El reciente anuncio del gobierno chino sobre nuevas restricciones a las exportaciones de minerales de tierras raras reavivó la tensión comercial con Estados Unidos.
Este movimiento no solo sacudió la tregua arancelaria vigente, sino que también posicionó a China con una ventaja estratégica clave en la disputa económica entre ambas potencias.
Un anuncio que reactivó la tensión entre potencias
Hace dos semanas, el Ministerio de Comercio de China publicó el “Anuncio n.° 62 de 2025”, una medida que muchos consideraron una jugada geopolítica más que una regulación técnica. Este documento impuso severas restricciones a las exportaciones de productos que contengan tierras raras, minerales fundamentales para el desarrollo tecnológico y militar global.
Bajo esta normativa, todas las empresas extranjeras que utilicen tierras raras deben ahora solicitar autorización estatal y declarar el uso específico del material. La medida reforzó el control de Beijing sobre un recurso clave, lo que inmediatamente disparó las alarmas en Washington.
La respuesta de Trump: aranceles y amenazas
El presidente estadounidense Donald Trump respondió con una amenaza de aranceles del 100% a productos chinosy restricciones a la exportación de software avanzado.
«Esto es China contra el mundo. Han apuntado con una bazuca a las cadenas de suministro del mundo libre, y no vamos a permitirlo», declaró Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Además, ambos países impusieron nuevas tasas portuarias a sus buques, marcando el fin de una tregua negociada meses atrás. Se espera que Trump y Xi Jinping se reúnan a fin de mes, aunque los expertos advierten que la posición china se ha reforzado notablemente tras este anuncio.
Un recurso pequeño en valor, pero enorme en poder
Las tierras raras, aunque representan menos del 0,1 % del PBI anual chino, son consideradas estratégicas por su rol en la producción de tecnología militar, automotriz y energética. Por ejemplo, un solo avión de combate F-35 requiere más de 400 kg de estos minerales para su funcionamiento, según datos de la BBC (ver fuente original en BBC News Mundo).
Además, China concentra aproximadamente el 70% del suministro global de metales usados en imanes para motores de vehículos eléctricos, lo que la posiciona como líder indiscutido en la industria.
La carrera por una alternativa a China
Aunque países como Australia poseen depósitos importantes de tierras raras, la falta de infraestructura limita su competitividad. Marina Zhang, investigadora de la Universidad Tecnológica de Sídney, sostuvo que, incluso con un esfuerzo coordinado, Estados Unidos y sus aliados necesitarían al menos cinco años para igualar a China en capacidad de procesamiento.
Por otro lado, la profesora Sophia Kalantzakos, de la Universidad de Nueva York, destacó que el verdadero valor de las tierras raras no es económico sino estratégico: permiten a China presionar sin comprometer seriamente su economía.
¿Puede Estados Unidos revertir la situación?
Pese a la tensión, el gobierno estadounidense mantiene abierta la posibilidad de diálogo. El propio Bessent reconoció que “China está abierta al diálogo” y se mostró optimista sobre una posible desescalada.
Desde Beijing, el ministro de Asuntos Exteriores Wang Yi también enfatizó la importancia del diálogo bilateral, destacando la necesidad de un desarrollo sano y sostenible en las relaciones entre ambas potencias.
Para los analistas, este movimiento chino representa una jugada táctica antes de las negociaciones con Washington. Según Natasha Jha Bhaskar, experta de Newland Global Group, frenar las exportaciones de tierras raras es “la mejor palanca inmediata que tiene China para lograr concesiones en la mesa de negociación”.
El pulso estratégico por dominar la tecnología global
La confrontación actual no solo gira en torno a productos y tarifas, sino al control de la innovación tecnológica del siglo XXI. Si bien Estados Unidos ha empezado a restringir el acceso chino a semiconductores de última generación —como los chips de Nvidia—, los expertos coinciden en que Beijing está dispuesto a asumir ciertos costos económicos para mantener su estrategia a largo plazo.
«Si China corta el suministro de tierras raras, eso podría paralizar la industria de todos. Esa es la gran diferencia», advirtió el profesor Naoise McDonagh, de la Universidad Edith Cowan.
La geopolítica detrás de los minerales del futuro
Las tierras raras se han convertido en un arma silenciosa pero efectiva de China. Aunque no son su principal fuente de ingresos, sí representan una herramienta de presión poderosa en medio de la guerra comercial con Estados Unidos.
Con una cumbre bilateral en el horizonte, el anuncio chino no solo muestra fuerza, sino que obliga a Washington a replantear su estrategia. En esta guerra comercial, los minerales del futuro han pasado al centro del tablero geopolítico. Información extraída del medio BBC.