Boris Johnson y Jean Castex escenifican la confianza en el fármaco mientras diversos países levantan las restricciones.
Hace casi un año, el primer ministro Boris Johnson anunciaba que había dado positivo en Covid-19. Solo diez días después, la gravedad de los síntomas obligó a su ingreso en el Hospital St. Thomas de Londres, donde acabó en la Unidad de Cuidados intensivos. Vivió para contarlo. Un año después, en una imagen que supone toda una declaración de intenciones, el premier recibió ayer la primera dosis de la vacuna en ese mismo centro hospitalario. Como no podía ser de otra manera, Johnson recibió la inmunización desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, que desde su aprobación en la Unión Europea ha estado en el ojo del huracán.
Los conflictos se han sucedido con el preparado anglosueco y entre la población británica ha calado la decisión de varios países, entre ellos España, de no usarla en los mayores de 55 años así como la suspensión de uso en 13 de ellos mientras se investigaba su relación con la aparición de casos de trombosis. Una medida que empezó a revertirse el jueves en diferentes países como Italia, Francia, Alemania o España, después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) asegurara que la vacuna de AstraZeneca es «segura y eficaz».
«Literalmente, no sentí nada, así que fue todo muy bien, muy rápido», declaró Johnson, de 56 años, a los periodistas tras la inyección, y pidió a la gente ir a vacunarse cuando reciban la invitación del sistema nacional de salud.
Aunque entre los británicos los recelos con respecto a la vacuna son menores que en otros países, está claro que el premier ministro quiso también, al vacunarse, enviar un mensaje de tranquilidad y confianza a la población, sobre todo después de que médicos de cabecera y farmacéuticos advirtieran del aumento en la cancelación de citas de vacunación tras la crisis en la UE.
«La vacuna de Oxford es segura y la vacuna de Pfizer es segura», manifestó Johnson, y añadió: «Lo que no es seguro es infectarse de Covid, por eso es tan importante que todos nos vacunemos tan pronto como llegue nuestro turno».
A grupos mayores
Lo mismo hizo el primer ministro francés, Jean Castex, de 55 años, que ayer recibía la primera dosis apenas horas después de que la Alta Autoridad Sanitaria (HAS) diera luz verde a la reanudación «sin demora» de la vacunación con AstraZeneca. El organismo, además, recomendó que se reservara para personas de 55 años en adelante, y no de 55 para abajo como era hasta el momento.
La campaña por recuperar la confianza en el preparado anglosueco llegó también a territorio germano. Allí la canciller Angela Merkel, de 66 años, aseguró que está lista para recibir la vacuna AstraZeneca. «Sí, me vacunaría con la vacuna AstraZeneca», dijo la canciller alemana en una conferencia de prensa. «Me gustaría esperar a que llegue mi turno, pero definitivamente lo haría», insistió.