La Comisión Nacional de Sanidad sumó ayer 121 nuevos decesos al balance total y otros 5.090 casos confirmados.
El COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus, provocó 1.380 muertos y más de 63.500 casos confirmados en toda China, según los últimos datos oficiales publicados hoy por la Comisión Nacional de Sanidad de ese país, que revisó la cifra de decesos modificando el balance total.
El organismo oficial sumó ayer 121 nuevos decesos al balance total y otros 5.090 casos confirmados y precisó que hasta el momento recibieron el alta más de 6.700 personas tras superar la enfermedad.
Además, indicó que la situación siendo especialmente grave en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, epicentro del brote, que acumula un 81 por ciento del total de casos a nivel nacional y un 96 por ciento del de muertes.
El miércoles, la Comisión Nacional de Sanidad había informado un total de 1.367 muertos por el COVID-19, lo que sumando los 121 de ayer reportaría 1.488 fallecimientos, pero el organismo precisó son 1.380 los decesos debido a que una revisión de las cifras reportó que habían contado dos veces 108 muertos en Hubei, informó hoy EFE.
En el informe ofrecido ayer por las autoridades China se habían agregado más de 15.000 nuevos casos y 254 muertes, las mayores cifras registradas en un solo día hasta el momento.
El balance de muertos y contagiados tuvo ese salto porque se modificó el criterio para considerar infectada a una persona, ya que Hubei hasta ahora confirmaba los casos que habían dado positivo en pruebas realizadas con equipos que escaseaban en la provincia.
El subdirector de la Comisión Nacional de Sanidad, Zeng Yixin, reconoció hoy en una rueda de prensa en Beijing que los médicos «están estresados» no solo por la presión «física y mental» a la que están sometidos sino por las mayores posibilidades de contraer el virus.
Según los datos facilitados por el número dos de la institución, hasta ahora 1.716 trabajadores sanitarios se contagiaron con el virus (un 3,8 por ciento de los casos totales a nivel nacional), de los cuales seis murieron.
Aparte del caso de Li Wenliang, el médico de 34 años que murió semanas después de ser amonestado por la Policía por alertar de la existencia del virus, varios doctores fallecieron después de trabajar durante numerosas jornadas seguidas sin apenas descanso, indicó EFE.
Por ello, Zeng hizo un llamamiento a los hospitales para que «repartan los turnos de forma racional», al tiempo que propuso premiar al sobrecargado personal con más vacaciones cuando el brote remita y ofrecerles «apoyo psicológico».
Según el ministro asistente de Finanzas, Ou Wenhan, hasta ahora se han asignado 25.940 millones de yuanes (3.716 millones de dólares para adquirir suministros médicos y para mejorar las condiciones de los trabajadores médicos.
Asimismo, garantizó que será el Gobierno central quien asuma el complemento de entre 200 y 300 yuanes (entre 28,7 y 43 dólares) diarios al personal que trabaja en «el frente» de la lucha contra el virus, es decir, aquellos que están directamente expuestos a portadores del virus, señaló EFE.