Las señales negativas que llegan desde Estados Unidos por la posibilidad de una «guerra» comercial con China y la desmejora en las perspectivas para la economía local fueron la tormenta perfecta para el mercado argentino. El Merval, el indicador de las acciones más operadas del país, se derrumbó hoy casi 9%, lo que representa el retroceso más profundo en el índice líder porteño desde junio de 2014, cuando había caído 12%. La jornada estuvo marcada también por el recalentamiento del dólar, que avanzó más de 30 centavos y volvió a superar los $28.
Algunas de las acciones que cotizan en la bolsa llegaron a derrumbarse hasta casi 16%. Las mayores bajas del día las registraron Phoenix Global Resources (-15,6%); Cablevisión (-14%); y Holcim (-13,9%). Hubo un total de 17 acciones terminaron con variaciones negativas de dos dígitos. Sólo se salvaron de la fuerte sangría Tenaris (+4%); y Petrobras (+0,9%). Y también sufrieron los papeles argentinos que cotizan en Wall Street. Los papeles de Banco Supervielle encabezaron los fuertes descensos, con una baja del 13,2%. Le siguieron los papeles de Central Puerto (-12,7%); Banco Francés (-11,1%); Galicia (-10,9%); y Loma Negra (-10,8%).
La euforia en el índice duró poco tras la recategorización de la Argentina como «mercado emergente». Los analistas consultados por TN.com.arreconocieron que el desplome de hoy fue «más fuerte de lo que se podía prever», aunque desde la semana pasada ya se habían registrado ventas entre las principales acciones, por lo que arrastraban varias ruedas con números en rojo. Las dos principales razones que explican esta reacción en el mercado fueron la mayor tensión comercial entre Estados Unidos y China y un horizonte difícil para la actividad económica local.
Para el primer caso, el gobierno de Donald Trump podría limitar las inversiones del gigante asiático en sus compañías tecnológicas. Esta intranquilidad se traduce, hacia los mercados financieros, con un síntoma fundamental: los inversores prefieren migrar desde mercados más chicos como el argentino hacia las plazas financieras más «seguras», como el propio Estados Unidos.
Respecto a los factores locales, los índices de la economía argentina ya comenzaron a reflejar el daño de la sequía en el campo y la corrida cambiara (más la devaluación), que promete continuar durante los próximos meses. En ese sentido, el martes el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec mostró una disminución de 2,7% en comparación con mayo del año pasado.
Otro indicador que terminó de mostrar la fragilidad del momento financiero argentino es el riesgo país. Hoy ese indicador, que en términos prácticos lo que mide es la diferencia de tasa de interés que la Argentina debería pagar en comparación con Estados Unidos, tuvo un aumento superior al 3% hasta los 578 puntos. De esa forma, alcanzó su máximo nivel desde octubre de 2015, es decir, meses antes de la asunción de Mauricio Macri.
El analista de la sociedad de bolsa Mayoral, Rubén Pasquali, afirmó que en, en medio de una tormenta bursátil como la actual, «al inversor minorista le recomendaría refugiarse en los distintos tipos de bonos que puede elegir, en dólares, en pesos con una tasa parecida a las Lebac o atados al índice CER, que paga más si hay más inflación». ¿Y las acciones? «Hoy en día hay que tener mucha tolerancia al riesgo para meterse en el mercado de activos de renta variable», afirmó.
Por su parte, Leonardo Chialva, socio y analista de la compañía asesora en inversiones Delphos, explicó que ante la incertidumbre actual, si bien una baja del precio de las acciones como la de hoy puede representar una «tentación» para comprar, «nunca hay que tratar de agarrar el cuchillo cuando todavía está cayendo». En ese sentido, recomienda al «inversor ‘de a pie’ que espere en su casa tranquilo. Y si ya está en el mercado de acciones y vino a especular, que salga corriendo, porque para estar en renta variable hay que tener un horizonte de inversión más amplio».
«Nuestro mercado local continúa con un claro sesgo bajista de mediano plazo. Hoy vimos como el segmento de renta variable (acciones) aceleró el mencionado proceso bajista. Es que la plaza local sigue descontando un mal escenario económico para los próximos meses, producto de las últimas medidas económicas que tomó el gobierno», dijo por su parte Eduardo Fernández, analista de la sociedad de bolsa Rava. «Los inversores siguen con un ojo en el menor apetito hacia los (mercados) emergentes -que impone el clima global más desafiante- y otro en los avances en los duros deberes económicos del FMI, así como sus implicancias políticas», comentó por último Gustavo Ber, economista de la consultora Estudio Ber.
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