El Ministerio de Defensa ruso anunció este miércoles la toma de tres localidades en el este de Ucrania, en lo que representa un nuevo avance territorial en el conflicto que ya cumple su cuarto año.
Las declaraciones se producen en medio de intensas negociaciones diplomáticas lideradas por Estados Unidos y la OTAN para buscar una salida al conflicto, mientras Rusia advierte que cualquier acuerdo de seguridad que la excluya está condenado al fracaso.
Según informó el Ministerio de Defensa ruso a través de Telegram, las tropas habrían tomado los poblados de Sukhetske y Pankivka en la región de Donetsk, además de Novogeorgiivka en la región de Dnipropetrovsk. Estos avances se producen paralelamente a los esfuerzos de paz promovidos por el presidente estadounidense Donald Trump, quien busca mediar entre las partes.
Nuevos avances territoriales rusos
El ejército ruso afirmó que sus tropas habían «seguido avanzando profundamente en las defensas enemigas» en la región de Donetsk, consolidando su posición en una zona donde la semana pasada había logrado romper las líneas defensivas ucranianas. La captura de Novogeorgiivka marca especialmente un punto significativo, ya que esta área había permanecido hasta julio libre de combates directos.
Mientras tanto, ataques nocturnos rusos contra áreas civiles en las regiones de Sumy y Odessa dejaron al menos 15 heridos, incluida una familia con tres niños pequeños. Las autoridades ucranianas reportaron que los blancos también incluyeron puertos e infraestructura crítica de combustible y energía, en una escalada que según el presidente Volodimir Zelensky «confirma la necesidad de presión sobre Moscú».
Las negociaciones de paz y el rol de Trump
La ofensiva militar coincide con un momento de intensa actividad diplomática. El presidente Trump afirmó que su homólogo ruso, Vladimir Putin, habría aceptado reunirse con Zelensky y accedido a proporcionar algunas garantías de seguridad para Kiev. Sin embargo, según fuentes cercanas a la conversación telefónica del lunes, el líder ruso propuso que la cumbre se realizara en Moscú, una condición inaceptable para el gobierno ucraniano.
Trump se mostró dispuesto a proporcionar apoyo aéreo como garantía de seguridad para Ucrania en caso de alcanzarse un acuerdo, pero descartó categóricamente el despliegue de tropas estadounidenses en terreno. «Están dispuestos a poner gente en el terreno», afirmó el mandatario refiriéndose a los líderes de Francia, Alemania y Reino Unido, quienes visitaron la Casa Blanca el martes.
La posición rusa: «Sin nosotros es utópico»
Desde Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, desestimó las conversaciones que excluyan a Rusia, calificándolas de «utópicas» y «un camino a ninguna parte». El jefe de la diplomacia rusa insistió en que cualquier discusión seria sobre seguridad debe incluir a su país y sugirió retomar el modelo de acuerdo discutido en Estambul en 2022, que había sido rechazado por Kiev por conceder a Moscú poder de veto sobre la ayuda militar externa.
Lavrov acusó además a los líderes europeos de llevar a cabo «una escalada bastante agresiva de la situación» mediante intentos «poco éticos» de influir en la posición de la administración Trump. Rusia mantiene que cualquier acuerdo debe garantizar su propia seguridad y la de los rusoparlantes en Ucrania, el mismo argumento que utilizó para justificar la invasión iniciada en febrero de 2022.
Un conflicto lejos de su fin
A pesar del optimismo mostrado por algunas partes, las perspectivas de paz parecen remotas. Ucrania teme que, incluso con un acuerdo, Rusia intente reiniciar la invasión en el futuro. La cuestión territorial representa otro escollo mayor, con Moscú ocupando aproximadamente el 20% del territorio ucraniano y Trump presionando a Zelensky para mostrar «flexibilidad» y aceptar concesiones, particularmente en la región del Donbass.
Mientras los equipos de planificación europeos y estadounidenses coordinan los preparativos para una eventual fuerza de seguridad post-conflicto, la realidad sobre el terreno muestra que la guerra dista mucho de terminar, con ambas partes fortaleciendo sus posiciones tanto en el campo de batalla como en la mesa de negociaciones. Información extraída del medio La Nacion.