El “Cuadrado de Zinc” inició los primeros diálogos por el Presupuesto 2026 con sectores dialoguistas.
El oficialismo apunta a reconstruir la gobernabilidad con apoyo opositor.
En el inicio de las conversaciones por el Presupuesto 2026, el Gobierno nacional dio su primer paso estratégico a través del grupo operativo bautizado como “Cuadrado de Zinc”, que reunió a los sectores dialoguistas del Congreso y dejó fuera a Unión por la Patria y al Frente de Izquierda.
Según información publicada por Noticias Argentinas, la decisión fue deliberada: en la Casa Rosada consideran inviable alcanzar consensos con esas fuerzas políticas y sostienen que su participación podría entorpecer cualquier intento de acuerdo.
El “Cuadrado de Zinc” está integrado por Santiago Caputo, Carlos Guberman, José Rolandi y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Este núcleo será el encargado de tejer alianzas con bloques opositores moderados en busca de la aprobación del nuevo presupuesto nacional.
El oficialismo apunta a los sectores moderados
La estrategia del Ejecutivo pasa por aislar al kirchnerismo y concentrar el diálogo con espacios como Encuentro Federal, Democracia para Siempre y parte del radicalismo. Legisladores como Nicolás Massot y Pablo Juliano participaron de la primera reunión, aunque expresaron cierto escepticismo sobre la viabilidad de los acuerdos.
Desde Unión por la Patria, el jefe de bloque Germán Martínez cuestionó el procedimiento y sostuvo que “el Presupuesto debe discutirse en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, no en mesas paralelas”, marcando distancia con la metodología del Gobierno.
Por su parte, el diputado Christian “Chipi” Castillo (Frente de Izquierda) señaló que se enteró del encuentro por los medios, dejando en evidencia la falta de invitación a su espacio.
El rol del lobby y la influencia externa
Fuentes legislativas confirmaron que el entorno del presidente Javier Milei busca reconstruir los puentes con antiguos aliados tras meses de tensiones políticas. En ese marco, Santiago Caputo volvió a ocupar un rol protagónico, articulando contactos con figuras de la diplomacia estadounidense.
Uno de los movimientos más comentados fue la visita del lobbista Barry Bennett, asesor del expresidente Donald Trump, quien mantuvo reuniones con Miguel Pichetto, Rodrigo de Loredo y Cristian Ritondo. El encuentro, gestionado por Caputo, se interpretó como una señal del intento de recomponer la relación entre el oficialismo y los bloques moderados.
Sin embargo, analistas políticos advierten que la presencia del lobby norteamericano en las conversaciones refleja un preocupante nivel de injerencia externa en las decisiones internas del país, en momentos en que la prioridad del Gobierno parece centrarse más en garantizar la aprobación del presupuesto que en preservar la soberanía política.
Milei busca apoyo legislativo para las reformas
El presidente Javier Milei enfrenta el desafío de lograr respaldo legislativo para avanzar con las reformas laboral y tributaria previstas para diciembre. Para ello, necesitará fortalecer su base de apoyo parlamentario, que podría alcanzar unos 70 diputados libertarios puros y una alianza de 20 legisladores del PRO.
Aun así, el oficialismo reconoce que no será suficiente. Por eso, el “Cuadrado de Zinc” trabaja en una estrategia de negociación múltiple con gobernadores y bloques provinciales, buscando ampliar el margen político para las reformas estructurales que el presidente considera esenciales para su gestión.
Con las elecciones legislativas en el horizonte, el Gobierno apuesta a recomponer el tejido de gobernabilidad que se resquebrajó en los últimos meses y a mostrar señales de estabilidad ante los mercados y los acreedores internacionales.
Mientras tanto, el Congreso se prepara para un debate que promete alta tensión política. El futuro del Presupuesto 2026 dependerá de la habilidad del Gobierno para mantener abiertas las líneas de diálogo y sumar adhesiones sin profundizar las grietas que lo separan de la oposición más dura.