El presidente del Banco de Desarrollo de América Latina, Luis Carranza Ugarte dimitió de su cargo. El funcionario fue elegido en 2017 para presidir el organismo, del cual sería presidente hasta marzo del próximo año, con posibilidad de reelegirse en diciembre.
Por ahora, y teniendo en cuenta que ningún colombiano está en la lista de presidentes, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla suena para ocupar la Presidencia. Según La FM, los argentinos están haciendo un bloque con Bolivia y Ecuador para mantener el control de la CAF, por lo que debe haber un nuevo candidato entre Chile, Colombia y posiblemente Perú. En aproximadamente 60 días podría definirse un presidente de la banca de desarrollo.
Su renuncia se da en medio de denuncias de acoso laboral, abuso de poder y despidos masivos en las diferentes oficinas de la organización en Latinoamérica.
De hecho, según el Diario El País, existen cartas de empleados de la organización desde 2018 documentando quejas por despidos masivos, entre otros, en contra de Carranza Ugarte. Es decir, tras un año de haber iniciado su gestión en la entidad.
Además, a través de una misiva, Carranza explica que su renuncia responde a que directores por Argentina le solicitaron verbalmente y a través de mensajes escritos a principios de 2020 que designara como vicepresidente a una persona que «no reunía las condiciones para el cargo», agregando que la documentación que prueba esta denuncia está bajo custodia en Secretaria General y a disposición de los miembros del Directorio.
Lo anterior porque el funcionario había designado a Bernardo Requena como vicepresidente de Programas de Países, cargo que lleva ocupando 15 meses con el aval de Carranza. «Pese a la argumentación presentada y al buen desempeño del Sr. Requena en todo este tiempo, el directorio decidió no respaldar su designación», añadió.
Además, el saliente presidente del CAF citó en su carta de renuncia el artículo 39 del Convenio Constitutivo, «como Presidente Ejecutivo estoy obligado a no aceptar presiones de ese tipo y a no buscar ni recibir instrucciones de ninguna autoridad ajena a CAF y designar a las personas que, a mi juicio, reúnan las condiciones más idóneas para desempeñar una posición de alta dirección».
El Banco de Desarrollo de América Latina, anteriormente conocido como Corporación Andina de Fomento (CAF), es una institución financiera multilateral cuya misión es apoyar el desarrollo sostenible de sus países accionistas y la integración de América Latina. Fue creada en 1970 y está conformada por 19 países (17 de América Latina y el Caribe, más España y Portugal).
La institución promueve el desarrollo sostenible mediante crédito, recursos no reembolsables y apoyo en la estructuración técnica y financiera de proyectos de los sectores público y privado de América Latina.
Entre los resultados de gestión de CAF durante 2019 estuvieron más de 7,14 millones de personas beneficiadas por una nueva o mejor infraestructura energética; 12 millones de nuevos usuarios de las vías construidas; 2,9 millones de personas beneficiadas por una conexión nueva o mejorada de agua potable y/o alcantarillado; 23.213 Pyme beneficiadas por operaciones a través de intermediarios; US$38,6 millones de incremento en el monto en ventas totales por empresas financiadas a través de la intervención de CAF; y 128.164 m2 de infraestructura educativa construida o rehabilitada.
Cómo se elige su presidente
Para elegir al presidente, el directorio de 19 miembros de la CAF debe elegir entre los postulantes presentados por los países, en los próximos 30 días.
Para la elección pasada, el exministro de Economía Luis Carranza contaba con el pleno respaldo del Gobierno del peruano Pedro Pablo Kuczynski.
En el proceso también estaban el excanciller Rubén Ramírez, cuya candidatura fue lanzada por el Gobierno paraguayo, mientras que la administración panameña postuló a su exministro de Economía, Fernando Aramburú.
Los presidentes que ha tenido la entidad
Antes de que llegara Luis Carranza Ugarte en 2017, su predecesor fue Luis Enrique García Rodríguez, un economista boliviano y quien ocupó el cargo de presidente ejecutivo del CAF desde diciembre de 1991 hasta 2017.
Adolfo Linares, (1970-1976) y Julio Sanjinéz Goytia (1976-1981) sentaron las bases de la institución, siendo los dos primeros presidentes designados al frente de la entidad financiera.
Luego, en 1981 el ecuatoriano José Corsino Cárdenas estuvo al frente de la entidad y hasta 1986 Galo Montaño Pérez, de la misma nacionalidad se desempeñó en el cargo. De esta forma, Carranza se convierte en el presidente que estuvo menos tiempo al frente del CAF.
Balance de la gestión
Durante los cuatro años de gestión, faltando uno para el fin de su mandato, Carranza aseguró en un comunicado que en ese periodo, se llevó a cabo una reestructuración de la organización que permitió preservar la institucionalidad de CAF, aumentar su eficiencia y responder a los retos que enfrentan los países.
Destacó la incorporación de México y Costa Rica como miembros plenos de CAF, el programa de capacitación virtual, iniciado en 2017 con un crecimiento de 28% en la cartera consolidada, tareas que contaron «con apoyo del Directorio y de todos sus colaboradores».
Los créditos que se han generado han dejado 3.196.870 beneficiadas por una conexión nueva o mejorada de agua potable y/o alcantarillado, 163.164 M2 de infraestructura educativa construida o rehabilitada, 99.680 estudiantes beneficiados por proyectos de educación y 5.563 kilómetros de carreteras construidas, mejoradas o rehabilitadas.
“Desde la creación de nuevas áreas, como la Vicepresidencia de Riesgos, a la implementación de un plan de austeridad, que permitió reducir los gastos de viajes en un 40%. Se apostó por la transformación digital de la organización y una gestión operativa más eficiente, estableciendo metas estratégicas con indicadores medibles. Todo ello, para lograr nuestro objetivo: que los recursos estén donde más se necesitan, apoyando el desarrollo de América Latina y llegando a las personas”, indicó Carranza Ugarte.
Así mismo, según el CAF, durante la pandemia se vio un récord de aprobaciones de más de US$14.000 millones, dirigidos a apoyar a los países en su esfuerzo por atender la crisis derivada del virus.
Fuente: La República