Tecnología china submarinos clase Wolf. China tiene la misión de convertirse en la superpotencia dominante del mundo para 2049. Lo demuestra en el comercio, en la tecnología, en inteligencia artificial y también en el apartado militar. Recientemente, científicos de la Universidad Jiao Tong de Shanghai crearon un nuevo sistema de detección que permite rastrear submarinos mejor que cualquier otra tecnología existente. Este enfoque de seguimiento de señales electromagnéticas (EM) indirectas percibirá las señales más débiles de los submarinos. Pero ahora China ha dado un paso más.
Un equipo de científicos de la Universidad Politécnica del Noroeste (NPU) en Xian afirman haber desarrollado un método para detectar incluso los buques submarinos más silenciosos aprovechando los campos magnéticos generados por sus estelas, un descubrimiento que podría redefinir la guerra naval.
Dirigido por Wang Honglei, el equipo modeló la estela Kelvin, una perturbación superficial en forma de V creada por los submarinos al atravesar el agua. Esta estela, estudiada previamente para la detección de imágenes basadas en radar, genera un campo magnético débil, pero detectable cuando los iones del agua de mar, perturbados por el movimiento del buque, interactúan con el campo geomagnético de la Tierra.
Mediante simulaciones numéricas, los investigadores cuantificaron cómo varían estas firmas magnéticas con la velocidad, la profundidad y el tamaño de un submarino. Por ejemplo, si se aumenta la velocidad en 2,5 metros por segundo, la intensidad magnética se multiplica por diez; si se reduce la profundidad en 20 metros, se duplica la intensidad del campo magnético. Los submarinos más largos producen campos más débiles, mientras que los cascos más anchos los amplifican.
Para un submarino de la clase Seawolf que viaja a 24 nudos y a 30 metros de profundidad, el campo magnético de la estela alcanza los 10⁻¹² teslas, “muy dentro del rango de sensibilidad de los magnetómetros aerotransportados existentes”, según Wang.
El método del equipo, publicado en Journal of Harbin Engineering University, explota una vulnerabilidad crítica: “Las estelas de Kelvin no se pueden silenciar”.
Según el estudio, el dispositivo tiene el tamaño de una camioneta y el equipo lo probó en un lecho marino profundo del Mar de China Meridional. Los submarinos generalmente detectan otros submarinos utilizando un sonar, que emite ondas sonoras y analiza los ecos que se reflejan en los objetos submarinos. Sin embargo, este detector no utiliza sonar. Más bien, depende de una antena que detecta ondas EM de baja frecuencia que las hélices submarinas generan con cada rotación. Cuando las olas entran en contacto con el fondo marino, continúan moviéndose a través de la roca. No se debilitan tan rápido en el fondo marino como lo hacen en el agua de mar, por lo que la detección es más fácil a distancias mayores.
Los geólogos marinos ya utilizan este método de detección de baja frecuencia para encontrar depósitos de petróleo y gas, pero esta es la primera vez que se utiliza esta técnica para la detección de submarinos.
Para hacer un detector más sensible, el equipo creó un algoritmo que diferencia entre señales submarinas y vida marina. Hasta ahora, ha logrado detectar barcos de superficie, a unos 3 km de distancia. Los investigadores pudieron rastrear las estelas de los barcos que pasaban y analizarlas para determinar qué tipo de barcos eran.
Si este sistema de detección alcanza ese objetivo, ayudará a los submarinos de China a encontrar y amenazar potencialmente a otros submarinos a distancias más lejanas de lo que es posible actualmente.
El avance formaría parte del proyecto chino para crear varios sistemas antisubmarinos, en un esfuerzo que Pekín llama la «Gran Muralla Submarina». Sus métodos de detección son sofisticados y se vuelven más complejos cada año.