Con amplio respaldo, la Cámara Alta dio media sanción a una modificación que obliga a que los Decretos de Necesidad y Urgencia sean ratificados por ambas cámaras en un plazo de 90 días. El oficialismo denuncia un intento de regular de manera restrictiva al Ejecutivo; y la oposición reclama un mayor equilibrio institucional.
En el Gobierno se encendieron las alarmas: el Senado aprobó por 58 votos a favor y giró a Diputados una reforma a la ley de los DNU. Los decretos de necesidad y urgencia son una herramienta fundamental para el presidente Javier Milei que le permitieron dictar normas evitando al Parlamento.
La norma actual establece que un DNU mantendrá su vigencia mientras no sea rechazado por ambas cámaras. Y establece que, para lograr su ratificación parlamentaria, solo necesitará la aprobación de una de las dos Cámaras del Congreso. De acuerdo con TN.
Si se aprueban los cambios debatidos este jueves, el DNU tendrá la ratificación parlamentaria cuando lo dispongan expresamente ambas Cámaras por la mayoría absoluta de los presentes, en un plazo de noventa 90 días corridos contados desde su publicación en el Boletín Oficial. Si transcurridos esos 90 días no es tratado, el DNU pierde su vigencia.
La redacción establece que “el rechazo del decreto por una de las Cámaras del Congreso de la Nación, o el vencimiento del plazo previsto en el artículo 22°, implicará su derogación, quedando a salvo los derechos adquiridos durante su vigencia”.
El Congreso busca restringir los DNU a una sola materia y limitar su reiteración
El rechazo de un DNU, o de delegación legislativa, por parte del Congreso, impedirá al Poder Ejecutivo dictar otro que verse sobre la misma materia durante ese año parlamentario.
Además, establece que los Decretos de Necesidad y Urgencia, los delegados y los de promulgación parcial de leyes “deberán versar sobre una única materia a fin de que sean tratados individualmente por el Congreso de la Nación. Si la situación invocada requiriera el dictado de normas en más de una materia, cada una de ellas deberá ser objeto de un decreto individual”
Desde el oficialismo, el jefe de la bancada, Ezequiel Atauche, se quejó: “Le quieren quitar esta herramienta constitucional al presidente porque está usando los decretos para seguir su plan y el plan que quieren los argentinos y que votaron, el rumbo que quiere la mayoría de los argentinos”.
El envío de un proyecto de ley al Congreso necesita el tratamiento y la aprobación de ambas Cámaras del Congreso. Ese fue parte del argumento de varios legisladores para impulsar los cambios a la norma. El radical Eduardo Vischi fue uno de ellos: “No puede ser que sea más fácil gobernar mediante DNU, nuestra democracia no se merece que no podamos tener una discusión adulta y un diálogo permanente y que las cuestiones se resuelvan por consenso a mediano y largo plazo”.
En el mismo sentido fue el planteo de Guadalupe Tagliaferri del PRO: “Es muy claro el asunto, no puede ser más fácil aprobar un DNU que una ley. Y si estaba mal antes, lo está ahora”.
La posición en Diputados
La sanción del Senado tendrá que debatirse en Diputados, una Cámara donde la oposición ya viene trabajando en la necesidad de modificación de la norma tratada por sus pares senadores.
El pasado 30 de octubre de 2024, la Comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados, encabezada por Nicolás Mayoráz, firmó cuatro dictámenes para reformar la ley de Reglamentación de los DNU. Uno de mayoría, encabezado por La Libertad Avanza, y tres de minoría: de Unión por la Patria, otro de la Coalición Cívica, firmado por Juan Manuel López, y el tercero de la diputada radical Karina Banfi.
El diputado socialista Esteban Paulon le dijo a TN: “Que el Senado avance es una señal muy positiva y nosotros tenemos que rápidamente tratar esta media sanción, en avanzar en un cambio muy importante que le devuelve equilibrio al sistema, que pone en valor al Congreso. Que además restablece un diálogo y un consenso obligado entre el Ejecutivo y el Congreso. Va a mejorar la calidad democrática en Argentina”.