Escenario cambiario. La vieja ‘bicicleta financiera’, rebautizada más recientemente como ‘carry trade’, es una maniobra en la que algunos pueden obtener un alto rendimiento en dólares en poco tiempo, pero con un riesgo también bastante elevado, atado a cambios imprevistos en la cotización. ¿Qué dicen los especialistas?
Desde el 11 de abril, el panorama financiero argentino ha experimentado un cambio significativo con la suba de tasas de interés en los plazos fijos. Este ajuste responde a la reciente eliminación del cepo cambiario para personas físicas, lo que ha llevado a los bancos a competir por captar depósitos en pesos y evitar una fuga masiva hacia el dólar, según publicó ADNSUR.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dio luz verde a las entidades financieras para incrementar las tasas, en un intento por fortalecer el ahorro en moneda local. Como resultado, los principales bancos han elevado sus rendimientos, con el Banco Nación liderando la tendencia al aumentar su Tasa Nominal Anual (TNA) del 29,5% al 37%. Otras entidades, como el Banco Galicia, han ajustado sus tasas al 34%, mientras que algunos bancos privados han llegado a ofrecer hasta 38,5%.
Este movimiento se da en un contexto de reconfiguración del sistema financiero, donde los bancos buscan atraer depósitos en pesos ante la nueva política monetaria, que llevó a las entidades a buscar liquidez, mediante la captación de ahorros, lo que explica la suba de tasas.
Todavía resta verificar si el incremento de tasas superará a la inflación, que en marzo dio u un salto hasta el 3,7% y abril podría ubicarse en niveles similares, según las primeras proyecciones.
Qué dijo el ‘gurú del dólar blue’ sobre el nuevo escenario
Una de las voces que mantuvo su prédica en el nuevo escenario es la del reconocido analista Salvador Di Stéfano, conocido como el gurú del dólar blue, quien ha lanzado una recomendación que sorprende a muchos: no comprar dólares, sino apostar por el peso. Según esta visión, que viene apoyando las políticas de Javier Milei, Argentina está entrando en un proceso de deflación, lo que hará que el dólar pierda atractivo como refugio de valor.
En declaraciones a distintos medios, Di Stéfano sostuvo en los últimos días que el país atraviesa un nuevo esquema financiero, donde la demanda de pesos es alta y la oferta es baja, lo que genera la suba de las tasas de interés. En este escenario, el carry trade se convierte en una estrategia clave para quienes saben hacer este tipo de ‘bicicletas financieras’, que con la suba de tasas volvieron a encontrar un incentivo para la maniobra.
El carry trade es una estrategia financiera que consiste en vender dólares y colocar esos pesos en un plazo fijo, a 30 días. En Argentina, esto se traduce en vender dólares y colocarlos en plazos fijos, o bonos en pesos, aprovechando las tasas de interés que superan el rendimiento de la divisa estadounidense. Esto es posible mientras el dólar se mantenga estable.
Di Stéfano explica que, con el nuevo esquema de flotación administrada del dólar, la divisa podría ubicarse en torno a los $1.000, mientras que las tasas de interés en pesos registraron subas. Esto significa que, de mantenerse esas condiciones, el ‘carry trade’ vuelve a ser una oportunidad de renta financiera, aunque con riesgos importantes.
¿Conviene vender dólares y apostar al plazo fijo?
Como siempre hacemos en esta sección, vamos a imaginar un ejemplo práctico sobre el posible rendimiento de la maniobra que utilizan quienes conocen de estos juegos financieros.
Puede pensarse el caso de un ahorrista vende hoy 1.000 dólares al precio del dólar blue del 24 de abril de 2025, que cerró en $1.225, obteniendo $1.225.000. Luego, decide colocar ese dinero en un plazo fijo a 30 días con una tasa efectiva anual del 37%, lo que significa un rendimiento mensual del 3,08%.
Al cabo de ese lapso, tendría un rendimiento de $37.730, acumulando un total de $1.263.730. Si lo renueva sucesivamente, al cabo de 3 meses obtendría un total acumulado de $1.341.739.
Ahora bien, para evaluar el rendimiento de esa ‘jugada’, hay dos escenarios posibles. El más optimista, si el dólar se mantiene estable y al cabo de 3 meses sigue a $1.225, entonces el ahorrista habría ganado un 9,5% en dólares, porque podría volvr a comprar un total de 1.095 dólares.
Sin embargo, si el tipo de cambio se acercara al techo de la flotación, es decir a los $1.400, sólo podría volver a comprar 958 dólares, perdiendo un 4,2% de su inversión inicial.
En conclusión, si el dólar se mantiene estable, el carry trade es una estrategia rentable, ya que permite aumentar el capital en dólares. Sin embargo, si la divisa se dispara, el ahorrista puede perder dinero al hacer la conversión final. Quienes incurren en estas prácticas, saben en qué momento ingresar y cuándo salir para reducir el riesgo (por ejemplo, volviendo a dólares al cabo de 30 días, con la ganancia del 3% hasta ese momento, si no hubo variación en el tipo de cambio), pero aún así, en muchas oportunidades, los vaivenes económicos sorprenden hasta los más arriesgados y conocedores del mercado.
Para Salvador Di Stéfano, el dólar deja de ser un objeto de deseo, ya que el Gobierno ha diseñado un plan para que la moneda estadounidense se mantenga en valores bajos. Además, la llegada de fondos frescos del FMI y la liquidación de exportaciones agrícolas generan una mayor oferta de dólares, lo que presionará su cotización a la baja, según auguró ‘el gurú’.
Evolución del dólar: ¿estabilidad hasta julio?
El ex presidente del Banco Chubut y hoy asesor financiero matriculado ante la Comisión Nacional de Valors, Pablo Das Neves, evaluó el andar económico del gobierno de Javier Milei y trazó alguneas proyecciones de lo que puede esperarse para los próximos meses.
Sobre perspectivas a corto plazo, proyectó cierta estabilidad hasta después del ingreso fuerte de dólares por la cosecha. Sin embargo, advirtió sobre una fecha clave: el 9 de julio, cuando el Gobierno debe afrontar pagos de bonos en dólares. “Ahí puede haber un movimiento en el tipo de cambio”, adelantó.
En cuanto a estrategias de inversión para pequeños ahorristas, Das Neves recomendó analizar cada perfil: “No es lo mismo alguien que quiere cambiar el auto que un inversor agresivo, con horizonte a largo plazo”, comparó.
Para estos últimos, consideró atractiva la compra de acciones extranjeras mediante CEDEARs, en especial de tecnológicas como Tesla, Amazon o Nvidia, “que hoy están en valores de entrada muy interesantes, aprovechando tanto el dólar relativamente bajo como la corrección global en los mercados”.
También sugirió bonos estadounidenses, que rinden más de 4,75% anual en dólares, o títulos de países latinoamericanos con tasas aún más altas: “Brasil paga cerca del 6%, Perú 7%, y los bonos argentinos entre 12 y 16%, aunque claro, con mayor riesgo”.
Para el pequeño inversor, reiteró un consejo clave: entender el propio objetivo y tolerancia al riesgo sigue siendo el primer paso antes de cualquier decisión financiera.