Vivir con celiaquía o intolerancia al gluten implica convivir con una constante incertidumbre: cada salida a comer puede transformarse en un riesgo.
Para responder a esa necesidad surgió Nima, un sensor portátil diseñado para analizar alimentos en pocos minutos y detectar la presencia de gluten con un nivel de precisión casi total.
El dispositivo innovador que le simplifica la vida a quienes sufren de celiaquía
De acuerdo con C5N. Está nueva herramienta tecnológica ofrece un apoyo fundamental para quienes deben mantener una dieta estricta.
Su utilidad va más allá del control personal, ya que representa un avance hacia la inclusión en ámbitos sociales y gastronómicos, donde la seguridad alimentaria es muy importante para que las personas celiacas puedan disfrutar sin restricciones.
Con una mecánica práctica y resultados rápidos, Nima se afianza como una herramienta de confianza que no solo ayuda a prevenir complicaciones de salud, sino que también abre la puerta a una vida más libre y con menos limitaciones al momento de elegir qué comer.
Qué es y cómo funciona Nima
Nima fue desarrollado por un equipo de expertos provenientes de instituciones y compañías de prestigio como MIT, Stanford, Google y Nike.
El sensor se utiliza de forma muy simple: alcanza con colocar una pequeña muestra de comida dentro de una cápsula desechable, introducirla en el dispositivo y esperar menos de dos minutos para conocer el resultado en su pantalla OLED.
El sistema muestra un ícono claro e intuitivo, en donde aparece una cara sonriente si el alimento está libre de gluten o una cara triste si lo contiene.
Además, el equipo cuenta con conectividad Bluetooth, lo que permite sincronizar los resultados con una aplicación móvil.
De este modo, cada usuario puede guardar sus análisis, compartirlos y contribuir a una base de datos global que refuerza la fiabilidad de los estudios a medida que más personas utilizan la herramienta.
Con un nivel de precisión del 99,5 %, Nima ofrece tranquilidad en restaurantes, viajes y situaciones en las que no se tiene certeza sobre los ingredientes.
No se trata únicamente de un dispositivo de control, sino de un aliado que aprende, evoluciona y ofrece un respaldo adicional para quienes enfrentan esta condición todos los días.
En cuanto a su comercialización, el sensor puede reservarse por 199 dólares, o bien en un paquete de 247 dólares que incluye cápsulas de prueba.
Cada cápsula cuesta 3,99 dólares y, aunque no es necesario usar una en cada comida, resulta una inversión valiosa en aquellos casos donde la duda puede generar preocupación.