semana pasada ese rol lo ocupó Fabián Améndola, integrante de su estudio.

Se pudo conocer que el testigo, que estuvo aquella noche en la escena del crimen, pudo elaborar un pormenorizado detalle de cómo ocurrieron los hechos, señalar a participantes y en qué circunstancias los encontró.

Hasta el momento la fiscal había convocado a una decena de testigos. Seis de ellos participaron de las rondas de reconocimiento de jueves y viernes y otras tres fueron convocados para la de hoy, que sería la anteúltima. Mañana se cerraría este recorrido y, de manera inmediata o el miércoles, los diez detenidos serían trasladados a una unidad penal.

Zamboni había pedido de manera inmediata que a los acusados se los derive a una cárcel común. Pero ante la falta de disponibilidad, confirmada por el Servicio Penitenciario bonaerense, ordenó que en primera instancia se reparta a los diez jóvenes en calabozos de las comisarías de Pinamar y Villa Gesell.

La rueda de reconocimiento de hoy continuará hasta última hora de la tarde. La modalidad es la misma de la semana pasada y desde temprano la policía está acercando jóvenes, a los cuales ubica primero a la salida de las discotecas y luego en inmediaciones de playa, para utilizarlos como «extras» que comparten sala con uno de los imputados. Entre esas cuatro personas, siempre con cierto parecido físico, se propone al testigo que identifique a quien pudo haber visto aquel sábado en circunstancias del ataque y asesinato de Báez Sosa.

A efectos de evitar filtraciones de datos, entre ellas un video que circuló durante las últimas horas, a los jóvenes convocados para participar de esta diligencia se les retiene el teléfono celular hasta que abandonan la sede de la Secretaria de Seguridad, escenario de estas ruedas de reconocimiento.

Lucas Pertossi, uno de los acusados por el crimen del joven a la salida de un boliche de Villa Gesell, rompió el silencio e hizo referencia a los parientes de la víctima y a sus amigos.

Uno de los rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes y patadas a la salida de un boliche de la ciudad balnearia de Villa Gesell, rompió el silencio a través de un audio.

En el mensaje de voz, Lucas Pertossi, que pertenece a la decena de acusados que mataron al joven de 19 años, comienza diciendo que «cada uno sabe el rol que tomó en la pelea y que se haga cargo».

«Es una lástima, no sé qué van a hacer algunos con el laburo», destacó, y agregó que «yo voy a levantar la cabeza, no la voy a estar agachando».

Haciendo referencia a los parientes de la víctima, indicó: «Me duele lo que pasó, arruinar una familia, me hago cargo, soy responsable porque estuve y son mis amigos, y a ellos no los voy a dejar morir».

Con respecto a sus compañeros detenidos, manifestó que «somos un grupo que salimos a divertirnos y nos jugó una mala pasada la vida. Pero no por eso me voy a condenar ni me voy a entregar. Ahora lo que pienso es que destruimos una familia».

El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, dijo que si los acusados en la rueda de reconocimiento «no resultan identificados, podrían quedar libres». Sin embargo, el fiscal explicó que si algunos de los acusados no son reconocidos por los testigos en la rueda, pero la Fiscalía tiene pruebas en su contra, no quedarían en libertad.

El “detenido número 11” que estuvo tres días preso, salió de la cárcel tras comprobarse que no participó del asesinato de Fernando Báez Sosa. Su abogado dijo que podrían iniciarle acciones legales al rugbier que lo acusó ante la Policía.

Pablo Ventura (21), el joven liberado en la causa en la que se investiga el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, habló este miércoles públicamente por primera vez tras salir de la cárcel y, aunque escuetamente, dio detalles de lo que le tocó vivir en los últimos días.

«Todavía no caigo. No lo puedo creer. La verdad fue muy difícil, pero ya me siento mejor, por suerte. Estoy más tranquilo. Un poco angustiado, pero nada más. Ahora voy a tratar de a poco de ir volviendo a la normalidad», contó Pablo, en declaraciones a C5N.

Consultado sobre su relación con los diez rugbiers detenidos, explicó: «Los conozco de vista, de la ciudad. Nada más. No los odio».

Además, dijo que la noche del crimen estuvo «en la casa de un amigo, tranquilo»: «Cuando llegó la Policía no entendía nada. No sabía qué pensar».

Ventura, quien en la tarde del martes fue dejado en libertad por orden de la Justicia, afirmó que lo trataron «muy bien» mientras estuvo detenido y que se está apoyando en sus amigos y familiares. «Las personas que me conocen saben cómo soy», agregó.

Además, le mandó un mensaje a su madre, quien a diferencia de su papá no pudo viajar a la Costa para acompañarlo: «Le quiero decir a mi mamá que la extraño mucho y que gracias por todo el apoyo. Tengo unos padres de fierro».

A su lado, su padre, José María, dio detalles sobre su liberación: «Ayer (por el martes) lo vi realmente mal, mal en serio. Estaba totalmente quebrado. Yo le decía que no tuviera vergüenza, que se sintiera orgulloso, porque toda la sociedad lo estaba apoyando. Recién se pudo dormir a las 3 y media de la mañana. Pero acá estamos, dando la cara».

Por qué lo involucraron

José María contó además que su hijo «tuvo algún conflicto» con uno de los 10 acusados en el pasado, aunque se trató de un episodio «muy estúpido y hace muchísimos, muchísimos años». Fue por esa razón, según cree, que los rugbiers dieron el nombre de Pablo a la Policía cuando los detuvieron.

«Es increíble. No sé por qué tanta bronca. No se entiende la saña. En Zárate hay pica entre el remo (Pablo practica ese deporte) y el rugby, pero no se peleó con ninguno de ellos. Pero después de pensar durante toda la noche, llegué a una conclusión: estos chicos, cuando los allanan, no sabían que habían asesinado a una persona, entonces tiraron el nombre de Pablo Ventura como haciendo un chiste. Estoy seguro de que fue así, porque no tiene sentido. Después me vengo a enterar que cada pavada que hacían lo tomaban para la joda y usaban ese latiguillo. Los chicos estos ni siquiera tenían la dimensión de lo que había pasado», planteó.

Por otra parte, José María valoró la tarea de la Justicia y de la Policía, al asegurar que «se tomaron su tiempo y actuaron como corresponde».

«Poniéndome en el lugar del fiscal y pensándolo fríamente, yo hubiera hecho exactamente lo mismo. Quería estar seguro, porque había un asesinato de por medio. Y si me ponía en el lugar de la familia de la víctima, también hubiera querido que se supiera la verdad. Mi hijo estuvo realmente muy contenido», contó.

Otra causa para los rugbiers

Jorge Santoro, el abogado de la familia Ventura, adelantó que, una vez que Pablo «salga libre de culpa y cargo» y «sea desvinculado totalmente de la causa», iniciarán «acciones por la vía civil por daños y perjuicios» contra los rugbiers que le dieron su nombre a la Policía.

«Esto afectó la dignidad y el proyecto de vida de Pablo. No se puede hacer algo así. No nos tenemos que olvidar de que hay una criatura asesinada brutalmente por estos inadaptados y violentos, que no tenían necesidad de hacer semejante barbaridad», señaló.

En tanto, el letrado argumentó que «no tiene sentido hacer participar a Pablo de la rueda de reconocimiento», como había trascendido en las últimas horas, aunque se quedará en la Costa si la Justicia lo solicita.

Por último, Santoro calificó de «muy apresurado lo del fiscal» general de Dolores, Diego Escoda, quien horas atrás había hablado de «un auto que habría salido clandestinamente de Villa Gesell hacia Zárate la noche del crimen».

«Esa información la tendría que haber dado después de verificar los dominios del vehículo que él creyó que había salido ‘clandestinamente’. De todas las formas, salvo ese barquinazo, no tenemos dudas de que Pablo va a ser totalmente liberado de la causa. Con los testigos, las pruebas que se vieron, las pericias de los teléfonos, más que se cayó esa versión del auto clandestino, eso bastó».