Las autoridades del Ministerio de Salud de Chile informaron este jueves que en las últimas 24 horas registraron el fallecimiento de 22 personas por el nuevo coronavirus, la cifra más alta de decesos relacionados a la enfermedad desde que llegara al país el pasado 3 de marzo.
También se contabilizaron 2.659 casos nuevos, 2.301 de ellos correspondientes a personas que presentan síntomas y los 258 restantes asintomáticos. De esta manera, el número total de transmisiones se eleva a 37.040.
La región metropolitana sigue siendo el principal foco: más del 84% de los nuevos casos provienen de la zona capitalina del país. De los 22 fallecidos, 18 correspondían a ese territorio, que a partir de mañana comenzará a implementar una cuarentena para sus 38 comunas (barrios).
De acuerdo a cifras de Johns Hopkins University, con 37.040 casos, Chile es el cuarto país de Latinoamérica con mayor cantidad de contagios, aunque los mismos dependen de la cantidad de tests realizados, y eso varía de forma significativa de país en país.
Desde comienzos de mayo, el país registra más de 1.000 nuevos casos diarios, lo que está poniendo en jaque el sistema de salud del país.
En estos momentos hay 663 pacientes en unidades de cuidados intensivos, de los cuales 555 están conectadas a ventiladores mecánicos y 114 de ellos se encuentran en estado crítico.
El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, informó que existen 515 ventiladores mecánicos disponibles de los 1.200 que había en un comienzo.
“Estamos aumentando fuertemente nuestra capacidad hospitalaria, sobre todo en las regiones con mayor nivel de ocupación”, expresó Zúñiga, que informó de que pretenden disponer de 2.600 ventiladores a final de mes».
El 13 de mayo, la cantidad de camas de cuidados intensivos de la región metropolitana de Santiago estaba al 87 por ciento de su capacidad. El presidente Sebastián Piñera advirtió que “las próximas semanas serán las más difíciles y van a exigir lo mejor de todos”.
Falta de confianza
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, señaló que el contexto sociopolítico en el cual inició la pandemia en el país, con el llamado estallido social (una serie de manifestaciones sociales en contra del alto costo de la vida en Chile, la gestión del Gobierno, entre otras cosas), llegó “en un momento en que las confianzas públicas, políticas, comunitarias, están bastante fracturadas”.
“Hay una situación de falta de confianza en el Estado o en la autoridad o en los agentes políticos, todos, incluyendo por supuesto el Parlamento. Ese clima ha jugado en contra”, dijo el ministro.
Mañalich comentó que “ese clima ha jugado en contra” a la hora de que la población tome siga las medidas generales de distanciamiento social y cuarentenas.
“Es por eso que tenemos que buscar establecer una relación de mucha mejor confianza entre la ciudadanía y los agentes del Estado para que verdaderamente venzamos esta terrible epidemia que nos afecta, sin esa colaboración, tener más camas, tener más respiradores, como ha demostrado la primera potencia mundial no es suficiente, se requiere que yo entienda que mi actitud como persona concreta influye en todos”, sostuvo.